El Caspering es un término que ha ganado popularidad recientemente, pero es algo que nos ha pasado desde hace mucho.
Primero, pongamos un poco de contexto: Imagina que estás hablando con alguien y empiezan a salir (aplica también para esas dates virtuales que por la pandemia se están empezando a normalizar), hay conexión, hablan por horas y le ves un futuro a la relación.
De repente llega un día en que la conversación acabó en un buenas noches o mañana te marco, pero jamás sucede. El paso de los días se hace semanas y no sabes en realidad qué paso, de repente de la nada vuelves a tener contacto pero la otra persona es súper amable, parece que ese break (léase con voz de Ross).
Acabas de ser víctima del Caspering, la diferencia que tiene al ghosting es que aquí sigue habiendo comunicación, un “pronto nos vemos” o claro, nos organizamos luego que te mantienen de un hilo delgado esperando que eventualmente ese plan se concrete. Entonces, en lugar de ghostearte, aún son amables contigo aunque saben y sabes que se acabó.
Si hubiera un diccionario oficial diría algo así como, ‘Caspering’, cuando alguien con quien has salido te envía un mensaje de texto, pero no tiene la intención de volver a verte y parece actuar más cordial que lo que un cierre amerita.
Esto no aplica solo a mensajes, puede ser que hasta siga viendo tus historias de Instagram o esporádicamente recibas un “Me gusta” en tus publicaciones. De esta manera, estarán lo suficientemente cerca como para verse, pero lo suficientemente lejos como para nunca volver a hablar.
Parece que, todos los días, hay un nuevo término que incluir en nuestras relaciones pero sinceramente lo que debemos es dejar de ser fantasmas que merodean por conversaciones y mentes sin propósito alguno y que la nueva ‘trend’ en dating sea ser sinceros y decir las cosas como son.
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