Cuando Demi Lovato anunció que es una persona no binaria, se liberó de un rol de estrella pop en el que se le atrapó desde la niñez. Y este es solo un caso de una celebridad, pero la gente está rechazando cada vez más la heteronormatividad.
Pero, ¿qué es la heteronormatividad? “Es asumir que la heterosexualidad es la norma o el punto de referencia y que todas las otras orientaciones son extensiones o que es opcional respetarlas, entenderlas y priorizarlas”, explica la educadora sexual Anne Hodder-Shipp.
Aunque esta perspectiva dañina es cada vez más cuestionada y no es tan común como antes, aún está presente, añade la profesora de género, sexualidad e interseccionalidad Danielle Egan.
Es por esto que es crucial entender cómo se manifiesta la heteronormatividad, especialmente en las citas y las relaciones, para así combatirla.
De dónde viene el término ‘heteronormatividad’
A pesar de que la sociedad nos hace creer que las relaciones sexuales han existido sobre todo entre mujeres y hombres cis, el concepto de heterosexualidad es bastante nuevo, dice Hodder-Shipp. “La heterosexualidad no existía hasta que el periodista húngareo Karl Maria Kertbeny inventó la idea y el término a finales de la década de 1860. Antes de eso, no había un concepto formal de la orientación sexual”, explica.
A lo largo del tiempo, la heterosexual se convirtió en la norma en la religión, la medicina, la ley, la psicología y la educaciín, agrega Egan: “Las instituciones sociales y las representaciones en medios suelen asumir la heterosexualidad”.
Y así llegamos a 1991, cuando el término “heteronormatividad” apareció por primera vez en el libro Fear of a Queer Planet, del teórico queer Michael Warner.
La etiqueta también se asocia con el binario de género. Es decir, el asumir de forma incorrecta que solo hay dos géneros: hombre y mujer o macho y hembra, explica Hodder-Shipp.
6 mitos de la heteronormatividad
La heteronormatividad lleva a una variedad de sesgos que pueden sacar sus feas cabezas al ir a citas o estar en una relación. Estas son algunos de ellos:
Todas las parejas potenciales o nuevas amistades son hetero
Ya sea que estés buscando pareja o que estés en una cita doble, asumir que tus conexiones nuevas son heterosexuales es vivir desde la heteronorma, dice Egan. nunca debes asumir la orientación sexual de otra persona.
Luz Miranda, activista por los derechos humanos, educadora y futura terapeuta, explica: “Ahora estoy en una relación con un hombre cisgénero heterosexual. La heteronormatividad asume que yo también lo soy, pero no es el caso. Soy bisexual y mi género es fluido. La heteronormatividad limita las identidades multifacéticas de las personas y puede dañar e invalidar”.
Las relaciones sexuales no son solo penetración
La creencia de que la única manera “real” de tener sexo incolucra a un pene entrando a una vagina es falsa y heteronormativa, dice la coach sexual, sexóloga y autora Gigi Engle, quien agrega otras afirmaciones falsas que se relacionan con esta:
“El sexo es solo para tener bebés, no para placer, y el placer femenino no se necesita para hacer bebés, por lo que no es necesario tenerlo en cuenta”.
Hodder-Shipp agrega que todo esto se relaciona con la idea de que el sexo oral, los masajes, el “faje” y tocarnos son “el previo” y no califican como sexo.
Todas las personas sienten deseo sexual
Esto invalida orientaciones sexuales como la asexualidad, que se define como una falta de atracción sexual o la grisexualidad, que se caracteriza por una atracción limitada o que ocurre solo en ciertas condiciones.
Los roles de género que se basan en estereotipos
Hodder-Shipp explica que la perspectiva heteronormada lleva a asumir que los hombres están calientes todo el tiempo, que las mujeres son emocionales y menos visuales cuando se trata de excitarse, que las mujeres son mejores cuidadoras o que el orgasmo femenino es más difícil que lograr, mientras que los hombres son más dominantes en la cama.
Creer estas afirmaciones lleva a expectativas problemáticas y a culpa o vergüenza, dice la doctora y terapeuta sexual Shannon Chávez.
Los hombres pueden sentirse presionados por la idea de que “deben” querer más sexo e iniciarlo siempre, mientras que las mujeres pueden ser menos propensas a buscar sexo casual, a pedir lo que quieren o a minimizar la importancia de su placer.
Las leyes y los servicios de salud se deben centrar en relaciones heterosexuales
Hodder-Shipp señala que la adopción, el matrimonio y otros derechos se conceptualizan desde la heteronormatividad. Y Chavez agrega que todavía se discrimina mucho a otras orientaciones e identidades en la industria de la salud.
Sin la educación adecuada, los proveedores de servicios de salud (desde terapeutas hasta ginecólogos) pueden no estar preparados para ofrecer un cuidado de calidad a una población diversa.
La exploración sexual con diferentes identidades es una “fase”
Chavez nos recuerda que cualquier otra cosa que no sea una relación heterosexual es vista como experimentación o confusión.
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