A estas alturas, muchas de nosotras somos bastante buenas para detectar red flags en las relaciones románticas. Ya sabes, esos comportamientos que desencadenan la sensación de que las cosas no van a funcionar. Es posible que estés súper alerta para detectar el gaslighting, o que sepas evitar a los love bombers. Sin embargo, a pesar de que estos dealbreakers surgen regularmente en conversaciones románticas, la gente generalmente no aplica la misma mentalidad de red flags con la amistad.
Como sociedad, a menudo no reconocemos las amistades poco saludables de la misma manera que hacemos los romances y las dinámicas familiares. Puede ser difícil diferenciar entre un amigo que bromea contigo porque te conoce mejor que nadie, y una amistad tóxica pues nuestros comportamientos con amistades dependen de muchísimos factores.
4 red flags que puedes identificar en tus dinámicas de amistad
Solo hablan de sí mismos (y nunca preguntan por ti)
¿Tienes ese amigo que sigue y sigue hablando de su día, su trabajo, sus problemas, pero nunca pregunta por tu vida? Y cuando el centro de atención finalmente está en ti, interrumpen con un: “Oh, eso me recuerda a cuando yo…”
En algunas dinámicas de amistad poco saludables, puede parecer que es su mundo, y tú eres solo el personaje de apoyo que vive en él. Sin embargo, todos, incluyéndote a ti, merecen ser vistos y escuchados.
Para ser justos, la tendencia de una persona a dominar la conversación también podría ser un signo de malas habilidades de comunicación, por lo que te aconsejamos usar tu mejor criterio e intuición y considerar plantear el tema antes de decidir romper la amistad.
Pero ten en cuenta: un verdadero amigo debería querer escuchar todos tus éxitos y luchas, incluso si la actualización de tu vida es algo tan simple como cómo fue tu día.
Compiten constantemente contigo
Considera este escenario: le dices a esa amistad que recibiste un aumento en el trabajo, en lugar de darte un abrazo de apoyo o enviarte un mensaje de texto de celebración, te dicen: “¡Bueno, en realidad yo conseguí un ascenso la semana pasada!”. O tal vez acaban de regresar de un intenso entrenamiento o clase de ejercicio y tu bestie dice algo como: “Oh, esa clase fue demasiado fácil para mí, pero veo que tú la sufriste”.
¿Te suena familiar? Una cosa es ser competitivos por naturaleza, cosa que se vale en una amistad mientras la competitividad no se salga de los límites, sin embargo, la persona que convierte todo en un juego de “quién lo hace mejor” probablemente no tenga sus mejores intenciones.
Puedes intentar decirle cómo te sientes (tal vez no se den cuenta de lo que están haciendo), pero de nuevo, si tu amistad no es receptiva, esa es otra red flag.
La amistad parece unilateral
Levanta la mano si eres el amigo a cargo de hacer los planes, o si conoces a esa persona en tu círculo que convenientemente te llama solo cuando su vida se está desmoronando y, una vez que es tu turno de desahogarte, desaparece.
Por supuesto, todas tenemos semanas agitadas en las que estamos llenas de trabajo o lidiando con asuntos personales que nos distraen de vez en cuando. Pero si siempre te encuentras haciendo el trabajo emocional, podría ser una red flag de que tu amistad no valora la relación tanto como tú.
No respetan los límites que estableces
En las amistades sanas, la gente entiende que a veces se les dirá que no y esto está bien. Tal vez no quieras compartir lo que te está molestando en este momento o siguen mencionando a tu ex, a pesar de que les pediste cientos de veces que se detuvieran o están tratando de decirte con quién deberías (o no deberías) pasar el rato.
Si notas que tus límites no se respetan constantemente, entonces esto puede ser un signo de una amistad tóxica.
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