Para abordar lo obvio desde el principio: todas las personas que conoces están, de hecho, en Italia en este momento, obteniendo bienestar de sus viajes de verano . Y si no lo están, se desplazan por TikTok viendo a extraños deambular por Italia, Marrakech, París o incluso ese hotel boutique a las afueras de la ciudad. Es verano, baby, y todo el mundo parece estar en las vacaciones de sus sueños.
Las vacaciones optimizan un merecido descanso del trabajo, ofrecen la posibilidad de descomprimir y reforzar nuestra salud mental y ampliar nuestros horizontes y exposición a personas y lugares desconocidos. Comprensiblemente, después de que la pandemia mantuvo a la mayor parte del mundo resguardado en el lugar durante años, la gente parece estar haciendo más uso que nunca de sus días libres.
Sin embargo, nuestras redes sociales están repletas de captions y photo dumps que sugieren que estas escapadas se tratan menos como aventuras y más como misiones. ¿Puede un road trip marcar el comienzo de una nueva “era” personal? ¿Una semana en Río de Janeiro te ayudará a superar el agotamiento o una ruptura? Parece que muchos están dispuestos a pasar meses de planificación, soltar montones de dinero (la inflación, ¿alguna vez has oído hablar de ella?) Y recorrer el mundo para alcanzar el peak vacation mode. Sin embargo, lo que no está claro es si vale la pena.
Por supuesto, sería una tontería sugerir que el tiempo libre no es algo objetivamente bueno. De acuerdo con la Dra. Sarah Stevens PsyD, una psicóloga clínica con sede en Los Ángeles, incluso las vacaciones en casa pueden ser útiles para su mente. “Tomarse un tiempo libre del trabajo tiene efectos positivos en el bienestar general”, dice ella. “Los beneficios rejuvenecedores de las vacaciones, incluidas las mejoras cognitivas y los autoinformes de mayor felicidad, no se limitan a destinos lejanos”.
La Dra. Chandler Sims Chang, psicóloga de Los Ángeles y fundadora de Therapy Lab, explica por qué estos viajes tan esperados pueden ser emocionalmente transformadores. “Los viajes brindan una perspectiva que a menudo falta en nuestra vida cotidiana”, dice. “Entonces, incluso si no es un gran cambio de perspectiva trascendental, es solo un cambio de ubicación. Tu posición dentro de tu vida cambia; estás fuera de tu día a día. Puede ser realmente provocativo y evocador de diferentes emociones”.
Destinos dopamina
Ese es el enfoque de la pasión por los viajes que estamos persiguiendo: cambiar quiénes somos y dónde estamos. Pero a veces, la presión de hacer que nuestras escapadas sean tan positivas (o incluso estéticamente agradables) puede terminar creando expectativas imposibles para ese tiempo que pasamos fuera de la oficina, y como humanos, todos podemos ser culpables de dejar que nuestras mentes se vuelvan locas, con las maletas en la mano.
“La gente tiene ideas mágicas sobre lo que los hará sentir bien”, dice el Dr. Kenneth Feiner PsyD, un psicólogo con sede en Nueva York. “Y las ideas de las personas sobre lo que los hará sentir bien no siempre funcionan”.
Instagram y TikTok siempre nos invitan a compararnos (y olvidamos que la comparación es ladrona de la felicidad), pero también las ofertas de aerolíneas y hoteles. Nuestros cerebros adoran estas posibilidades, y es por eso que para algunos, la planificación puede ser la mitad de la diversión cuando se trata de vacaciones.
Reservar hoteles dignos de IG, obtener reservas codiciadas y programar recorridos y degustaciones puede proporcionarnos canapés de dopamina cuando todavía estamos firmemente en el suelo y hambrientos de nuestros planes pendientes. Sin embargo, los viajeros más ansiosos pueden tener perfeccionismo pre-viaje.
“Si tú o tu compañero de viaje tienen tendencias perfeccionistas, la planificación de vacaciones puede implicar una constelación de comportamientos compulsivos, como una investigación excesiva, comparar y contrastar vuelos y hoteles, buscar tranquilidad leyendo reseñas o programar actividades en exceso”, explica el Dr. Stevens. “Todo este comportamiento es normal en cierta medida al planificar un viaje, y se espera una cierta cantidad de estrés al salir de la rutina y crear una experiencia novedosa. Sin embargo, cuando se hace en exceso, podría ser una señal de que la ansiedad está jugando un papel”.
In this economy?
Todos estos planes ambiciosos, románticos o no, cuestan dinero. Y en 2023, el simple hecho de llegar a su destino también puede significar casi arruinarse.
La presión de gastar ese tipo de efectivo (o ponerlo todo en un tarjeta de crédito y aumentar su deuda) puede terminar arruinando lo que se supone que es un descanso de la pesadez de la vida, pero la Dra. Stevens señala que sentir estrés monetario mientras planificas puede ser realmente algo bueno.
“Es esta incomodidad la que le impide gastar en exceso y sabotear sus propios objetivos financieros”, dice ella. “Me preocupo más por una persona que no se estresa por gastar dinero que no tiene. Volver a casa con aún más estrés monetario porque gastó de más en su viaje no se siente bien. Unas vacaciones que generan más estrés no cumplieron con su propósito”.
Viajes como bienestar y terapia
Sin embargo, ¿cuál es ese propósito? Es diferente para todos, pero luchar contra el agotamiento es uno de los beneficios más obvios de escaparse. Con la pandemia de COVID-19 llegó una comprensión más pública del agotamiento, un tipo de estrés relacionado con el trabajo que la Organización Mundial de la Salud (OMS) definió como un síndrome en 2019. Como tal, el bienestar es ahora (literalmente) tanto como un viaje como un destino.
“Desde el inicio de la pandemia, ha habido un aumento sin precedentes en la demanda de retiros y actividades de bienestar”, dice Jennifer McClymont, experta en viajes de Naya Traveler. La empresa organiza itinerarios personalizados para ayudar a los clientes a explorar mejor las ciudades de todo el mundo.
“Los viajeros están más interesados que nunca en su bienestar general, que abarca los aspectos físicos, espirituales y mentales. Los descansos de bienestar de una semana se han convertido en una adición regular a la vida de las personas, y muchos reservan múltiples retiros durante todo el año para priorizar el cuidado personal y el rejuvenecimiento”.
Esto sugiere que muchos de nosotros estamos más agotados de lo que creemos, y eso hace que las vacaciones se sientan menos como un descanso y más como un bote salvavidas, especialmente para quienes no pueden ausentarse del trabajo o realmente desconectarse.
“Algunas personas tienen esa capacidad y otras realmente no pueden”, dice el Dr. Feiner. “No puedo decir cuántas personas veo que no sienten que pueden apagar completamente sus computadoras”. Para aquellos que tienen el privilegio de la flexibilidad, no existe una fórmula sobre cuánto tiempo y hasta dónde se debe llegar para sentirse restaurado, especialmente si llevan equipaje que no se puede facturar.
“Las vacaciones en realidad no resuelven nada, pero pueden brindarte un descanso necesario”, agrega, señalando que el agotamiento es complicado. Para aquellos que están bajo un estrés especialmente alto, puede ser más difícil usar las vacaciones de una manera productiva (léase: revitalizante). “Es bueno para los cerebros de las personas estar en un área desconocida, incluso si esa área está a 50 kilómetros de distancia. Las vacaciones pueden ser reparadoras para las personas que trabajan muy duro, o pueden dar un descanso a las personas a las que no les gusta su trabajo, pero aun así regresas a la vida que tenías poco después”.
Preparándote para el impacto
Si puedes hacer una escapada este año, regresar al mundo real puede ser difícil, por lo que es recomendable prepararse para el impacto. Las personas rara vez se sienten bien descansadas después de ser sacudidas para despertarse, y volver a la vida normal después de las vacaciones puede sentirse de la misma manera.
“Creo que hay un período de disminución gradual, y es diferente para diferentes personas”, dice la Dra. Chang, por lo que recomienda llevar contigo los descubrimientos de tu viaje para aliviar el dolor.
“Cuando regreses, sentirte inspirado para traer de vuelta lo que sea que estabas haciendo durante las vacaciones y que amabas especialmente. Y la gente a menudo dice: ‘Oh, voy a conectar eso a mi vida y rediseñar mis días'”, explica. “Cuando te sientas así, escribe dos o tres objetivos clave. Porque para el día dos o tres, cuando estés de regreso en tu vida, es posible que lo hayas olvidado”.
Tal vez algún día, descubramos cómo elegir el descanso, un descanso real y significativo, cuando se trata de tomar vacaciones. “Serán interesantes las investigaciones futuras sobre los posibles beneficios restauradores de las ‘vacaciones’ de realidad virtual”, agrega el Dr. Stevens. -Cuidado de la rutina, o incluso una sola noche fuera de casa y de lo familiar.
Nota original: InStyle.com
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