El cambio y la adaptación es inminente, y así como hace más de un año tuvimos que tomar sana distancia, evitar los lugares aglomerados y quedarnos en casa por salud; ahora llegó la hora de retomar algunas de nuestras actividades como regresar a oficinas y escuelas de manera presencial, varios en esquema híbrido y otros 100% de vuelta a los espacios de trabajo.
Para algunas personas esto representa un alivio, puesto que su casa no era un ambiente adecuado, sin embargo para otras puede estar representando un enorme malestar emocional ya que podrían estar surgiendo muchas dudas como: ¿estamos listos?, ¿es seguro?, ¿y si no me siento cómodo en lugares públicos?.
Este artículo tiene el objetivo de ayudarte a procesar tus emociones y esas preguntas que nos generan incomodidad y llevar a cabo algunas recomendaciones que te ayudarán a afrontar el regreso a la nueva normalidad.
¿Qué pasa conmigo, por qué no quiero afrontar el regreso a la normalidad?
Primero es importante hablar acerca de la resistencia, quizá ha pasado por tu cabeza “no quiero ir a la oficina”, “no debería” e incluso tal vez pensar en renunciar o posponer planes para el siguiente año. Este tipo de pensamientos son totalmente normales y válidos, provienen de una resistencia al cambio y del miedo a salir de esos hábitos y lugares que ya controlamos. Además son reforzados por el miedo real que aún existe ante quedar expuestos a un contagio.
Experimentar resistencia es como ese pequeño salvavidas al que nos aferramos, que temporalmente nos resulta bien, sin embargo a la larga nos impide tener una experiencia de vida y aprender a retomar el control sobre nosotros mismos. El primer paso es el más difícil, pero una vez que rompes esa barrera, el proceso de adaptación se irá integrando poco a poco en tu vida.
Por otro lado, puede que tu problema no tenga que ver con la resistencia, al contrario, la idea te encanta pero el problema surge cada que sales a algún lugar, sientes como si un miedo paralizante te invadiera, te incomoda estar en lugares en donde hay mucha gente e inmediatamente comienzas a experimentar tensión muscular, palpitaciones, un miedo muy intenso que quizá sea ansiedad.
La ansiedad es una respuesta común debido al estrés que nos genera una situación en donde nos sentimos amenazados, y esta se vuelve un obstáculo cuando en una situación como acudir a algún lugar público sientes mucho miedo. Por ello, primero es muy importante averiguar qué experimentas y cómo vives tus emociones en ciertas situaciones, ya que el primer paso es nombrar esas emociones para darle prioridad a trabajar sobre ellas.
Técnicas para enfrentar la nueva realidad
Si te sientes identificada con estos escenarios aquí algunos tips que te ayudarán a adaptarte y gestionar de mejor manera el regreso a la nueva normalidad.
- Identifica tus emociones y pensamientos: ¿Qué sientes o piensas cuando pasa por tu cabeza la idea del regreso?, ¿hay alguna emoción o pensamiento que predomine? Esta primera reflexión te ayudará a hacer un escaneo personal de lo que te genera, y principalmente a identificar lo que hay detrás de ese miedo o el pensamiento predominante que te está bloqueando
- Acepta tus emociones, negar o evitar la existencia de una emoción es como si negaras una parte de ti, lo que hace que constantemente esté presente, es normal sentir miedo y preocupación por la nueva situación. Este proceso de adaptación es por etapas y reconocer cómo te sientes es el primer paso.
- Piensa en los beneficios en vez de solo ver lo negativo. Cuando experimentamos ansiedad tendemos a solo ver el lado negativo de la circunstancia, por tanto nos limita a ver lo que sí es benéfico, preguntas como ¿cuáles son los beneficios?, ¿qué sientes que irá bien?, ¿qué cosas nuevas puedo hacer en este regreso?, esto te ayudará a hacer una reflexión hacia el futuro y generar escenarios positivos en donde quieras estar.
- Planifica tu regreso. Si te es posible organiza un regreso paulatino, empieza por las actividades que más disfrutabas y más fáciles de hacer, quizá comenzar a caminar cerca de casa, en un parque o lugares abiertos, esto te irá acostumbrando a la sensación de retorno.
- Crea tarjetas con autoinstrucciones. Esta técnica te ayuda a prepararte mentalmente en cómo responder al momento de incomodidad o ansiedad que sentimos al estar en lugares con gente. Consiste en que hagas una lista de “instrucciones” que tienes que repetir una y otra vez de lo que harás la siguiente vez que sientas ansiedad. Por ejemplo: “si siento ansiedad en un lugar, lo primero que haré será respirar profundamente, después recordaré que mis sensaciones son temporales, después me aseguraré de tener las medidas sanitarias necesarias, etc”. Esta técnica nos ayuda a preparar un plan de contingencia para reaccionar ante nuestras emociones.
- Háblalo. Hablar de cómo nos sentimos y lo que experimentamos nos ayuda a liberar esa carga, además te ayudará a abrirte a los demás y saber que seguramente hay más personas que sienten algo similar a lo que tú experimentas.
- Acude con un especialista. Si la ansiedad te está rebasando es importante que vayas con un especialista, ya que en ocasiones la ansiedad se puede convertir en una fobia, y por ello es importante que lo abordemos al menor indicio de que algo no anda bien.
Finalmente, recuerda que es un nuevo proceso de adaptación y que el primer paso es el más difícil, pero después de ello irás enfrentando y asimilando el cambio.
Texto por Lizbeth García, psicoterapeuta y team leader de Astronauta Emocional.
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