Desde hace más de una década, Britney Spears no es dueña de su vida. No puede decidir el color de sus gabinetes de cocina, pero tampoco sobre su propio cuerpo: tiene un DIU en contra de su voluntad. Por primera vez, la cantante pudo hablar en una audiencia de lo que esto ha significado para ella.
Este 23 de junio, Britney dirigió un mensaje en vivo, por medio de videollamada, a una jueza en Los Ángeles y fue muy clara:
“Quiero mi vida de regreso (…) Realmente creo que este tutelaje es abusivo”.
Estas palabras son principalmente en contra de su padre, quien desde 2008 está a cargo tanto de su vida como de sus finanzas y su trabajo, por medio de una figura legal que se utiliza cuando las personas son incapaces de decidir y valerse por sí mismas.
Lo que es diferente en el caso de Britney es que durante todo este tiempo ella ha trabajado: sacando discos nuevos, haciendo apariciones e incluso con una residencia en Las Vegas que consistió en 250 shows.
Lo que dijo Britney en su audiencia
La cantante lleva ya varios años intentando salir de la tutela (conservatorship, en inglés) de su padre Jamie Spears y en 2019 logró que él ya no esté a cargo de su vida personal, sino solo de sus negocios.
Algunos medios, como el New York Times, habían obtenido documentos de la corte donde ella decía estar infeliz con su situación, pero esta es la primera vez que la cantante dice claramente que quiere su libertad. Y también quiere que el mundo sepa lo que ha vivido.
Cuando un abogado sugirió mantener sellados los expedientes de la audiencia, ella dijo:
“Han interferido con mi vida, así que siento que debería ser una audiencia abierta y deberían escuchar lo que tengo que decir”
En su discurso, Britney habló de cómo se ha sentido al no poder siquiera elegir a su abogado y contó que ha estado aislada de sus amigos y otras personas importantes de su vida, incluyendo su novio y sus hijos.
También mencionó varias situaciones en las que no ha podido decidir sobre su propio cuerpo. No solo con el anticonceptivo que tiene implantado, sino con los medicamentos que toma para su salud mental y con su carga de trabajo, que está totalmente fuera de sus manos.
Sus palabras reflejan a una mujer que se siente avergonzada por el trato que ha recibido, pero que ha sabido conservar su autopercepción y autoestima a pesar de las dificultades. Subrayó varias veces que no le debe nada a nadie y que es extremadamente exitosa y buena en su trabajo.
Cuando terminó de hablar, después de 20 minutos, la jueza agradeció a Britney por sus palabras y le dijo que fueron valientes.
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