La película Cruella fue un hit entre quienes aman la moda no solo por sus increíbles vestuarios, sino porque en su trama queda claro que la creatividad y el amor por lo fashion pueden realmente cambiarnos la vida y sostenernos. Y esto quiso reflejar Disney con su colaboración con la organización Impacto.
La colaboración usa los colores y la energía de Cruella como punto de partida para destacar el trabajo de artesanas mexicanas de Los Altos de Chiapas, así como reflexionar acerca de cómo la tradición textil de los pueblos originarios debe conservarse y apreciarse.
El resultado es una colección de 18 prendas, entre bolsos, vestidos y antifaces en tonos blanco, negro y rojo, que evocan el espíritu de la película.
¿Cómo surgió esta colaboración de Disney con artesanas mexicanas?
Platicamos con Andrés Guarnizo, Sr. Manager de Corporate Citizenship de The Walt Disney Company México, quien nos contó que la empresa buscaba maneras de representar los valores de Cruella con colaboraciones en distintos países y en México buscaron centrarse en el conocimiento textil de las mujeres de pueblos originarios.
Para Andrea Bonifaz, gestora de Comunicación Internacional de Impacto, el proyecto tuvo mucho sentido desde el inicio:
“Encontramos muchas similitudes entre los valores que expone la película y cómo se rompen esquemas y se muestra a las mujeres desde otros ángulos, porque es algo que hemos trabajado desde Impacto. Queremos de estas representaciones en las que se ve a las comunidades indígenas solamente como marginalizadas y mostrar a las mujeres como lo que son: diseñadoras empoderadas, transmisoras y guardianas de su cultura. Es una forma de reivindicar el papel de las mujeres indígenas y el arte popular”.
Impacto tiene varios programas con los que busca estos objetivos. Además de proyectos como el de Disney, buscan que las mujeres artesanas tengan acceso a mercados éticos de consumo y puedan comercializar desde sus plataformas. También visibilizan el arte textil y generan materiales de sensibilización y educación.
Para Andrea, esta colaboración de Disney con artesanas mexicanas abre la posibilidad de mostrarle a otras empresas que hay buenas formas de hacer estas alianzas, sin caer en apropiación cultural.
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En la conversación también estuvo Doña Antonia Sántiz López, una de las artesanas que participó en este proyecto. Ella nos contó que crear estas piezas fue todo un reto, pero que le gustó mucho porque tuvo la oportunidad de aprender.
Para doña Antonia, quien comenzó a tejer a los 16 años, gracias a que su suegra le enseñó, es importante no solo seguir aprendiendo, sino transmitir sus conocimientos a nuevas generaciones, como a sus hijas.
Por su parte, Andrea no dice que, cuando pensemos en comprar una artesanía como las que hacen las mujeres de Los Altos de Chiapas, debemos conocer sus historias y las de sus creadoras. Ser conscientes de que es algo durable que tiene detrás mucho cariño y que fue elaborado a mano.
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