Conoce los tipos de journaling para que pruebes cuál te ajusta mejor
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Conoce los tipos de journaling para que pruebes cuál te ajusta mejor

¿Recuerdas el pensadero del Profesor Dumbledore en Harry Potter y el Caliz de Fuego? Pues esa es la versión mágica del journaling, y se puede considerar como uno de los varios tipos que existen de esta práctica wellness porque cumple perfectamente con su objetivo: expresarse ante sí mismo para conocerse mejor. 

En InStyle te platicamos sobre los tipos de journaling y todo lo que hay que saber de este hábito.

¿Qué es el journaling?

Dumbledore le dijo a Harry que ahí descargaba sus recuerdos para liberar su cabeza de toda la información que tenía en su mente y después analizarla. Justo así es como funciona el journaling: escribes lo que piensas sin filtro ni lógica; al terminar, primero sentirás alivio por haberte desahogado sin ser juzgada, y luego podrás leer lo que escribiste desde afuera, una perspectiva mucho menos abrumadora que la interna. De hecho, esto es mil veces más efectivo si lo dejas reposar algún tiempo. 

Así te será más fácil notar cómo funciona tu mente, cuál es tu diálogo interno. Verás si sufres síndrome del impostor, si te haces autosabotaje, en qué nivel está tu autoestima, o si eres más inteligente de lo que siempre has creído, por ejemplo. Ya que tengas eso claro, identificarás tus puntos fuertes y débiles, al igual que lo que tienes que hacer para seguir así o mejorarlos. Tal vez te des cuenta de que necesitas ir a terapia, terminar con ese novio on and off, o mudarte de país. 

¿El final feliz de esta historia? Podrás conocerte mejor y te será más fácil darte a conocer con otros. Te expresarás mejor, marcarás claramente tus límites y harás respetar tus opiniones y gustos porque sabrás muy bien tu valor. You go, girl!

tipos de journaling
Via Daria Shevtsova en Unsplash

Los 8 tipos de journaling

Ahora que ya dejamos claro lo útil que es practicar journaling, hay que hacer otra aclaración súper importante. Sí, el término partió de literal llevar un diario como lo hacía Blair Waldorf y Bridget Jones, que solo escribían y escribían sobre sus días. Pero esa no es la única forma de hacerlo… realmente ni siquiera hay una única forma.

Para que plasmes tus emociones en hojas de papel (o digitales) —sea que eso se vea para ti—, aquí te dejamos unos tipos de journaling para probar o inspirarte a crear el tuyo (porque sabemos el terrorífico efecto del blank space).

Cartas

Hay tantas pelis y series donde envidiamos a los personajes que se atreven a decirle a las personas más importantes de su vida lo que realmente sienten y piensan sobre ellas. Hacer eso es muy fantasioso porque el miedo a enfrentarlos es brutal. Pero quedarse con eso adentro es tóxico, así que una forma de sacarlo sin desatar la III Guerra Mundial es escribir cartas que jamás saldrán de su sobre. 

Diario de sueños

Los sueños pueden ser tan bizarros, como hermosos o terroríficos, y es tan difícil recordarlos, pero tan reflejan nuestras emociones, traumas, o deseos que sería increíble poder grabarlos y verlos cuantas veces queramos. Por desgracia, no es posible, so, en lugar de eso hay que recurrir al viejo recurso del lápiz y papel. Escribe de cuanto te acuerdes y no te preocupes por ser coherente, los sueños raramente lo son. 

Gratitud

Aprender a ser feliz con lo que eres y tienes no es nada fácil porque culturalmente no es una costumbre muy común. Poner en palabras todo lo bueno que hay en tu vida es una de las mejores maneras de hacerte consciente de eso y aprovechar cada segundo. Basta con escribir en una o dos frases las personas, cosas, momentos, logros y demás que agradeces de tu vida

Identifica emociones

Bien sabemos lo complicado que es identificar nuestras emociones, aunque parezca lo más fácil del mundo y es una habilidad demasiado útil en muchas cosas como para dejarla en pañales. Por eso, puedes armar un cuestionario para responder qué emociones te generan tales o cuales situaciones, personas o cosas. Por ejemplo, “¿cómo te sientes cuando abrazas a tu mamá?” o “¿qué emociones te produce ver un insecto?”. El chiste es que solo te enfoques en las emociones inmediatas, deja el análisis sentimental para después. 

Registro de salud

Si estás en tratamiento para x cosa, siempre es útil llevar un registro del progreso para tener más claro si está funcionando o no, los momentos clave (como cuando olvidaste tomar las pastillas o si tuviste una recaída de la enfermedad). En fin, todo lo que pueda ser importante para que le cuentes a tu doctor y no tengas que hacer memoria ni se te pase algo importante en plena consulta. 

Diario visual

¿Te acuerdas de la peli LOL, donde Miley Cyrus como Lola lleva con ella un cuaderno lleno de dibujos, fotos, stickers y recuerdos para todos lados? Ese es el ejemplo perfecto de un diario visual, donde solo caben letras, sino todo lo que quieras poner. Hasta el cabello de tu crush que agarraste de su ropa. 

Prompts

Para esos días en que nada se te viene a la mente de lo que hablar, un método infalible de sacarte tema para hacer journaling es responder prompts. Se trata de un cuestionario genéricas para responder tan corto o extenso como quieras. Las puedes encontrar en Pinterest, TikTok, Google, etc, y hay de varias intensidades; las más leves incluyen preguntas como “¿qué lugares te gustaría visitar?”, y las más profundas te sacarán una lagrimita cuando te toque responder “si estuvieras en un cuarto solo con la persona que más te ha lastimado, ¿qué le dirías?” ¡Cha-ca-cha-chán! 

Grabaciones

Otra alternativa a escribir sobre tu vida en un diario tradicional es hablar con esta ante una grabadora. Te sentirás Emma Chamberlain y probablemente descubrirás tu potencial como podcaster, así que no dudes en probar esta versión del journaling.

Tips extra

Para sacarle el mayor provecho, cuida siempre hacer cada sesión con mucha atención. Ya sabes, cero distracciones ni nada de multitasking. De hecho, es una excelente forma de practicar mindfulness si no eres la fan #1 de meditar.

Puedes llevar cuantos diarios quieras, desde el de los sueños, hasta el de tus proyectos profesionales. No tienes que elegir solo uno de los tipos de journaling: lo cool de tener uno para cada área de tu vida es que podrás ver tus avances específicos de esa parte más fácil y no sufrirás buscando cuándo fue la última vez que fuiste al gym entre mil páginas. 

Los hábitos se crean con constancia, sí, pero no con presión. De nada te servirá si lo haces a la fuerza, por eso no te recomendamos ser demasiado estricta con los horarios ni las repeticiones. Claro, necesitas constancia para ver resultados, pero la constancia puede verse como hacer journaling todos los días, semanalmente, una vez cada quince días o cada mes; o simplemente cada que necesites y quieras contarte algo. It’s totally up to you!

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