Febrero es el mes de nuestro Badass Women Issue, el número en el que celebramos a mujeres que están haciendo la diferencia desde sus industrias. Brenda Osnaya es una de ellas.
Reinvención sería el segundo nombre que le daría a Brenda Osnaya. Cumplir sus sueños teniendo al deporte como su aliado, la paratriatleta originaria de Monterrey es una mujer que ha dedicado su vida a inspirar y a crear una comunidad sin precedentes en los deportes adaptados de alto rendimiento y en la lucha por los derechos de las personas con discapacidad.
Desde los ocho años, Brenda incursionó en el patinaje de velocidad, un deporte no muy conocido en México. Su pasión y disciplina comenzaron a destacar hasta que fue campeona nacional. En el año 2010, rumbo a una competencia en Puebla, la vida de Brenda dio un giro de 360 grados, “íbamos en una van 4 atletas, mi entrenador y el metodólogo; tuvimos un accidente automovilístico que produjo en mi cuerpo una lesión medular completa nivel BL1 que actualmente no me permite caminar. Perdí la habilidad de caminar y por eso ahora utilizo silla de ruedas, esto fue un parteaguas en mi vida”, compartió Brenda en nuestra entrevista.
La medallista olímpica atravesó periodos de mucho dolor pero salió adelante, “a pesar de que tomé una actitud positiva, no estás preparada para adquirir una discapacidad ni tu familia ni tus papás. No hay manual. Tuvimos que reinventarnos como familia y el deporte fue el arma que yo tenía. El deporte me ha dado estos poderes internos para enfrentar toda adversidad que se me ha presentado, no solo en una competencia, sino en mi vida”.
Tras su accidente, Brenda solo tenía una cosa en mente: VIVIR. “Cuando estaba en el hospital tenía mucho miedo de morir, yo lo que quería era vivir, no me importaba perder la habilidad de caminar, lo único que quería tener esa certeza de que no corría peligro mi vida”, compartió, “y cuando entró mi papá a la habitación me dijo, ‘Brenda, no solo vas a vivir sino que vamos a ir por todo en tu recuperación y lo harás con al misma intensidad y disciplina que te caracteriza’ y por mucho tiempo ese fue como mi mantra”. En momentos tan críticos, construyó su resiliencia y paciencia para volver poco a poco a ser independiente, algo que continúa trabajando.
Con actualmente 28 años, Brenda ha sido imparable. El año pasado hizo su debut en el Maratón de la Ciudad de México en donde obtuvo el 2do lugar y asimismo ganó el 5to lugar en Paratriatlón de los Juegos Paralímpicos de Tokio 2020, convirtiéndose en la primera mujer mexicana en participar en esta categoría.
“Fue un año muy intenso”, me dice. Además estuvo ejerciendo su campaña política como diputada de Nuevo León a la par de sus entrenamientos. “Los seres humanos tenemos poderes con los que no nacemos pero los podemos desarrollar. El deseo de ser mejor está dentro de cada uno de nosotros y para mí el secreto es darte cuenta que que pese a todo siempre puedes encontrar esas habilidades en ti mismo que jamás pensaste explotar”.
Con la mira en París 2024, la atleta recuerda que para llegar hasta aquí ha sido clave ejercer su responsabilidad, cinco años después de su accidente logró ir a su primer mundial y representar a México en paratriatlón (natación, ciclismo y atletismo). “Cuando adquirí mi discapacidad, si bien no fui responsable de mi accidente porque yo no iba manejando, sí me hice responsable de mis emociones y acciones porque yo quería estar bien y mi familia también. Tenía estos dos caminos: ser víctima o ser responsable. Cuando eliges el camino de la responsabilidad eres consciente de que te llevará a un mejor lugar y por ello me comprometo a dar lo mejor de mi siempre”.
Además de sus múltiples podios y medallas, esta badass woman también ha compartido su testimonio en foros y conferencias alrededor del mundo, buscando impactar en la gente con su historia. Hablando de la disciplina, la salud mental y el amor propio, de los cuales se expresa como, “el amor propio no es gustarte todo el tiempo, sino aceptarte como eres. Siempre habrá cosas que puedes cambiar o mejorar pero otras veces no están en ti y de la aceptación viene este encuentro con uno mismo”.
Sobre aquellas mujeres que la inspiran y las sincronicidades de la vida, menciona que, “Nelly Miranda y Amalia Pérez son mis ídolas; medallistas paralímpicas en sus deportes y ahora me encuentro con ellas. Luego las mamás de las niñas se acercan a mí diciéndome que sus hijas quieren ser como yo o practicar mi deporte, entonces yo recuerdo que alguna vez también fui esa niña o esa joven que quiso ser como mis compañeras. ¡Es muy bonito!”.
Una badass woman es: “Que sea ella misma. Ahí radica nuestro poder más grande y nuestra verdadera esencia. No solamente ve por ella sino por su comunidad; comparte conocimientos, habilidades y a predicar con el ejemplo”.
Un consejo para las mujeres: “Ve por lo que quieres y hazte responsable de tus actos. Cultivar ese amor propio, recordar que primero hay que estar bien con una misma para dar lo mejor a los demás”.
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