Entrevistamos en exclusiva a Naty Abascal sobre el lanzamiento de su nuevo libro
Estilo de vida

Entrevistamos en exclusiva a Naty Abascal sobre el lanzamiento de su nuevo libro

Naty Abascal es un icono de estilo clásico y este libro (de la mano de Rizzoli, que sale esta semana a la venta) cuenta su historia a través de imágenes que le rinden homenaje en un recorrido por las principales etapas de su carrera internacional.

Cortesía

¿Cómo fue el proceso de creación del libro? Todo surgió a raíz de ver montada la exposición. Mi querido amigo Eugenio López, auténtico artífice de la exposición y el catálogo que ahora lanza Rizzoli. El libro es un viaje alrededor de mi carrera profesional, donde se mezclan los trajes con las imágenes, las personas y los recuerdos que de alguna manera han contribuido a definir mi vida.

¿Dónde pudiste conseguir tantas imágenes inmediatas? ¿Coleccionas todas tus sesiones de fotos? Mi vida es un auténtico álbum de fotos que se actualiza a diario. Mi casa, mi teléfono, las paredes, las librerías… vivo rodeada de fotos, de libros, de imágenes, de todo aquello que sucede a mi alrededor y que guardo como mi más preciado equipaje. 

¿Cómo has notado que la industria de la moda ha evolucionado desde que empezaste tu carrera hasta ahora? El primer factor que tenemos que tener en cuenta es el volumen. Somos más de 7 mil millones de personas en el planeta. La población mundial se ha multiplicado por tres en medio siglo. Hemos visto cómo la moda ha pasado de ser algo artesanal, a medida, a una industria que fabrica cientos de millones de piezas, las promociona y vende a través de canales digitales y la gente consume y deja de lado sin apenas usar muchas de esas prendas. Lo cual no significa que no haya espacio para comprar calidad, cosas que estén bien hechas, que sienten a la perfección, que duren décadas en el armario y que el uso y el paso del tiempo les dé ese carácter que en realidad no es otra cosa que la manifestación del estilo de cada uno. La moda, también es un reflejo de nuestros tiempos, y el mundo actual está marcado por la velocidad, la urgencia, la inmediatez. Hoy ya no hay ni tiempo ni vida que permita cambiarse tres veces de ropa al día, ni actividades que requieran piezas de Alta Costura como en el pasado, pero eso no significa que podamos seguir, de vez en cuando, disfrutando del placer de un vestido, un traje hecho a mano, a medida y solo para una persona. Esas piezas que hoy pueden parecer una extravagancia, no solo preservan tradiciones centerarias, que no deben perderse, porque son patrimonio de la Humanidad, sino que también, y esto es importante tenerlo presente, son las cosas que un día las verán futuras generaciones en un museo. Los museos de hoy en día se nutren de muchas mal llamadas “extravagancias” del pasado.

¿Cuál es tu mayor recuerdo de aquel desfile en 1964, donde debutaste? Algo muy divertido. La prensa se hizo eco de una modelo española, que era tan rápida en la pasarela que apenas entraba para cambiarse y ya estaba otra vez desfilando. Lo que no sabían es que éramos mi hermana gemela Ana María y yo, las que nos turnábamos en los desfiles. Eso llamó la atención del fotógrafo Richard Avedon… y así empezó mi carrera. Un reportaje de 14 páginas para Harper’s Bazaar, fotografiado por el mítico Avedon. ¡Imposible mejor comienzo!

¿Cómo inspiró tu hermana Ana María tu estilo? Creo que mi hermana y yo tenemos una simbiosis curiosa. Somos gemelas, tenemos gustos comunes y también grandes diferencias, pero nos complementamos a la perfección. Con los años, cada una ha desarrollado su vida, sus aficiones, su personalidad, pero seguimos estando muy unidas, intercambiamos ideas, vivencias, y muchas más cosas, que nos permiten estar en sintonía con el mundo que nos rodea. Somos los perfectos “partners in crime”.

Socialité, modelo legendaria, periodista, estilista y escritora, ¿cuál es la faceta que disfrutas más? ¡Todas! Y no olvides que también soy madre, abuela, me encanta cocinar, decorar, viajar… me faltan horas, días, tiempo para hacer todo lo que me gusta. Disfruto con todo, y de todo. Y aprendo de los errores, que son la mejor escuela. Vivir es sin duda mi total y absoluta prioridad.

Muchos han querido definir tu estilo, pero, ¿tú cómo lo describes? ¿Ecléctico? Quizás sea lo que mejor me define. Soy como un gabinete de curiosidades andante, mi estilo está hecho de emociones, de experiencias, de personas. Mi estilo se nutre de la curiosidad, de la ingenuidad, sí, ingenuidad, la constante necesidad de seguir aprendiendo. Tengo muchas cosas que compartir, pero me nutro también de la frescura, de la energía de la gente joven, de las nuevas generaciones. Soy una mezcla, a veces explosiva, de todo lo que me rodea. Una persona en constante cambio, justo para que lo esencial de mí, nunca cambie. Mi estilo.

Cortesía

¿Cuál desfile se quedó grabado en tu memoria de forma especial y por qué? Hay dos momentos en mi carrera imposibles de olvidar: desfilando para Oscar de la Renta con Elsa Peretti, la gran diseñadora de joyas de Tiffany, cuando era modelo, y el desfile que Valentino celebró en Roma en el año 2007 con motivo de su 45 aniversario. Es difícil describir la belleza, la creatividad, la perfección de todo lo que pasó en esos tres días de festejos inolvidables en la Ciudad Eterna.

¿Qué significó para ti poder tener una exposición en un Museo tan importante como el Jumex en México? Es difícil explicarlo con palabras. Un museo de arte contemporáneo, es una especie de templo, de laboratorio donde las personas vamos a descubrir, a ser provocados, a disfrutar, incluso a irritarnos. Ese es el poder del arte. Llevar la moda a un museo es una decisión arriesgada, pero hoy en día es parte del dialogo entre moda y arte, moda y cultura, y muchos museos tienen en la moda un camino abierto no solo a la investigación, sino que también atraen a través de la moda a muchos públicos que quizás se sienten reticentes o atemorizados de entrar en un museo y correr el riesgo de no entender el arte que están viendo. Tengo que decir que esta experiencia, esta emoción, esta ENORME lección de humildad es exclusivamente producto de la generosidad de Eugenio López, un amigo de tanto tiempo del que nunca podría imaginar ni en mis sueños más locos, que pusiera una planta entera de un museo, sus medios y su maravilloso equipo a disposición de la, probablemente, primera exposición de moda en un museo mexicano. Es una experiencia que nunca podré olvidar y este libro es el testimonio de ese gesto.

¿Qué otra pieza es la más especial en tu colección? Un traje de los años 60 de Oscar de la Renta, en crêpe amarillo con bordados en pedrería. Una pieza muy sencilla, pero llena de recuerdos y emociones, vivencias de un tiempo maravilloso que recuerdo con especial cariño. En esa época, empezaba mi carrera y mi armario era muy reducido. Ese traje, que estuvo en la exposición, ha vivido historias increíbles, sufrido daños y desperfectos, que eran pacientemente restaurados por las maravillosas costureras del taller de Oscar. ¡Una pieza fetiche en mi vida!

¿Qué mujeres inspiraron e inspiran tu carrera? Si hablamos del mundo de la moda, Coco Chanel y su uniforme que revolucionó el modo de vestir del siglo 20 y sigue siendo relevante hoy día , Frida Khalo y su sentido de la libertad, la ingenuidad y frescura de su pintura, cuando en el fondo encerraba tanto dolor, madame Vionet y sus cortes al bies hace cien años, Elsa Schiaparelli, la iconoclasta creadora que pedía a genios como Dalí que colaborara con ella en la creación de sus colecciones, Madame Gres, una de las mujeres más injustamente olvidadas en este mundo de satisfacciones inmediatas, una mujer que era capaz de esculpir con sus manos y unos simples alfileres (y decenas de metros de punto de seda) los trajes más exquisitos y femeninos… nombres míticos que revolucionaron el mundo a través de su forma de entender la vestimenta, el arte y la cultura.

Explora más en: Instyle.mx