Los cuarzos pueden convertirse en una herramienta de sanción gracias a sus propiedades curativas.
Desde las civilizaciones antiguas hasta el día de hoy, estas piedras han sido fuente de autoayuda, sanación, y quienes las usan, les trae paz mental. Así que si hay algún sentimiento o situación de la que crees que necesitas un empujoncito, déjanos decirte que llegaste al lugar correcto porque aquí vas a descubrir como utilizar tus cuarzos y disfrutar sus propiedades.
¿Recuerdas esa frase icónica de Marylin Monroe en la que dijo que los diamantes son los mejores amigos de las mujeres? A lo mejor ella no conocía los cuarzos o no sabía que los cristales curativos son también grandes amigos, pues poseen cualidades para ayudarnos a vivir una vida mejor. Sí, no solo se ven cute, tenerlos en casa (y traerlos a donde vamos) puede sumar muchos beneficios mentales, espirituales y físicos gracias a sus propiedades.
Los cristales son minerales que contienen energía, y como los humanos estamos hechos de energía, sentirnos conectados con ellos es casi un ejercicio natural que viene cargado de un poco de magia, apertura y sobre todo, sanación.
Mientras que a lo largo de los siglos las personas han sido testigo de las diferentes connotaciones con las que se nombran a estas piedras semipreciosas, desde su relación con la realeza, riqueza o hasta poderes, la que ha persistido el paso del tiempo es justamente la idea de que sus propiedades curativas pueden beneficiar a cualquiera que esté dispuesto a recibirlas.
Un poco de historia sobre los cuarzos
Los cuarzos viene desde los egipcios y fenicios, pasando por los celtas, indios, hasta nuestra época todos ellos hicieron uso de sus propiedades curativas. En la aniguedad eran usados en diferentes escenarios a la par de plantas y raíces para diagnosticar y tratar enfermedades, prácticas y ritos ceremoniales, o hasta como herramientas y utensilios dentro de las casas.
Su relación con los 7 chakras
El vínculo que tienen con los colores de los chakras es directo. Casi podríamos decir que el tono de cada uno de ellos nos sirve como una guía práctica para visualizar cuál es mejor, con solo asociarlos a los colores. Cada chakra representa un centro de energía y está distribuido por todo el cuerpo, por lo que los cuarzos se volvieron herramientas clave en prácticas para regular la energía entre las diferentes partes del cuerpo y el universo.
Por ejemplo, el color del chakra raíz es rojo, por lo que todas las piedras de colores tierra y rojo nos conectan con nuestro propósito de vida: literalmente a “enraizarnos” en donde pisamos. Al segundo chakra le pertenecen los naranjas y rosas; el tercero, el de la individualidad, es amarillo; el cuarto (del corazón) los verdes y rosas; el quinto (garganta), tonos azules y el sexto (tercer ojo) son blancos y dorados, al igual que el séptimo (corona).
Cuidado, uso y limpieza de los cuarzos
Picture this: tu cuarzo recorrió grandes distancias y transacciones de personas que tuvieron una carga energética, por lo que es importante que después de comprarlos, al llevarlos a casa, los limpies para que se restauren a su estado natural y los intenciones para conectar con ellos y ellos contigo y sus propiedades.
Hay diferentes métodos para limpiarlos, como ponerlos bajo un chorro de agua, ya que así se neutraliza cualquier energía negativa almacenada dentro de la piedra, o con un incienso o sahumerio, en agua salada, ya sea que la prepares en un bowl y los remojes, o los lleves a tu siguiente visita al mar.
También hay quienes prefieren enterrarlos en arroz integral seco. La pregunta del millón: ¿cada cuándo hay que limpiarlos? Dependiendo del uso que les des y qué tanto tiempo los tienes contigo; por ejemplo, si no es lo mismo si siempre los traes o los tienes en tu casa. Pero una regla promedio sería mínimo una o dos veces al mes.
Y ahora, ¡a activarlos!
Nuestra mente es el arma más poderosa. Con ella establecemos las intenciones para cambios positivos, para atraer, y claro, para activar nuestros cuarzos. Si es la primera vez que llega a ti, trata de tomarlo con tu mano, cerrar los ojos y conectar, así como a un nuevo amigo: nos presentamos con él, le damos la bienvenida y establecemos una conexión.
Si quieres potencializar su energía y recargarlos, usa la luz de la luna cuando está llena, ya que es el mejor momento, pero evita cuando es luna nueva o haya un eclipse tanto lunar como solar, porque es posible que interfiera con su energía, lo que puede tener un efecto contrario al que deseamos.
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