Seguramente ubicas a Stephanie Beatriz en la serie Brooklyn Nine-Nine como “Rosa”, pues ahora la actriz de raíces argentinas y colombianas llega con la película In The Heights, la adaptación de Lin-Manuel Miranda del éxito de Broadway. Ella nos cuenta de sus orígenes, su postura como latina queer y más.
¿Cómo fue ser parte de un proyecto tan asombroso que enaltece a los latinos, como In The Heights?
SB Hubo momentos en los que no me la creía, hubo otros muy estresantes, porque no soy bailarina profesional y estuvimos haciendo coreografías y cantando, fue muy intenso y en pocas palabras yo sólo pensaba “no lo arruines”, estaba muy nerviosa, pero en general fue asombroso.
Siendo originaria de Argentina, ¿qué recuerdos de tu propia familia te llegaron con esta historia?
SB Nací en Argentina pero mis padres son colombianos y bolivianos, me mudé a Texas desde muy joven. De alguna manera me sentía como el personaje de la película, Carla, en el sentido de ser una mezcla de muchas cosas diferentes. Tuve influencia de Sudamérica, Centroamérica, el Caribe toda la vida y eso me hace ser quien soy. Por eso al momento de cantar en la película sentía cada palabra, vengo de muy lejos y me lo recordó. Crecí con mucho respeto a las personas que me rodeaban y venían de otros países y nacionalidades.
¿Crees que el proyecto hará que los que no son latinos se identifiquen más con nuestra cultura?
SB Cuando vi el primer corte de la película, lloré. Lo estaba viendo en la laptop de Jon (el director del filme) y me dijo que le echara un vistazo, y pensé en todos nosotros, las regiones de donde venimos como inmigrantes y cómo esta obra lo celebra y los enaltece. No importa de dónde seas, te darás cuenta de lo bello que es ser diferente y lo rica que es nuestra cultura, además de la música y el baile. No hay forma de acabar de verla y no llevarte algo de todas las capas y facetas que verá el público de Estados Unidos y del mundo acerca de los latinos.
La música es increíble, ¿cuál es tu canción favorita de la película?
SB Tengo muchas, recuerdo ver por primera vez el musical en Nueva York y audicionar para otra obra que no me quedé y cuando vi ésta, viví la energía y los números, con coreografías tan frescas. No hay forma de que no te enamores. Cuando me enteré que había un casting me dio un poco de miedo, y Melissa Fumero, mi coestrella de Brooklyn Nine-Nine me dijo que no podía no ir, y que una mujer así de badass me diera ese empujoncito fue increíble. Fui a la audición, me llamaron de vuelta, me preparé más y me aseguré de darlo todo y conseguí el papel de Carla, un personaje muy feliz, optimista y que tiene algunas cosas en común conmigo.
Cuando comenzaste a actuar en la escuela secundaria, ¿pensaste que había una falta de representación de los latinos en la industria del entretenimiento?
SB Totalmente, no veía a nadie que se viera como yo en la tele, mucho menos en el cine, nadie como mi familia, como mis amigos. Pensaba lo difícil que sería entrar en un mundo artístico que me aceptara como soy, pero empecé en el club de teatro y haciendo pequeñas producciones y ahí comencé a ver más diversidad. En la Universidad decidí centrarme al teatro, donde había todo tipo de gente y comencé a trabajar ahí pues celebraban historias que no se presentaban en la tele. Cuando se estrenó Brooklyn Nine-Nine estaba preocupada porque creía que no podía haber dos latinas protagonistas… y no debería, es completamente normal, afortunadamente así siguió la serie desde hace ocho años. Estoy emocionada de seguir trabajando en esta industria porque está sufriendo muchos cambios y quiero también producir y tener una voz más fuerte y transformar desde mi trinchera la tele.
¿Qué desafíos has enfrentado como mujer latina queer?
SB Han sido más personales, es difícil porque soy bisexual y tengo una relación monógama con un hombre, entonces a veces siento que debo salir del clóset muchas veces cada que explico esto a la gente. Nunca podría pretender ser alguien que no soy, a veces la gente da por sentado que soy heterosexual, pero luego cuando sale en alguna conversación tengo que explicar una y otra vez quién soy. En términos profesionales la realidad es que nunca ha sido un obstáculo.
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