Challengers, una de las películas más esperadas del 2024, por fin llegó a los cines, dejando a todos enamorados de Zendaya, confundidos con el final y, obvio, agendando una clase de tenis.
Dirigida por Luca Guadagnino, el director de la aclamada película Call Me By Your Name, y protagonizada por Zendaya, Mike Faist y Josh O’Conner, Challengers es la película más hot del año.
Un final que termina en el clímax
Después de una racha de malos partidos, el jugador de tenis profesional Art Donaldson es inscrito a un partido más low-stakes, conocido como Challenger, por su esposa y entrenadora, la ex tenista Tashi Duncan, quien piensa que ganar el Challenger le quitará esta mala racha a su esposo.
Sin embargo, al llegar al torneo, se encuentran a Patrick Zweig, mejor amigo de la infancia de Donaldson y exnovio de Tashi. Con una historia que gira en torno a este match entre ex mejores amigos y una serie de flashbacks que te explican por qué las tensiones en la cancha están tan altas, Challengers aumenta la tensión durante toda la película para terminarla en el clímax.
El guionista de la película, Justin Kuritzkes, explica que su inspiración para escribir esta película, fue la final del US Open de 2018 entre Serena Williams y Naomi Osaka. Kuritzkes explica que en el momento pensó que lo único que haría este partido aún más emocionante sería saber qué está en juego para cada jugador. Es por esto que en Challengers decidió lanzarnos directo al partido y luego darnos a entender gradualmente por qué era tan importante para Art, Patrick y Tashi.
El build up al final de Challengers
Kuritzkes le explicó a Vanity Fair cómo durante toda la película vemos a los tres personajes principales tratando de reconectar y volver “a ese momento de su juventud cuando las cosas no estaban tan tensas, cuando simplemente había una alegría pura en estar juntos”.
Art Donaldson se ha desalentado por completo con su carrera de tenista profesional. Patrick está atrapado en una eterna búsqueda por su juventud, tratando de atrapar ese momento en el tiempo cuando era joven y talentoso, con todo su futuro por delante. Y, por otro lado, Tashi, que en realidad el amor de su vida siempre es y será el tenis, lleva desde su lesión jugando a través de su esposo Art, haciendo su inminente jubilación el fin de la carrera de ambos.
Conforme la película va avanzando y la red que enreda a estos tres jugadores se vuelve más y más complicada, el partido entre Art y Patrick los va haciendo avanzar hacia la red y aumentar la intensidad de su partido. ¿La gota que derrama el vaso? El momento en el que Patrick hace un gesto que solo Art entenderá como una confesión de que se acostó con Tashi la noche anterior.
Con esta información, Art por fin sale de su mala racha y juega tenis con pasión e intensidad, algo que Patrick lleva buscando sacar de su mejor amigo desde que son jóvenes. Kuritzkes explica cómo “Se siente una energía palpable en un estadio de tenis cuando un jugador avanza y el otro lo sigue. Es inevitable. Algo va a ceder. Habrá una explosión.”
Qué representa la escena final de Challengers
El final de Challengers es una explosión entre los tres personajes, con Art chocando sobre la red en un remate y Patrick atrapándolo en sus brazos para terminar en un abrazo de reconciliación, mientras Tashi grita “¡Come on!”, un grito de pasión y entusiasmo por el deporte que no había sentido en años.
Para Kuritzkes, este momento es satisfactorio y ambiguo, no está claro quién gana el partido o qué les depara a los personajes en el futuro; en su opinión, no importa realmente. Los tres han conseguido lo que llevaban buscando toda la película. Art ha reavivado su pasión por el tenis, Patrick ha revivido su juventud jugando con su mejor amigo y Tashi vio un buen partido de tenis.
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