El corrector es el truco infalible en cualquier rutina de maquillaje: ilumina la mirada, tapa imperfecciones y deja la piel impecable. Pero ojo, si eliges el tono equivocado, el efecto puede ser todo lo contrario. La clave está en encontrar el tono que realmente se adapte a tu piel, tanto en color como en subtono. Y aunque puede parecer complicado, en realidad es más fácil de lo que piensas.
Lo primero es identificar tu subtono: ¿eres cálida, fría, oliva o neutra? Este paso es clave porque los subtonos afectan cómo se ve el corrector en tu piel. Una vez que lo tengas claro, también hay que pensar en qué quieres cubrir. Si estás buscando disimular ojeras, lo ideal es elegir un corrector un poco más claro que tu tono de piel para dar luminosidad. Si lo que quieres es cubrir manchas o rojeces, busca un corrector que sea más cercano a tu tono o incluso uno con un matiz verde si necesitas neutralizar el rojo.
Como ves, detrás de la elección del corrector hay toda una ciencia que, si la entiendes, hará que tu beauty bag sea mucho más efectivo. Hoy te contamos cómo elegirlo como una experta.
Paso 1: identifica tu tono de piel
Tu tono de piel es el color natural de tu cutis, determinado principalmente por tu genética, pero también influenciado por factores como la exposición al sol. Este tono varía de persona a persona y se puede clasificar en cuatro categorías principales. Conocer tu tono de piel es fundamental, no solo para elegir el maquillaje adecuado, sino también para entender cómo ciertos productos se verán en tu rostro.
- Clara: la más pálida, generalmente con subtonos fríos o neutros.
- Ligera: un poco más cálida que la clara, con subtonos fríos, cálidos o neutros.
- Media: un tono intermedio con subtonos cálidos, oliva o neutros.
- Oscura: la más profunda, con subtonos cálidos, rojizos o neutros.
¿Cómo saber cuál es tu tono? Lo primero que debes hacer es limpiar bien tu rostro para eliminar cualquier residuo de productos de maquillaje. Luego, ponte en un lugar con luz natural (la luz artificial puede alterar los colores). Fíjate en la zona de tu mandíbula, que es la parte de tu rostro menos afectada por el sol y te dará la referencia más precisa de tu tono de piel. Si tu piel tiene un matiz muy claro o rosado, es probable que tengas un tono claro o ligero. Si tu piel tiene un toque más dorado o cálido, es más probable que tengas un tono medio u oscuro.
Paso 2: descubre tu subtono
El subtono es ese matiz sutil debajo de tu piel que nunca cambia, sin importar cuánto sol tomes. Puede ser:
- Cálido: con matices dorados o amarillos.
- Frío: con tonos rosados, rojizos o azulados.
- Neutro: una mezcla equilibrada entre cálido y frío.
Trucos para identificar tu subtono:
- Test de las Venas: mira las venas de tu muñeca con luz natural. Si se ven verdes, tienes un subtono cálido. Si son azuladas o moradas, tu subtono es frío. Si no notas una diferencia clara, eres neutra.
- Test de la Joyería: si el oro te queda increíble, eres cálida. Si la plata te favorece más, eres fría. Si ambos te van bien, eres neutra.
- Blanco vs. Beige: acércate a ropa blanca pura y luego una beige. Si el blanco resalta tu piel, tienes un subtono frío. Si el beige te favorece más, eres cálida. Si ambos te funcionan, eres neutra.
Paso 3: elige el corrector ideal
Tu tono de piel es el color natural de tu cutis, determinado principalmente por tu genética, pero también influenciado por factores como la exposición al sol. Este tono varía de persona a persona y se puede clasificar en cuatro categorías principales. Conocer tu tono de piel es fundamental, no solo para elegir el maquillaje perfecto, sino también para entender cómo ciertos productos se te ven.
- Para tapar imperfecciones: Usa un corrector que coincida exactamente con tu tono de piel para que se funda sin problemas.
- Para iluminar la zona de las ojeras: Usa un corrector de un tono más claro que tu piel para darle luz a la mirada. Si tienes ojeras marcadas, prueba con correctores más anaranjados para neutralizar los tonos azulados y morados.
- Para hacer contour: Usa un corrector uno o dos tonos más oscuros que tu piel para dar profundidad y definición. Esto ayuda a marcar los pómulos, afinar la nariz o definir la mandíbula.
Tips para un match perfecto
Para lograr un match perfecto con tu corrector, prueba siempre el producto en tu mandíbula en lugar de en tu mano, ya que esta área es la más cercana a tu tono natural y te dará una referencia más precisa. Además, deja que el corrector se asiente unos minutos en tu piel antes de tomar una decisión, ya que algunos productos pueden oxidarse y oscurecerse con el tiempo. No olvides considerar la fórmula: si tienes la piel grasa, los correctores mates son ideales para controlar el brillo, mientras que si tienes la piel seca, busca opciones hidratantes que no resequen.
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