El home office llegó para quedarse en nuestras vidas, lo cual nos da la oportunidad de poder trabajar casi en cualquier lado, y lo de hoy es poder hacerlo en lugares que nos proporcionen paz, nos ayuden a relajarnos, donde podamos comer bien y tomarnos un break para continuar con la jornada laboral, y así ser más creativos.
Amomoxtli, es un hotel boutique que lo tiene todo para cargarte de energía mientras trabajas, porque créenos que no hay nada como checar tus mails en un camastro o concretar proyectos frente a la alberca.
Cabe mencionar que Amomoxtli se encuentra en las faldas de la cordillera de El Tepozteco, en Tepoztlán, Morelos, muy cerca de la CDMX, y como bien sabes, este es un lugar místico en el que se alberga muchísima energía, así que siempre será una buena opción para esos momentos en los que necesitas reencontrarte contigo o simplemente buscas paz y silencio.
En el hotel Amomoxtli todo es paz y calma
¿Por qué decimos que es perfecto para hacer home office? Porque aunque pareciera que estás rodeado de muchas distracciones, es todo lo contrario: si algo reina aquí es la calma y los días parecen alargarse infinito, lo cual te permite hacer muchas cosas desde temprano. El hotel cuenta con solo 37 habitaciones, lo cual en estos tiempos pandémicos hace que no se concentre mucha gente y que por supuesto, puedas trabajar súper a gusto.
Para empezar el día, puedes solicitar en recepción que te dejen afuera de tu habitación una canasta con café del día, así cuando despiertes podrás salir por tu café listo para ti, y sí, es una sensación hermosa despertar con tanto apapacho.
Después, puedes dar una caminata por sus increíbles jardines que albergan muchísimas especies de árboles y plantas, y como el clima es semi-lluvioso, ese rico frío matutino te despertará. Y como no hay comida más importante que el desayuno, sí o sí debes probar la panadería de su restaurante Mesa de origen, que es una delicia y te vuelve adicta (no es broma).
Si andas en modo fit, puedes elegir entre una gran variedad de smoothies, bowls de avena o sándwiches, pero si quieres probar algo más consistente, te recomiendo muchísimo el desayuno tepozteco.
Te aseguro que harás todo esto antes de las 10 am, ahora sí, ¡a trabajar! Y puedes hacerlo prácticamente en cualquier espacio del hotel, desde los camastros de la alberca, en tu habitación o en unas salitas que están justo afuera y que forman parte también de tu cuarto, si hace frío, sólo necesitas una mantita, tu compu y listo. Y si se te antoja algo para picar, siempre existe el room service que es de excelencia.
Y como Tepoztlán es un lugar mágico, durante la semana el hotel ofrece distintas actividades, como la ceremonia de infusiones en las que se recolectan hojas de los árboles que están en el hotel para preparar un té, ya sea de manzanilla, romero, ruda, etc. También hay meditaciones guiadas en distintos horarios de pocos minutos, las cuales te caen perfecto si tuviste muchas juntas en el día.
A la hora de la comida, puedes pedir del menú de la alberca por si te encuentras ahí y pedir unas deliciosas pizzas con una piña colada (que btw, es una de las mejores que he probado), o ir a Mesa de origen, que ofrece un menú hecho con ingredientes locales. Es difícil elegir porque todo está deli, pero mis favoritos fueron los taquitos de jamaica, el elote tepozteco que es un sueño, la milpera, el platón morelense, y la pechuga de pollo asada. Y de postre, elige el que quieras, ¡todos son garantía!
Obvio, un parada obligada es el spa que ofrece una gran variedad de tratamientos y masajes para que te relajes al 100%, es un súper plan para empezar el día o para finalizarlo y que duermas como bebé. También si quieres una desintoxicación mucho más profunda, no dudes en reservar para la ceremonia del temazcal, así podrás reconectar cuerpo y mente en este ritual increíble.
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