Los Roy están de regreso. La serie finalmente se renueva para su cuarta entrega y no podríamos estar más emocionados. A primera impresión, podría llegar a parecer una secuela de Suits, una serie corporativa más ambientada en Nueva York, pero la realidad es que esta la pasa por mucho. Puede que esta serie no gire alrededor de la moda, pero como toda buena producción, el vestuario es una pieza clave dentro de la narrativa y Succession 4 es un claro ejemplo de cómo lograrlo.
La golden star de HBO por fin vuelve para la temporada 4 y promete traer más drama, más trajes y más insultos (el único highlight en Instagram es de insultos que aparecen en los capítulos). Quienes ya han visto la serie tal vez se pregunta, ¿qué tanto podríamos aprender de una serie donde solo usan básicos en tonos neutro? Exacto, absolutamente todo.
Además de ser una clara sátira sobre las clases sociales (algo que hemos visto en The White Lotus o recientemente en Triangle of Sadness) que muestra los lujos excesivos en los que gastan los de mayor poder adquisitivo, Succession 4 es también es por otro lado una lección de estilo muy interesante sobre quiet luxury y cómo podemos hacer decisiones de compra en moda más acertadas.
Qué es el quiet luxury y cómo se relaciona con Succession
Seguro has visto en TikTok el término “quiet luxury”, mejor conocido como old money aesthetic, que se volvió viral hace un par de meses por evocar una estética minimal y preppy.
El argumento principal de esta estética se basa en la calidad de las piezas, mucho más allá de su diseño. A simple vista puede llegar a parecer algo aburrida, con básicos como camisas, trajes, jeans y piezas muuuy simples, pero la realidad es que puede ser una gran idea que adoptar para ayudar a nuestra cartera y consumir moda de forma más inteligente.
Durante los primeros capítulos de la temporada uno de la serie, podemos ver a Kendall Roy camino a una reunión con inversionistas de Silicon Valley, mientras saca un par de llamativos sneakers de una caja de la marca Lanvin, pero cuando llega a la sala haciendo bromas y tratando de comportarse como “el tío cool” se da cuenta que lo interpretó todo mal: “Compré estos tenis en el camino porque pensé que todos estarían vestidos como Bjork y quería causar una buena impresión. Soy un idiota”.
La serie no llama la atención en lo mínimo en cuestiones de moda, pero es por ello que está tan bien logrado el vestuario ya que se acerca mucho a la realidad de estos círculos sociales. Puede que los Roy tengan todo el dinero del mundo, pero no tienen la mínima necesidad de gritarlo a los cuatro vientos a través de llamativos diseños llenos de logos. No estamos tratando de decir que sus prendas no sean costosas (sí lo son, y mucho) pero se centra en la discreción y el lujo que solo los más conocedores logran ver a través de la calidad de los materiales.
La moda en Succession 4 es un reflejo del trasfondo que ocurre en la serie mientras vemos cómo los hermanos de la familia Roy pelean entre sí para lograr conseguir la atención de su papá. Cada detalle está perfectamente planeado, aunque a simple vista no lo parezca.
Los trajes de Logan Roy son piezas personalizadas de Leonard Logsdail, un sastre británico en Manhattan que hace trajes a la medida con pañuelos de Hermès incluidos. Su lista de clientes incluye a Martin Scorsese y Steven Spielberg.
Respecto a Tom, sus trajes italianos están a cargo de Hermenegildo Zegna y Loro Piana (con un precio entre los $2,000 y $15,000 dólares) que buscan reflejar su rápido ascenso en la sociedad al casarse con Shiv y su determinación por lograrlo. De hecho, en una cena en las primeras temporadas, Shiv y Roman se burlan de su gusto particular en trajes porque incluso en ocasiones donde no era necesario, él mantiene la misma vestimenta extra elegante, un poco fuera de contexto para el resto de la familia.
Antes de que Greg lograra colarse en la familia, dijo que la tienda de más alto nivel que conocía era Macy’s, y desde que se volvió todo un insider, marcas como Ralph Lauren, Acne Studios y Rag and Bone empezaron a colarse en su clóset. Michelle Matland, diseñadora de vestuario, menciona que para el personaje esto es solo un disfraz, ya que solo trata de mimetizarse con ellos, pues su estancia dentro del mundo de los Roy es pasajera.
Pero sin duda la mayor transformación de moda durante la serie de Succession ha sido la de Shiv. Durante la primera temporada, Shiv se mantuvo distante al negocio familiar trabajando como consultora política y sus looks lo reflejaban. Su estilo era más delicado y femenino, usando tonos pastel y joyas. Pero apenas regresó al clan en la temporada 2, sus looks se transformaron a algo más serio y sombrío para mostrar su capacidad frente a su papá. Algunas de las marcas dentro de su clóset incluían The Row, Stella McCartney y Max Mara.
Pero después de un pequeño recap del vestuario de algunos de nuestros personajes favs es hora de hablar de la escena más icónica para todo fashion lover del primer capítulo de la cuarta temporada. What a way to make a comeback, y es que en dos minutos, una conversación entre Tom y Greg resume a la perfección todo lo que estamos tratando de decir sobre la elegancia y la opulencia en lo minimal: menos es más y más es TU PEOR ENEMIGO.
“¿Por qué? ella trajo una bolsa ridículamente gigante. ¿Qué hay ahí adentro? ¿Flats para el metro? ¿Su lonchera? Quiero decir, Greg, es monstruoso. Es gigantezco. Podrías llevarlo de camping. Podrías deslizarlo por el suelo después de asaltar un banco.”
La bolsa en cuestión es una Burberry con el print insignia de la marca con el que apareció la date de Greg para el cumpleaños de Logan. Cuadros escoceses en tonos mostaza con líneas negras y rojas que ya conocemos. Una bolsa de $3,000 dólares aprox, que juzgando por la etiqueta del precio puede parecer un lujo, pero el problema es exactamente su mayor cualidad: el llamativo estampado que pide a gritos voltear a ver que se trata de un bolso de Burberry.
Una vez más, como todo en esta serie, la bolsa es un acierto perfecto para el mensaje que se trata de comunicar y no es para nada una coincidencia. Previo al screening del capítulo, Jesse Armstrong mencionó que para la elección del modelo en cuestión entrevistaron a mujeres del Upper East Side en Manhattan para preguntarles: ¿cuál sería el bolso más ofensivo que alguien podría traer a un evento de este tipo? A lo que confirmaron que ese Burberry sería lo más tacky que alguien podría hacer.
Para rematar con este look, el vestido de flores con el que lo combino ( no tan combinado por cierto) es de la marca Sandro, una marca francesa con un precio de venta elevado para el resto de la sociedad pero insignificante para el 1%, definitivamente la elección perfecta para reflejar a un personaje tratando de encajar. Fun fact: El vestido de Willa para la boda italiana también es de aquí.
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