Por: Andrea Zuckermann.
¿Te acuerdas lo que fue dejar de caminar de un segundo a otro? Cerrabas los ojos, respirabas y te decías “Yo camino, siempre he caminado, esto no está pasando”. Viviste meses con esperanzas, viendo tus piernas, esperando que se movieran tus rodillas, tus pies o tan solo un dedo.
Pasabas horas viendo la parte de ti que había dejado de funcionar, no podías ni verte en el espejo, el reflejo ya no eras tú. Veías series, películas, revistas, redes sociales y ya no te identificabas con nadie. Te diste cuenta que vives en un mundo que no te quiere, donde no hay rampas, no cabes en los baños, no hay elevador, las banquetas son horribles y empezaste a pensar que no valías lo mismo que los demás, que no caminar te hacia menos, que importabas menos. Te lo creíste.
Un año después, cerraste los ojos y te diste cuenta que eres tú, que la silla te da libertad, que te puedes mover, que puedes pensar, que no caminar no te define. ¿Y qué hiciste? Comenzaste a procurar tu mente, cuidarte, alejarte de la gente que te hacía sentir menos. Empezaste a trabajar en ti, en tu cuerpo, en lo que tienes.
Casi dos años después, ésta eres tú, en silla, buscando un lugar para ti y las personas con discapacidad en la sociedad. Luchando porque vean tu cuerpo y lo aprecien, como ahora lo haces tú, porque eres más fuerte, más hábil, más ingeniosa.
Mi cuerpo no se curó milagrosamente, pero yo sí, me volví más amable conmigo misma, aprendí a valorar esta versión de mí. Lo más preciado que tienes es tu mente y hay que procurarla ya que sin ella, seguirías cerrando los ojos creyendo que esto es un sueño.
En 2020, @azuckermann sufrió un accidente que la dejó parapléjica. En 2021 firmó un contrato con la agencia de modelos Queta Rojas. Para ella no hay impedimento, ¡es una badass woman!
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