Algunas lecciones que aprendimos sobre la amistad en nuestros 20s
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Algunas lecciones que aprendimos sobre la amistad en nuestros 20s

Es justo en tus 20s que crearás los lazos más importantes para el resto de tu vida.

Pasas tus primeros años aprendiendo los fundamentos. Pasas tu adolescencia perfeccionándolos en la escuela secundaria y la universidad. Una vez que llegas a los 20s, puede parecer que finalmente ha terminado de aprender y está listo para comenzar a vivir. Pero, en realidad, los veinte años traen consigo un nuevo conjunto de lecciones: lecciones de vida.

Nuestros 20s se tratan de la transición a la edad adulta. Aprender sobre el trabajo, las relaciones y las amistades, y aunque esta nueva información puede parecer abrumadora, ¡no estás solo! Todo el mundo tiene que pasar lo mismo y, si tienes suerte, puedes hacerlo con un mejor amigo.

1. Ser un buen amigo significa saber escuchar al otro.

Llamamos a nuestros amigos cuando necesitamos consejo, orientación o alguien en quien apoyarnos, y es importante devolver esos detalles. Las personas que son buenos escuchando son empáticos, conscientes de lo que dicen los demás y responden con autenticidad.

2. También significa ser leal.

Las buenas amistades necesitan lealtad para prosperar. Cuando confías en un amigo cercano, no hace falta decir que tus pensamientos y sentimientos están a salvo con él.

3. Y ser digno de confianza.

Probablemente lo más importante que necesita una amistad es la confianza. Es importante que confíes en tus mejores amigos de muchas maneras diferentes: con sus secretos, para proteger tu corazón o por el bien común.

4. Puede ser difícil hacer amigos cuando te conviertes en adulto.

Cuando somos más jóvenes, hay infinitas opciones para hacer nuevos amigos. Pero en nuestros veinte tenemos rutinas, y esas rutinas no siempre permiten nuevos amigos.

5. Es más rápido hacer click con las personas.

Cuando haces amigos en tus 20s, eres más consciente de qué tipo de amigo eres y qué tipo de amistad valoras así como las personas que estás buscando para rodearte, de esta manera es más fácil identificar con quién te vas a llevar bien y cuáles son sus intenciones.

6. A veces, las amistades terminan.

Desafortunadamente, no todas las amistades están destinadas a durar toda la vida. Es triste cuando una amistad sigue su curso, pero es una parte normal de la vida.

7. Cuando las cosas se ponen difíciles, sabes a quién acudir.

A medida que creces, recurres a diferentes amigos para diferentes necesidades y ellos hacen lo mismo. Un amigo puede ser un gran hombro para llorar, mientras que otro siempre está listo para una aventura espontánea. ¡Cada uno es único!

8. Los celos son tóxicos.

Cuando alguien es tu verdadero amigo, está realmente feliz de verte triunfar. En lugar de estar celoso de sus victorias, celebras su grandeza, porque ellos hacen lo mismo por ti. Si tu amigo no se alegra por ti ¡corre!

9. Nunca, nunca te compares.

Recuerda que tú y tus amigos están en diferentes caminos en la vida. En lugar de comparar tus logros con los de ellos, recuerda que ambos sobresalen en cosas diferentes, que vamos en diferentes tiempos y esas diferencias son las que hacen que su amistad sea especial. ¡No son carreritas (más en tus 20s que sigues encontrando tu propio camino)!

Nota original: InStyle.com

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