Muchas veces callamos lo que nuestro cuerpo grita, tener dolor de cabeza después de un día con mucho estrés o sentir mariposas en el estomago cuando vemos a esa persona especial, es nuestro cuerpo manifestando nuestras emociones.
Las emociones como reflejo
Entender las señales que nos envía nuestro cuerpo y comprender que son un reflejo de lo que sentimos es importante, pues muchas veces pasamos por desapercibido muchas situaciones que no nos están haciendo bien, sin embargo, si sabemos interpretar de manera correcta lo que nuestro cuerpo nos está diciendo podremos mejorar nuestra salud y bienestar.
Dejar de estar en piloto automático por la vida y prestar atención a las señales que nuestro cuerpo nos está enviando sobre nuestro estado emocional, hará que conectemos más con el presente, conocernos un poco más y nuestra esencia.
Ten un tiempo para respirar profundamente, conectar con tu cuerpo y prestar atención a las sensaciones físicas … ¿Qué sientes? ¿Tienes tensión en los hombros? ¿Dolor de cabeza, de cuello? Puedes ir anotando cómo es que se siente tu cuerpo después de terminar tu día, y escribir cuales fueron las emociones que sentiste, después de un tiempo podrás notar los patrones y como es que tus emociones se manifiestan en tu cuerpo, pues recuerda que cada cuerpo es único y respondemos de diferentes formas.
Una emoción, una sensación diferente
Enojo
Cuando estamos enojados la forma en la que nuestro cuerpo manifiesta esta emoción es con tensión muscular, especialmente en el cuello, los hombros y la mandíbula. Puedes notar que estás apretando los puños o los dientes sin darte cuenta, lo que puede provocar dolores de cabeza o rigidez muscular. Además, puede afectar el sistema digestivo, causando sensaciones de malestar estomacal, náuseas o incluso problemas digestivos como diarrea o estreñimiento.
Miedo
El miedo se manifiesta en nuestro ritmo cardiaco, aumentando su frecuencia, la presión arterial y la respiración, pues es como si nuestro cuerpo se estuviera preparando para una amenaza que ve y esto también puede provocar sensaciones de hormigueo en diferentes partes del cuerpo, especialmente en las manos y los pies.
Tristeza
Cuando estamos tristes, nuestro cuerpo se puede sentir muy cansado con una sensación de fatiga y agotamiento físico. Además de un nudo en la garganta, la sensación de que podemos llorar por cualquier cosa y dolor de cabeza.
Felicidad
Pero así como nuestro cuerpo manifiesta algunas emociones no tan positivas, cuando estamos felices también lo refleja. La felicidad suele ir acompañada de sonrisas genuinas y risas espontáneas, nuestro cuerpo se siente con más energía, vitalidad y ligero como si fuéramos una pluma que se mueve con el viento.
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