Sarah Barlondo: el camino del amor propio después de un accidente
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Sarah Barlondo: el camino del amor propio después de un accidente

La actriz Sarah Barlondo, a quien hemos visto en películas como Wonder Woman 1984 y programas en la televisión mexicana, abre su corazón y nos cuenta cómo ha sido su proceso de aceptación, resiliencia y amor propio después de haber su sufrido un accidente que le cambió la vida.

Entrevisté a Sarah desde su departamento en Londres. Estaba un poco nerviosa porque mis preguntas eran bastante personales y no quería que ella se sintiera incómoda en ningún momento. Leí muchas de las entrevistas que Sarah ha dado recientemente, en las cuales comenta que debería de haber mucho más inclusión de personas con discapacidad en el mundo de los espectáculos.

Mayor representación, porque lo que no se ve no existe. Acabé la entrevista con muchas reflexiones, te invito a leerla para que todos entendamos la importancia de la representación y la inclusión.

Estamos en un época en la que es necesario alzar la voz. Desafortunadamente, Sarah me comenta que en un punto ella quiso contar acerca de su discapacidad, después de sufrir un accidente hace 14 años que dejó su mano inmóvil, pero incluso algunos integrantes de su equipo anterior le aconsejaron no hacerlo.

Entrevistamos a la actriz francesa, quien llegó hace varios años a nuestro país para participar en varias telenovelas, y ella misma nos reveló acerca del proceso que ha vivido, cómo lo enfrentó y sus consejos si es que tú estás pasando por un momento difícil.

Sarah Barlondo

Foto: Alex Flint @alex_flint_ph 

Entrevista con Sarah Barlondo

Más allá de ser una actriz reconocida en México y ahora a nivel mundial después de ser parte del elenco de Wonder woman 1984, me gustaría que nos compartieras más acerca de cómo cambió tu vida hace 14 años, después de que sufrieras un accidente 

Totalmente, soy otra, me cambió todo. Me pasó a los 19 años, me hizo madurar en un día. A esa edad estás todavía creciendo y descubriendo la vida, todo es color de rosa casi casi y fue como una vuelta a la realidad, fue duro.

Haber sufrido físicamente, todas las cirugías, la realidad a la que me enfrentaba, el hospital donde no me podía mover, estuve tres años en rehabilitación. Sentí que esos tres años no podía avanzar y no tenía otra opción que esperar. Antes tenía enojo y frustración a la vida por haber pasado por esto, pero en el presente estoy agradecida porque disfruto de otra forma, le doy importancia a las cosas sencillas y simples.

Honestamente, no creo que hubiera sido así, por ejemplo cómo he vivido estos últimos 10 años, ya con otra actitud y con ganas de hacer más, de aprender, de descubrir. En ese momento yo era tenista profesional y estaba muy enfocada en el deporte y en la actuación, todo era “yo, yo, yo”. Estos 10 años entendí que la vida es mucho más que castings, que sets, que cosas superficiales. Me hizo salir cinco años del medio e irme a estudiar arquitectura, algo que nunca se me había ocurrido. Estoy muy feliz porque después del accidente me animé a hacer muchas cosas diferentes, en un par de años, la mitad de mi vida será después de ese suceso, tuve una segunda oportunidad, empecé a vivir de nuevo.

¿Qué te hizo romper el silencio y enfocarte en difundir un mensaje de inclusión y amor propio?

Soy humana, hay momentos difíciles: de dudas, de pensar en qué hubiera hecho si no hubiese tenido el accidente, pero eso también es parte de mi sanación, de sentirme en paz y de pasar por un proceso. Lo que me hizo hablar fue la madurez, ya tengo 33, y me di cuenta que las cosas no van a cambiar si no hablamos. Hay mucha gente que seguro se siente igual que como yo me sentía.

Obviamente no puedo cambiar al mundo, pero quiero contribuir, estaba cansada de sentir que yo era el problema, esconder mi mano, ir a un casting y sentirme insegura, hasta tener miedo de decirlo en contratos, porque es importante que estén enterados. No me sentía auténtica, me sentía mal de esconder mi discapacidad.

Ahora siento un alivio, poder ser yo sin el miedo de que me juzguen. Antes me afectaba y me tardé mucho. Veía a mi mano como algo extranjero a mi cuerpo, no entendía para qué o por qué me había pasado esto.

En un punto de tu carrera, desafortunadamente, tuviste que esconder parte de tu cuerpo, y no avisar a los productores sobre tu discapacidad hasta conseguir un papel, ¿sufriste discriminación?

Intenté hablar de esto cuando tenía 23, 24, pero no sentía que encajaba, soy muy espontánea y por decirlo a veces lo hacía a personas que me juzgaban o que me criticaban, la gente puede ser cruel. Perdí trabajos por esto, me decían que “era complicado que me dieran el papel”, me afectó y empecé a creer que era mi problema y tenía que esconderlo. Me sentía todavía más discapacitada por eso, intentando estos trucos para que mi mano no se viera en escena.

Mis anteriores managers no me dejaban decirlo, me decían que me iba a quemar y pues confiaba en ellos por ser tan joven, les di la razón. Me hicieron pensar que tenía que encajar en una etiqueta, después de eso me cansé del medio, me salí, necesitaba espacio para que no me llegaran esos comentarios, que no me definieran. Ahora tengo un equipo que me apoya, que me alienta, que me hace ver que mi mano no es un problema y que si no me quedo en un casting, no es por eso. Luego de catorce años me doy cuenta, a nivel personal también me ayudó hablarlo.

Parte de conseguir el amor en una pareja comienza con el amor propio, ¿cómo fue tu proceso de sanción después del accidente?

Nunca compartía que tuve un accidente, fue un proceso, como dices, de amor propio. Para estar con alguien te tienes que amar a ti primero, me costaba, cubría mi mano con un calcetín, pero era como si en tu casa aduvieras con un bra todo el tiempo, ¡te lo quieres quitar! Me sentía fea. Yo no estaba en paz, cuando me di un break de 5 años del medio artístico, encontré un mundo más sano, amo ser actriz pero el showbiz puede ser tóxico.

Ahora que empecé a hablar de esto, me di cuenta que muchos medios de comunicación me están dando un espacio, que ya se está hablando mucho de temas que antes no se tocaban, como la raza o la orientación sexual. Hace poco empecé a ver Special, una serie de Netflix, me encanta ver esas historias. ¿Cuántos actores tendrán discapacidad y lo ocultarán? En México hay un poco más de tolerancia y me siento cómoda hablando de esto.

En cuanto a las relaciones, yo quería hablar con mi exnovio del accidente y no podía, me bloqueaba. Estuve un tiempo sola y empecé a trabajar en el amor propio, en aceptarme y un par de meses después conocí a mi novio actual, yo no estaba buscando una pareja pero él me da mi espacio, va a mis tiempos, nunca me cuestionó nada.

Me siento muy cómoda con él, me tardé un año para decirle a detalle qué me había pasado porque ese trauma define cómo vivo, pero poco a poco pude irme abriendo. La pandemia también inició para mi la conversación, me iba a ir a vivir con él y sabía que tenía que ser sincera, a veces noto que la gente se me queda viendo y aunque sea con buena intención, me duele, él me dijo que todo estaba bien y me sentí mucho más en paz.

¿Qué le dirías a alguien que no se siente seguro con su cuerpo o que está pasando por algo como lo que tú viviste?

A mí me sirvió entender que no tengo control sobre esto, que no puedo cambiar las cosas, fue un proceso difícil porque muchos años rechacé ir a terapia porque como deportista te enseñan a manejar tu mente y creía que estaba en control, ahora diría que es lo mejor que puedes hacer. Vayan a hablar con alguien, vayan a terapia. Yo me di cuenta que quería estar en paz, aceptarme y aceptar que esto es parte de mí. Conocer a personas que también tuvieron un accidente o nacieron con alguna discapacidad, amigos que admiro.

Yo todavía no puedo estar en una reunión sin mi prótesis, estoy en eso, pero me ayuda conocer a más personas que están pasando por lo mismo. Ha cambiado mucho mi perspectiva.

¿Cómo luchas contra los estereotipos?

Empecé en diciembre en mis redes a compartir notas y pensamientos, me da miedo que las generaciones jóvenes estén viendo tanta perfección en las redes sociales, porque no es ya nada más en el cine o series, es en su celular.

Nunca hablé con mis amigos de mi historia cuando me pasó, luego empecé a sacar todo y para mí fue un paso gigante, me sentí expuesta, desnuda, poner mi historia en Instagram. Es un proceso pero voy poco a poco, lo que me dio fuerza es ver cómo la Generación Z es tan avanzada y tan inclusiva, ver TikToks de alguien que muestra sus prótesis.

Tengo un Clubhouse donde hablo de esto con un grupo, quiero crear consciencia más allá de mi imagen como actriz, una discapacidad no significa que no puedas tener una carrera. En un punto me gustaría ver que los papeles de alguien con discapacidad los interprete un actor o actriz que verdaderamente la tenga.

¿Cómo cambió tu vida el año pasado en la pandemia?

Ha sido un gran cambio, estoy en Londres, está complicado. Tenía muchos planes, perdí muchos proyectos, se pararon los castings. Al principio fue complicado, luego lo disfruté porque estar sola también te ayuda a centrarte y pensar otra vez qué quieres hacer y pausar un poco y reflexionar. Me puse a escribir, escribí una serie que hicimos en cuarentena, es una web serie.

Mi amigo Pablo Domínguez, que también es actor, me escribió porque también quería hacer algo. Montamos escenas, monólogos, un día nos reunimos y un amigo guionista se sumó al Zoom, les presenté lo que había estado escribiendo, algo así como mis diarios de cuarentena. Era la primera vez que mostré lo que escribía a alguien y me di cuenta que mis amigos, donde estén, vivían lo mismo. La serie se llama El and elle, la pueden ver en Youtube, están actores increíbles, lo hicimos por crear, por actuar.

La salud mental es sumamente importante, ¿tienes alguna rutina cuando no te sientes tan bien?

Aprendí a amarme más aún, prender velas, ponerme una mascarilla, cuidarme. Física y psicológicamente.

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