Exactamente, ¿qué califica como “pasivo agresivo”?
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Exactamente, ¿qué califica como “pasivo agresivo”?

Con tantas menciones de este término, nos preguntamos ¿qué es realmente ser alguien pasivo agresivo?

Comencemos con una historia. Imagina que estás organizando un evento con un grupo de amigos, y uno de ellos, que tiene fuertes opiniones sobre cómo debería ser el evento, está descontento con algunas decisiones que se han tomado en el grupo. En lugar de comunicar abiertamente sus preocupaciones o sugerencias, adopta un comportamiento pasivo agresivo… sigue leyendo y al final sabrás cómo termina la historia. 

pasivo agresivo
Vía @ratoska

El comportamiento pasivo agresivo antes era visto como un trastorno de personalidad

El comportamiento pasivo agresivo es cuando estás molesto con alguien pero en lugar de decirlo abiertamente, haces cosas indirectas para expresar tu frustración. Es como cuando te dicen “sí” pero en realidad están diciendo “no” con su actitud. Y eso puede crear mucha tensión y confusión en las relaciones, es como si hubiera una especie de conflicto oculto que no se resuelve fácilmente.

Se solía considerar el comportamiento pasivo agresivo como un trastorno de personalidad, pero luego se excluyó del DSM (manual diagnóstico y estadístico de los trastornos mentales) para evitar diagnósticos excesivos. Ahora se ve más como un rasgo común en ciertos trastornos de personalidad, como el narcisista, el límite o simplemente son esas cosas que la gente hace cuando está enojada pero no lo expresa directamente.

Señales pasivo agresivo 

Ocultar el malestar, más o menos

Las personas con comportamiento pasivo agresivo tienen problemas para decir cómo se sienten realmente. En lugar de expresar abiertamente sus emociones negativas, las esconden y las muestran de manera indirecta. Bueno, lo hacen de maneras un tanto sutiles. Por ejemplo, podrían ignorar a la persona con la que están molestos o ser excesivamente críticos sin razón aparente. 

Es como si estuvieran constantemente irritadas o molestas, incluso por cosas pequeñas o triviales. Y lo curioso es que pueden parecer muy amables y simpáticas cuando quieren, pero en realidad están usando esa actitud para manipular y conseguir lo que quieren. Es un poco confuso, ¿verdad?

Resistencia 

Cuando no están de acuerdo con algo que se les pide o propone, actúan como si estuvieran de acuerdo en la superficie, pero luego hacen todo lo posible para que las cosas no salgan como se esperaba. Te pueden decir “sí” con una sonrisa, pero en realidad están pensando en cómo evitar hacer lo que se les pide. Y lo peor es que a menudo evitan asumir la responsabilidad de sus acciones, siempre tienen una excusa o alguien a quien culpar por sus errores. Además, parece que están siempre un poco irritadas o molestas, incluso por las cosas más pequeñas. 

Chantaje emocional

Recurren al chantaje emocional como una forma de salirse con la suya. Manipulan los sentimientos de culpa o responsabilidad de los demás para obtener lo que quieren o evitar enfrentamientos. Podrían decir algo como: “Estoy tan decepcionado de que no puedas hacer esto por mí”, haciendo que la otra persona se sienta mal y, tal vez, ceda a sus demandas solo para evitar sentirse culpable.

“Las personas que muestran con frecuencia un comportamiento pasivo agresivo suelen hacer afirmaciones constantes sobre que se sienten incomprendidas por los demás”, afirmó Joaquín Mateu-Mollá, doctor en psicología clínica. Se perciben a sí mismos como víctimas de las circunstancias o de los demás, y utilizan esta percepción para justificar su comportamiento pasivo-agresivo. A pesar de ser responsables de sus acciones, tienden a culpar a los demás o a las circunstancias externas por sus propios errores o fallos.

Minimización de los logros ajenos

Es bastante común que las personas con comportamiento pasivo-agresivo intenten mantener una apariencia de superioridad o control minimizando los éxitos o logros de los demás, en lugar de celebrarlos y apoyarlos. De hecho, tienden a criticar constantemente a los demás, encontrando defectos en todo lo que hacen o dicen. “La envidia es también un rasgo frecuente”, apuntó Joaquín. 

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Vía @nathypeluso

Cinismo y falta de sinceridad

Adoptan una comunicación cínica y sarcástica, utilizando una vibe de aparente cortesía para ocultar su verdadera opinión. Esta actitud evasiva hace más difícil la resolución de conflictos o malentendidos, ya que son poco claros al expresar sus opiniones o sentimientos. Y suelen recurrir a tácticas manipuladoras para conseguir lo que quieren en lugar de comunicar abiertamente sus necesidades o preocupaciones. Este patrón de comunicación crea una dinámica de relación complicada y poco saludable.

Rechazo a la autoridad

Según Mayo Clinic, suelen enfrentar dificultades para aceptar la autoridad o seguir reglas establecidas, lo que puede generar conflictos en entornos laborales o sociales. Esta resistencia a aceptar la autoridad puede manifestarse de diversas formas, como la negativa a seguir instrucciones directas, la falta de compromiso con las políticas establecidas o la actitud desafiante hacia figuras de autoridad. En entornos laborales, esto puede resultar especialmente problemático, ya que puede afectar la productividad y el trabajo en equipo. 

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Vía @irinalesnichok

Venganza encubierta

En lugar de expresar abiertamente su enfado o resentimiento, optan por vengarse de manera sutil o indirecta, buscando hacer daño a la persona que consideran responsable de su malestar. Ejemplo: La persona está molesta con su jefe de equipo así que retrasa o sabotea tareas y compromisos importantes como una forma de venganza encubierta. 

Siguiendo con la historia del inicio, así sería si juntamos todo lo que has leído:

1. Durante las discusiones sobre la planificación del evento, esta persona hace comentarios como “bueno, supongo que lo haremos como tú quieres” con un tono sarcástico, insinuando su desacuerdo sin expresarlo directamente.

2. Cuando se le asignan tareas específicas relacionadas con el evento, las realiza de manera descuidada o incompleta, sin ofrecer explicaciones claras sobre porqué no están bien hechas.

3. Puede llegar tarde a las reuniones de planificación o incluso ausentarse sin previo aviso, lo que dificulta la toma de decisiones y la organización del evento.

4. En lugar de expresar sus ideas de manera constructiva, esta persona critica las decisiones del grupo de manera pasiva agresiva, insinuando que las cosas podrían hacerse de manera diferente sin ofrecer soluciones concretas.

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