Lenguaje incluyente y pronombres son dos cosas distintas (pero muy importantes)
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Lenguaje incluyente y pronombres son dos cosas distintas (pero muy importantes)

Cada cierto tiempo surge un debate en internet sobre el lenguaje incluyente: que si es válido, que si es ridículo, que si lo acepta la RAE, que si es el futuro del español.

La realidad es que el idioma lo creamos quienes lo hablamos y la RAE es una institución que ayuda a homogeneizar, pero no puede obligarnos a usar o no ciertas palabras. Más bien, administra las palabras que la gente YA está usando.

Qué es el lenguaje incluyente y cómo se usa

El lenguaje incluyente es un concepto que se refiere a usar el idioma para intentar incluir a grupos que por lo general no se nombraban, desde las mujeres hasta las personas no binarias.

Cada medio de comunicación, institución o persona puede decidir cómo hacer esto. Por ejemplo, en lugar de decir “los clientes”,  se puede decir “lxs clientes”, “les clientes”, “la clientela”.  Todos estos son ejemplos de lenguaje inclusivo.

En los últimos años se ha usado la x o la e para englobar a todos los géneros: tanto masculino como femenino y personas no binarias. Esto a veces no entra en los manuales de estilo de ciertos medios e incluso puede no ser tan incluyente (la “x” es complicada de leer para el software que usan las personas ciegas para dictarles el texto).

Quienes quieren practicar con la inclusión pero por diferentes razones deciden no usar la x o la e, hay otras opciones, como “las personas que…”, “quienes se dedican a…” o palabras como “clientela”, “gerencia” y “coordinación” en lugar de “clientes”, “gerentes” y “coordinadores”.

Los pronombres personales siempre deben respetarse

Por otro lado están las personas que utilizan los pronombres “elle” o “ellx”. Lo más común es que sean personas no binarias (aunque no necesariamente). 

Para referirte a personas que usan estos pronombres, dirías “mi compañere”, “mi amigue se dedica a la arquitectura” (o “es arquitecte”, en lugar de “arquitecta” o “arquitecto”).  Esto puede tomar un poquito de tiempo, pero así como te aprendes los nombres de las personas, puedes aprenderte sus pronombres y disculparte en caso de confusión.

Eso sí, negarte a usar los pronombres correctos porque “no te gusta el lenguaje incluyente” no es válido. Es negarte a respetar la identidad de una persona, decidir que no te importa quién es porque te incomoda y el equivalente a que alguien te diga que su nombre es “Ana” pero tú decidas que no te gusta, así que mejor le dirás “Tomás” o “Sofía”. Súper invasivo, innecesario y grosero, ¿no?

lenguaje incluyente pronombres

Puedes decidir no cambiar toda la forma en la que te comunicas todo el tiempo si no te acomodas con ninguna de las opciones para un lenguaje inclusivo, pero cuando te dirijas a alguien que es “elle”, no es opcional. De nuevo, puede ser que haya errores, pero es respeto básico esforzarte por hacer el cambio.

No importa que la persona “se vea” como hombre o mujer, use ropa, maquillaje o corte de pelo tradicionalmente femenino o masculino. Si te dice cuáles pronombres prefiere, escucha.

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