Todas lo tenemos, y las que no lo tenemos, lo queremos. El Little Black Dress se ha vuelto una pieza imprescindible en cualquier closet. Evidencia histórica de la evolución de la moda, el Little Black Dress o “LBD” nació hace más de un siglo gracias a una de las leyendas más grandes del fashion world, Coco Chanel.
Los orígenes del Little Black Dress
Después de su aparición estelar en las páginas de Vogue, el LBD siguió evolucionando, con diferentes casas de moda diseñando su propia versión de este vestido. Entre sus versiones más reconocidas se encuentra el diseño de Christian Dior en los años 50 y, por supuesto, el icónico vestido de Givenchy diseñado para Audrey Hepburn en su película “Breakfast at Tiffany’s” en 1961, que todos conocemos y amamos.
Después de su aparición estelar en las páginas de Vogue, el LBD siguió evolucionando con diferentes casas de moda diseñando su rendición de este vestido. Entre sus versiones más reconocidas se encuentra el diseño de Christian Dior en los años 50 y, claro, el icónico vestido de Givenchy diseñado para Audrey Hepburn en su película Breakfast at Tiffany’s en 1961, que todos conocemos y amamos.
Entre otros famosos acontecimientos que tuvo el Little Black Dress, tenemos, por supuesto, el famoso “revenge dress” de Lady Di, que utilizó tras su separación del Príncipe Carlos. En 1994, Lady Di usó un vestido negro “off the shoulder” de Christian Stambollian para su primera aparición pública después de la noticia de su separación, haciendo historia como uno de los vestidos más distintivos de la época.
Y quién puede olvidar la rendición al emblemático vestido por parte de One Direction con su canción “Little Black Dress” donde el grupo canta la letra: “Little black dress, Just walked into the room, Makin’ heads turn, Can’t stop looking at you”.
El legado del Little Black Dress
El Little Black Dress se convirtió en lo que es por una razón sencilla: un vestido negro implica versatilidad, un lujo que pocas piezas de moda poseen. El LBD es el básico perfecto para estilizar a tu modo y preferencia. Cualquier variante de estilo, ya sea coqueta, grunge, glamorosa o casual, se enriquece con la adquisición de un vestido negro en su repertorio.
Hoy, en interpretaciones modernas de este vestido clásico, se pueden apreciar nuevas alteraciones del material, el talle o el cuello del vestido. Estas modificaciones se mantienen sujetas a lo que esté en tendencia durante el momento, pero en su esencia, el LBD sigue siendo simplemente un vestido negro corto.
Así que, ya sea que optes por un look casual y relajado, combinando tu Little Black Dress con unos tenis y un jersey, o prefieras un estilo más elegante y sofisticado, complementándolo con unos stilettos rojos y un abrigo de piel, este emblemático vestido negro es la pieza esencial que definirá tu armario y tu estilo personal. Su versatilidad te permitirá adaptarlo a cualquier ocasión, al mismo tiempo que te dejará expresar tu individualidad, convirtiéndolo en un imprescindible absoluto.
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