Septiembre, (el mes patrio) es el pretexto perfecto para sumar el rosa mexicano a nuestro maquillaje.
Desde las vestimentas de nuestros pueblos, la decoración, la casa de Luis Barragán y las paredes que se pintan de este tono cuando las bugambilias se entretejen en el cemento; el rosa mexicano no es un color, es un símbolo enraizado en nuestras tradiciones. Esta es la historia de cómo llegó hasta el maquillaje.
La historia del color rosa en la humanidad
Para poder hablar del rosa mexicano vamos a tener que viajar en el tiempo, buckle up ¡porque regresaremos un par de millones atrás! De acuerdo con un estudio realizado en 2018, se encontraron pigmentos de color rosa brillante en rocas diminutas con fósiles de cianobacterias que vivieron en los océanos. Así se determinó que el rosa podría ser el color más antiguo. De ahí su presencia en las diferentes culturas ancestrales (como los egipcios que fueron the OG of makeup), hasta ganar una carga cultural que se extendió por civilizaciones y eras de la historia, en las que los humanos lo usamos para denotar poder, riqueza e identidad de género.
Aunque en algún punto el rosa llegó a ser exclusivo de los hombres, por suerte esto cambió y fue justamente uno de los tonos más representativos a la hora de crear pigmentos. Lo que comenzó como tintas a base de frutos, plantas e insectos, se convirtió en una ciencia (creada en laboratorios) que rige industrias que mueven la economía, como lo es la de los cosméticos.
¿Cómo se inventó el rosa mexicano?
Y aprovechando que estamos de vuelta en la modernidad, el rosa mexicano tuvo su viral moment en 1949, año en el que gracias a un importante personaje de la escena artística del país, el diseñador Ramón Valdiosera, se le otorgó este nombre.
¿Cómo sucedió? Valdiosera ya se había posicionado como referente de moda en el país y tuvo un fan muy importante, nada más y nada menos que Miguel Alemán, el presidente de México que se encargó de apoyar sus diseños a escalas internacionales.
El 6 de mayo de 1949, en el famoso Hotel Waldorf- Astoria en Nueva York, Valdiosdera presentó una colección inspirada en este color. Se le preguntó por el origen y fue entonces que recibió el nombre de ‘Mexican Pink’ “rosa mexicano”, un color que nos da identidad.
¿Existe una diferencia entre lo que conocemos como rosa mexicano y fucsia o hot pink? Sí, la clave está en los subtonos, el rosa mexicano tiene subtonos fríos o de invierno, como el violeta.
Cuando pensamos en looks que lleven el rosa mexicano en el maquillaje, pensamos en looks con acentos de color, la manera más fácil de hacerlos es con un eyeshadow o blush, pero ¿cómo reinventar este classic? Runway ya dictó que el blush se puede extender hasta tu sombra, o que un bold eyelook con un delineado XL es todo lo que necesitas.
¿Los pros? Para estos looks precisión o pulso perfectos no es obligatorio, sólo diviértete.
Incluye el rosa mexicano a tus looks de maquillaje patrios
“Recientemente descubrí que este tono queda perfecto para el trend de ‘boyfriend blush’. Sólo tienes que colocarlo en la parte baja de tu mejilla, justo al costado de la comisura de la boca, te va a dar un look diferente a lo que estás acostumbrada”, @robbielikemargot, Makeup Artist.
“Al ser un color muy vibrante, queda muy lindo como delineado gráfico para dar un pop de color a tus ojos. Un tip es que puedes usar una sombra humedeciéndola con un fijador de maquillaje para que funcione como delineador líquido”, @luzgonzalezvg, Makeup Artist.
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