A veces, lo único que necesitamos es un abrazo. No sólo para sentirnos seguras y apreciadas, sino también para nuestra salud mental. Al abrazar o ser abrazado, nuestro organismo libera oxitocina – la hormona del amor – que nos ayudan a potenciar vínculos interpersonales.
Pero luego de una noche larga de discusión con tu pareja, ¿realmente la quieres abrazar? De acuerdo a un estudio dirigido por Dr. Michael Murphy, director del departamento de psicología de la Universidad Carnegie Mellon en Pennsylvania, no deberías dudar en hacerlo.
“Recibir un abrazo el día del conflicto se asoció con una mejora del afecto negativo y positivo concurrente y el afecto negativo del día siguiente en comparación con los días en que se produjo el conflicto, pero no se recibió ningún abrazo”, dijo el Dr. Murphy.
El equipo reclutó a 404 adultos y los entrevistó todas las noches durante 14 días sobre sus peleas, abrazos y estados de ánimo. Los que se abrazaron el mismo día en que tuvieron un conflicto fueron más propensos a reportar que se sentían mejor que los que no lo hicieron. Estas parejas también percibieron que los efectos se prolongaron hasta el siguiente día.
“El contacto interpersonal está asociado con una mayor seguridad de apego, una mayor percepción del apoyo de la pareja, una mayor intimidad, una mayor satisfacción en las relaciones y una resolución de conflictos más fácil”, mencionó Murphy.
Como resultado, se estableció que el contacto interpersonal puede jugar un papel importante en la felicidad y la resolución de conflictos. ¡Así que abracémonos más, y discutamos menos para una relación feliz y saludable!
Lee más sobre el estudio del Dr. Murphy aquí; https://journals.plos.org/plosone/article?id=10.1371/journal.pone.0203522
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