Cristina Grappin es una arquitecta mexicana, graduada en arquitectura por el ITESM y en interiorismo en Scuola Lorenzo di Medici en Florencia. Cristina Grappin crea el estudio Ezequiel Farca + Cristina Grappin en el 2012, que ya cuenta con oficinas en Los Ángeles, Milán y CDMX. Ha ganado premios de arquitectura y realizado más de 50 proyectos residenciales y comerciales. Actualmente dirige el taller en CDMX.
IN: ¿Cómo empezaste en tu carrera y que es lo que más te gusta de tu profesión?
CG: cuando llegó el momento de tomar una decisión sobre qué carrera estudiar, estaba muy inclinada hacia las artes plásticas, debido a que desde niña pinté al óleo. Al final, un amigo artista y arquitecto me explicó lo que hacía en su día a día, lo que significaba ser arquitecto. Desde ahí tuve mucha curiosidad sobre esa profesión y decidí estudiarla. Encontré en la arquitectura un mundo de posibilidades y creación que me enamoró y hasta el día de hoy lo sigue haciendo. Después de estudiar tuve la oportunidad de trabajar en proyectos que pude ver realizados rápidamente. Eso me motivó mucho y me hizo aprender también de mis errores como diseñadora/arquitecta; el entender primero en la práctica cómo construir, fue algo que me dio muchas herramientas para poder crecer como arquitecta. Hoy después de una década proyectando arquitectura y diseño de interiores, me siento muy agradecida de poder poner en práctica mis inquietudes creativas así como crear espacios que además de buscar una cierta estética, sean funcionales y mejoren la calidad de vida del usuario.
IN: Como mujer, ¿a qué retos te has enfrentado en tu carrera?
CG: tengo que agradecer la situación personal en la que me encuentro, ya que muchas mujeres no tienen la oportunidad de tener una carrera profesional y mucho menos, en carreras como la arquitectura, ingenierías, entre otras más, que son muy demandantes. Hemos recorrido un camino largo, y hoy en día hay muchas más posibilidades que antes, pero aún hay mucho por hacer. Creo que me he enfrentado, en diferentes etapas de mi vida a retos que por solo por el hecho de ser mujer han llegado a mi camino. Todos ellos me han ayudado a crecer personalmente y profesionalmente, y me han servido para entender cómo poder generar cambios dentro de una sociedad que está muy viciada con sus expectativas del rol de una mujer. En mi opinión, lo mejor que puedo hacer es seguir en mi camino profesional, apasionada con mi trabajo, sin importar las circunstancias que pueda enfrentarme en la vida. Hoy en día me encuentro con una inquietud sobre estudiar y poner en práctica teorías de diseño que ayuden a que los espacios que diseñamos no fomenten la violencia de género.
IN: ¿Cuál es tu parte favorita de ser creativa?
CG: me encanta poder ver mis proyectos realizados. El crear algo que en algún momento no existió y salió de tu mente es un proceso muy especial. A diferencia del arte, es un proceso creativo que al final debe cumplir con una solución formal/funcional para un usuario en específico. Pero definitivamente la primera fase de un proyecto donde haces una extensa investigación del sitio donde se diseñará, del usuario y cómo eso lo bajas a un concepto arquitectónico es lo que más me emociona. Una de las tipologías que más me gustan son los espacios efímeros, ya que nos hace experimentar con conceptos más contundentes así como cambiar de escala y contexto . Hace poco, la empresa Comex, me invitó junto con otros creativos a escoger los colores del año del 2021. Tuve la fortuna de trabajar en un proceso de diseño con un grupo multidisciplinario y llegar en conjunto a una solución, lo cual a veces no es fácil cuando se reúnen muchas mentes. Nos dieron la oportunidad de representar en un pabellón, una de las paletas de los colores del año. El proceso creativo junto con mi equipo fue muy interesante, ya que, aunque cada persona tenía metodologías muy diferentes de diseño, llegamos a una conclusión y propuesta que fue muy satisfactoria para cada quien.
IN: ¿Qué te inspira?
CG: me inspira la vida… Me encanta aprender de otras culturas: de los egipcios, la cultura oriental, y por supuesto, de nuestra cultura prehispánica. Me inspira también la naturaleza y su resiliencia.
IN: ¿Qué le dirías a las nuevas generaciones para que se atrevan a luchar por sus objetivos?
CG: que no se den por vencidos cuando las cosas se ponen difíciles. En lo personal, he tenido que pasar por muchos momentos complejos en mi carrera profesional, muchos retos. Hubo instantes donde quería ver hacia otro lado, por ser el camino fácil. Pero al final el trabajo duro es lo más valioso para sentir una satisfacción personal una vez que llegas a la meta. Me queda mucho por recorrer y aprender, y nunca quisiera estancarme; así que entiendo que siguen muchos retos por enfrentar, pero creo que lo importante es saber que tú solito puedes y no necesitas a nadie más que a ti mismo para cumplir tus objetivos.
IN: Las mujeres nos enfrentamos todos los días a grandes luchas, ¿cómo te has fortalecido ante esto y así conseguir lo que quieres?
CG: Me considero una persona muy dedicada y apasionada, si tengo un objetivo, pongo en práctica todo mi tiempo y esfuerzo para cumplirlo. Cuando una sociedad cree que solo por un tema de género no se puede lograr algo, me da más fuerza para seguir adelante y recorrer mi camino sin importar el contexto en el que te encuentras. Creo que solo hay que tener confianza en uno mismo, creer en ti, no escuchar las opiniones negativas de tu alrededor y recorrer/vivir tu vida ; al fin y al cabo es solo tuya y de nadie más.
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