Encontramos el lugar que debes visitar antes de que se acabe el año y se llama Aúna Café, el siguiente spot donde será tu reunión preferida de brunch con amigas. (Si no nos crees, sólo lee el menú).
Mientras todo mundo quiere reunirse no matter what en el último mes del año, la pregunta que aparece en nuestros group chats es “¿a dónde les late ir?” Aquí te tenemos la respuesta que te hará quedar bien con el grupo proponiendo un spot diferente, delicioso y nuevo… ni el típico lugar healthy ni tampoco el que sirve lo de siempre.
Hotspot alert
Con un concepto de farm to table Aúna llegó para la muy necesaria pausa con la que todo chilango fantasea. Y es que—aquí entre nos— puede ser tu momento de me time entre todo el ruido y la agenda full navideña… o también, un gran cafecito para trabajar (find me there with a babka as we speak).
Aunque es imposible decirte que, el lugar cuyo nombre literalmente se inspira en “aunar” a.k.a. reunir, no es el siguiente meeting point favorito. Así que sí, este rincón en Polanco parece ser nuestro predilecto para mezclar lo mejor de dos mundos: reunirse para convivir en un lugar que es un respiro total.
Como nos cuenta el equipo Aúna Café, “no vienes por una comida completa”, sino para probar de todo; de esos planes donde los platos van al centro… porque “compartir abre la conversación”. Y no hay mejor plan que ese.
Qué pedir en Aúna Café
Tus nuevos chilaquiles favoritos
Al leer el menú, cocreado por el chef Jorge Vallejo (también del Quintonil) y el chef Fernando Torres (anteriormente en Máximo Bistrot, Corazón de Tierra, Pujol y Quintonil) descubres que un brunch o desayuno aún te pueden sorprender. Con una fusión de ingredientes y técnicas que reinterpretan los clásicos que todos amamos, querrás probar todo (tip: llega con mucha hambre y compañía).
Los platillos que todos amamos, but make it different: nunca pensé que los chilaquiles saben mejor con salsa de chile mulato y cordero. ¿Otro imprescindible? Los huevos shakshuka con salchicha tipo merguez, elaborada “en casa” con pato de Valle de Bravo; y la gringa norteña con queso comté, machaca de res de Sonora, frijoles refritos y salsa macha con tortilla de harina de Ensenada es otra apuesta segura.
Aunque todos soñamos con un gran desayuno que viaje hasta la puerta de nuestra casa… cuando llegas a Anatole Franz #139 entiendes que lo memorable de este café con esencia campestre es la experiencia cozy y personalizada, porque ningún Uber puede darte los emplatados que te sirven en las mesas de Aúna (te reto a ir sin tomar fotos de tu orden).
Por qué hay que guardar espacio para el pan dulce
Su panadería, que —después de saborear el pan de muerto en octubre— seguro sabes que es un 10 cerrado, tiene otras joyitas. Y es que descubrir qué indulgencia dulce se horneó esa mañana es suficiente excusa para ir. Probablemente encontrarás una croncha: sí, adivinaste, una mezcla de concha con chocolatín. Estos días no te pierdas el brûlée de mamey (nuestro fav).
Las hogazas de masa madre son la gloria con sus mermeladas artesanales de chabacano con chile chipotle, papaya y uchuva. Ni nutella ni penaut butter, entenderás de lo que te hablo cuando seas uno de tantos comensales que pide un botesito lleno para llevarse a casa. Y de una vez, te pasamos el adelanto de la rosca de reyes que, confirmamos, será la que compremos para nuestro festejo del 6 de enero.
Brunch but make it different
Si vas por su menú de brunch de todo el día, confía en nosotras, la trucha salmonada con chabacano y crème fraîche no puede faltar, ni tampoco la ensalada de hinojo y aguacate o el flatbread con barbacoa de hongos y queso comté. Como cualquier lugar enfocado en la temporada, en el menú podrás toparte con un especial (para brunch, lunch o snack), pero uno de sus imprescindibles es el sándwich de pastrami, hecho en casa con una mezcla de especias a base de semilla de cilantro, pimienta, hojuelas de chile de árbol y ajo. La ensalada de berenjena confitada en aceite de oliva, miel de agave y hojas aromáticas con hojas de tatsoi y una emulsión de cacahuate, o el fideo meloso con hongos de temporada en salsa borracha son básicos.
¿Y para tomar? El café sigue ese mismo proceso de adaptarse a la época, y la verdad es que emociona saber que las notas de tu morning coffee se alinean con nuestro mood estacional con mezclas particulares de granos de las principales regiones cafeteras del país, desde Puebla, pasando por Guerrero hasta Chiapas. En esta atmósfera casual y relajada todo se trata de fermentos como el vino, hidromiel o kombucha… y si vas por una cerveza artesanal o una copa en la tarde, los mejillones en escabeche, un mix de aceitunas, jitomates confitados y untables de hummus y queso cuadro con pan de masa madre te curarán cualquier mal.
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