Chava Studio, el espacio de moda que está redefiniendo la sastrería
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Chava Studio, el espacio de moda que está redefiniendo la sastrería

En el corazón de la San Miguel Chapultepec, una antigua vecindad iluminada por el brillante rosa Barragán alberga una máquina del tiempo. A unas puertas de la antigua casa del arquitecto, se esconde Chava Studio, un espacio de moda que revive el oficio de la sastrería a la medida con un approach muy femenino.

“Busco crear algo que se sienta timeless, pero a la vez que sea emocional. Algo que vaya más allá de sólo su utilidad”.

En una década donde la industria evoluciona a pasos agigantados en una ciudad que se mueve a 200 km/h, entrar al estudio de Olivia Villanti, fundadora de la marca, se siente como una enorme bocanada de aire fresco en medio del bosque, donde el tiempo se detiene al pisar su jardín central, un espacio diseñado en honor al arquitecto más celebrado de la cuadra y lugar donde sus suegros instalaron sus oficinas de importación de telas en los 90 al llegar de Europa.

Chava Studio
Vía @chava_studio 

¿Cómo inició Chava Studio?

Fascinada por la meticulosidad con la que se crean/diseñan las camisas masculinas,Villanti empezó a experimentar por su cuenta con los textiles que la rodeaban, confeccionando piezas únicamente con la popelina de mejor calidad que conocía: Gilly e Hijos. Si hay alguien que conoce el poder de una buena camisa, definitivamente es ella: “Me impresionaba la cantidad de opciones que tenían los hombres para elegir, desde cuellos, puños, bolsas interiores. La ropa de mujer no está pensada de esa manera”.

El nombre surge de una necesidad por robar todos estos códigos y feminizarlos. “La sastrería puede llegar a sentirse intimidante, pero Chava se trata de tomar todos estos elementos elegantes y darles un enfoque mucho más relajado”. Me gusta acotar sus piezas en una categoría muy especial que llamó “not-so-basic basics”: prendas timeless de gran calidad, pero que rompen con el estilo clásico a través de detalles contemporáneos: un cuello de Peter Pan, solapas de satín o contrastes.

La estrella es una camisa de tuxedo, un verdadero “if you know, you know”, que puede parecer

simple a la vista, pero su calidad se percibe con el tacto, puños sólidos, el algodón más suave, y costuras francesas, que sólo los verdaderos conocedores reconocen a la distancia.

Vestida en unos loafers que la acompañaron en las buenas y malas, unos jeans vintage con el

corte perfecto y una button-down con cuello arriba, Olivia emana la esencia de todo lo que Chava representa: una elegancia natural sin pretención alguna. “La camisa blanca tiene cierto encanto que el denim, no tiene. De alguna manera se siente como algo trend-proof. Los jeans fluctúan entre tiro alto, bajo,cortes o deslavados; en cambio con las camisas, no necesitas de mucho para hacerlas ver stylish”.

Hay algo cautivador en la pasión con la que Villanti toma delicadamente las medidas para que después Cynthia, Sara, Yola y Bety corten y cosan la camisa que será tu nueva personalidad. Es la nostalgia que envuelve, tanto a su estudio como a sus prendas, lo que le da cierto valor

emocional a una pieza hecha a la medida (que raramente vas a encontrar comprando online). Y aunque confiesa no ser una experta en el tema del emprendimiento, confía que la curiosidad le va a enseñar el camino: “Mientras más conozco a personas con grandes trayectorias,me doy cuenta que nadie sabe realmente lo que hace.Pero tener cierto nivel de confianza te hará encontrar manos que te ayudarán a resolver lo desconocido”.

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