Una película de policías es un mix entre documental y ciencia ficción dirigido por Alonso Ruizpalacios, producido por Daniela Alatorre y Elena Fortes, y protagonizada por Mónica del Carmen, quien interpreta a Teresa, el personaje principal de esta historia, que se estrena el próximo viernes 5 de noviembre en Netflix.
Platicamos con estas tres mujeres para que nos contaran de primera mano cómo se fue dando este proyecto y la importancia de hablar sobre lo que pasa en los grupos policíacos de México, sobre todo, de las mujeres policías y a lo que se enfrentan todos los días realizando esta labor en un país en el que la corrupción y la inseguridad nos ponen en peligro a todos sus habitantes.
Lo que debes saber sobre Una película de policías
INSTYLE: ¿Cómo surge la idea de este documental-película?
ELENA FORTES: teníamos la idea desde que creamos la empresa No Ficción de hacer una película que de alguna manera jugara con los límites del documental. Nos interesaba trabajar en ese terreno combinando ficción con documental, queríamos trabajar con Alonso, porque él a lo largo de toda su trayectoria ha jugado mucho con ese formato, y queríamos hacer algo con impacto social, otro factor importante del proyecto.
Entonces nos enfocamos primero en la crisis de impunidad, y de ahí fue un proceso muy largo, y poco a poco fuimos aterrizando en el universo de la policía que nos interesó por muchas razones, entre ellas la relación del género policíaco con el cine, pero también cómo ha cambiado el retrato de la policía entre los 70 y ahora, que antes los veíamos como héroes y ahora les tenemos miedo y mucha desconfianza, justo esa relación que está completamente rota es la que buscamos explorar y también visibilizar la experiencia del policía.
MÓNICA DEL CARMEN: lleva una gran combinación entre el documental y la ficción, es un enredo que planteó Alfonso Ruizpalacios, quien me invitó al proyecto a inicios del 2020 y fue cuando entendí que quería desmenuzar toda estas aristas que componen a la policía a partir de estos dos personajes, y uno de ellos era Teresa Hernández Caña, que es mi personaje.
DANIELA ALATORRE: Una película de policías fue el primer proyecto en el que nos embarcamos Elena y yo cuando fundamos nuestra empresa No Ficción en 2017. La idea nació a partir de la impotencia que sentíamos con la enorme impunidad que hay en México y buscando entender las razones de un sistema disfuncional.
Queríamos colaborar con Alonso Ruizpalacios como director y desde la primera conversación descubrimos que compartíamos la necesidad de participar de alguna manera en un proceso de transformación o de generación de nuevas conversaciones en nuestro país. Así fue cómo inició esta aventura de casi 4 años.
IN: ¿Por qué es importante visibilizar a las mujeres policías que también forman parte de este sistema?
MC: es importante porque todos los temas vitales sobre la mesa en esta época es la cuestión del género, y tenemos a una mujer como Teresa con todas sus aspiraciones que, padeció que le dijeran que no podía ser policía, que no podía accesar a eso que soñaba porque es ‘algo de hombres’.
Además, en el documental hay varias mujeres policías que aman su trabajo y quieren defenderlo de esta conspiración, y creo que la visión de las mujeres a partir de mi personaje pone en entredicho todas estas cuestiones.
Creo que es una película que no solo humaniza al policía, sino que pone al género femenino con un rostro y sentimientos, un tema importante dentro de la agenda social mexicana, de la falta de educación y de oportunidades hacia las mujeres.
DA: En algún momento de la película, Teresa habla de cómo un enorme porcentaje de las mujeres que se alistan para ser policías son madres solteras y cómo también sufren de acoso dentro de la institución policial.
Las condiciones de las mujeres policías dentro de la institución son también un reflejo de las condiciones generalizadas de las mujeres en nuestro país. Mujeres que buscan un sustento aunque ello implique poner en riesgo su vida, o que deben navegar los mundos del acoso en su vida diaria.
Todos los sistemas y las instituciones se componen de individuos y sólo es a partir de entender esto que podemos empatizar con un grupo con el que nos es difícil empatizar: la policía.
IN: ¿Cuál es el mensaje principal de esta cinta?
EF: en primer lugar es que entiendan la experiencia del policía, que como ciudadanos entendamos esa experiencia, también que entendamos nuestra corresponsabilidad en la corrupción y en la crisis de impunidad que estamos viviendo.
Pero creo que es una oportunidad también muy abierta para vivir el viaje que ofrece esta película con todos sus giros inesperados, y con la esperanza de que sí cambie su percepción sobre la policía, que por lo menos pueda romper con ciertos prejuicios que tenemos ya muy arraigados, y al tener a Teresa, creo que es importante pensando en el género, resaltar que la experiencia de las mujeres policías dentro de la policía es muy distinta a la de los hombres policías.
DA: más que un mensaje, yo diría que el documental usa estrategias y juegos narrativos del cine para obligar al espectador a ver las cosas desde una perspectiva diferente – a emocionarse, reír, simpatizar y enojarse, todo a la vez. Los actores y sus diferentes experiencias y facetas son los ingredientes que dan pie y permiten que suceda este proceso.
El poder experimentar de manera distinta un mundo sobre el cual todas y todos tenemos prejuicios, genera preguntas, nos implica como ciudadanos y nos hace ver que somos parte del problema.
IN: ¿Cómo fue que llegaron a esta combinación entre ficción y documental?
DA: Desde un inicio queríamos explorar los límites del cine documental y la ficción, y aplicar estrategias que colocaran al público en un lugar inesperado. Todos teníamos referencias cinematográficas distintas para ejemplificar este tipo de exploración y coincidimos en que el tema que íbamos a tratar tenía que hacernos salir de nuestra zona de confort para probar algo nuevo.
EF: Desde el principio sabíamos que habían cosas que no íbamos a poder retratar en un documental como actos de corrupción de la policía y también la protección de identidad de nuestros personajes nos preocupaba, entonces teníamos claro que teníamos que recurrir a la ficción, pero lo queríamos hacer de una manera distinta, por un lado que pudiera atraer una audiencia muy amplia, y por otro lado que ofreciera una experiencia realmente distinta para el espectador y que fuera un reto creativo para todos los involucrados.
IN: ¿Cuál fue el reto de tu personaje y cómo es que te identificas con él?
MC: Creo que fue un proceso muy detallado y episódico, desde el inicio estaba la idea de esa mezcla entre la ficción y el documental, y de conocer a Teresa primero por su voz, y luego por algunas fotos, tuvimos la oportunidad de conocer a los personajes hasta el final del rodaje que fue la última parte del proceso y fue muy loco, porque nunca tienes la oportunidad de conocer a tu personaje y de pronto estar ahí con ellos fue una experiencia bastante sui géneris.
Tuvimos que hacer la infiltración en las academias de policías para entender desde nuestra propia experiencia cómo funcionan, cuáles son los protocolos para un primer respondiente en un caso de delito o de flagrancia, había que vivir este proceso de formación y ya después encontrar al personaje con todo ese bagaje.
Creo que eso es lo que hace que salga un personaje como Teresa, porque más allá del talento que yo pueda tener, fue mucho trabajo y creo que eso es lo que le da dimensión a los personajes, y sobre todo al de una mujer policía con esas características, con esa pasión que muestra por la policía, pero en donde todo parece ir en contra de ella.
IN: ¿Cómo se logró esta alianza con Netflix? ¿Grabaron en la pandemia?
EF: Empezamos el proceso de desarrollo desde 2017, el rodaje fue en 2018 en diferentes momentos, también toda la parte de inmersión, patrullajes y academias, y la pandemia pegó afortunadamente en los procesos de edición y postproducción, eso fue todo lo que hicimos a lo largo del 2020 y los festivales.
La película ya estaba prácticamente hecha cuando se sumó Netflix, toda esta experiencia ha sido increíble porque hemos podido tener una ruta de festivales importante aunque algunos de ellos hayan sido virtuales, pero que haya habido mucho impulso por parte del equipo de Netflix desde su estreno en la Seleccion Oficial de Berlín (Bernilane) y tuvimos por primera vez una función presencial con todos en San Sebastián.
IN: Siendo mujeres, ¿a qué retos se han enfrentado en sus industrias?
DA: Un cine que reproduce los estereotipos de género, es un cine que no ayuda a cerrar esta brecha. La participación de las mujeres sigue estando muy por debajo de la de los hombres frente y detrás de la pantalla. Sigue habiendo inequidad de género en la industria del cine y por eso que iniciativas como #YaEsHora que promueven la igualdad y paridad, espacios de trabajo libres de violencia y una mayor inclusión de narrativas con perspectiva de género, son tan importantes y necesarias.
La búsqueda en el cine debería ser justamente por promover la diversidad, encontrando voces que nos den nuevas perspectivas y posibilidades de reflexionar sobre nosotras mismas. He tenido una vida de oportunidades que muchas mujeres no tienen y es desde este lugar de privilegio que siento un compromiso por abrir camino.
Es por esto que me da tanta orgullo tener una empresa dirigida por mujeres, que el equipo de Una película de policías esté compuesto por más mujeres que hombres y que la representación en pantalla sea de manera equitativa.
EF: La inequidad en la industria, el hecho de que es controlada por un sistema completamente patriarcal en todo, desde los fondos y todo lo demás, y para mí sigue siendo ese el reto, promover la diversidad de voces al frente y detrás de las cámaras, pero también en los espacios de exhibición, en los fondos que se otorgan para cine, creo que afortundamente como la inercia de los movimientos tanto en México como en otras partes del mundo han logrado que nos organicemos mucho más las mujeres en al industria, pero aún falta un largo camino por recorrer.
MC: Creo que ha sido la falta de oportunidades sobre todo, yo vengo de una comunidad indígena en la sierra sur del estado de Oaxaca, y afortunadamente encontré un camino relativamente fácil para poder entrar en una escuela de actuación y poder estudiar arte; sin embargo, creo que es una oportunidad que no se nos brinda a todas las personas como yo, y sobre todo a las mujeres.
Considero que al menos en la industria se está logrando un cambio, pero gracias a la lucha de muchas mujeres que están organizadas, que están defendiendo convocatorias que permitan esa apertura a persona indígenas que han estado desatendidas, que no tenemos la posibilidad de contar nuestras historias, de hablar de nosotras en terrenos como la creación artística y fílmica, y creo que eso es uno de las mayores retos, y me gusta también hablar en positivo porque siento que muchas mujeres nos han abierto camino para poder accesar, pero como dice Elena, hace falta mucho camino por recorrer.
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