¿Te has sentido desmotivada, cansada física y emocionalmente? Cuidado, quizá estés sufriendo el síndrome de Burnout, una condición provocada por el estrés. El término solía utilizarse en el área laboral, siendo también conocido como el “síndrome del trabajador quemado”. Sin embargo, se ha probado que también puede afectar a estudiantes, amas de casa y a cualquier persona.
Es importante recalcar que cualquier persona puede sufrir esta condición, el estrés y la presión tanto laboral como escolar o del hogar puede afectar significativamente en nuestra vida, por eso debemos reconocer los síntomas del burnout para evitarlo.
¿Cómo identificar el Síndrome de Burnout?
El síndrome de Burnout se manifiesta a través de un estado de agotamiento físico y emocional que se vuelve crónico con el tiempo y puede llegar a alterar tu autoestima y la manera en que te desenvuelves en ciertas situaciones.
Esta condición provoca la pérdida del interés por las tareas y hace que desarrollemos una reacción psicológica negativa hacia su ocupación (escuela, trabajo, etc) provocando bajo rendimiento, conflictos o deserción.
Agotamiento físico y emocional
El síndrome de burnout provoca una pérdida de energía tanto física como emocional, trayendo como consecuencia: fatiga, aumento o pérdida del apetito, dolores musculares, migrañas, lagunas mentales, estrés y ansiedad.
Despersonalización
La despersonalización se refiere a un tipo de condición psicológica donde la persona que lo padece se siente fuera de sí, como si estuviera en un sueño mientras que quienes lo percibimos desde el exterior podemos interpretarlo como distracción o indiferencia.
Poco rendimiento y baja productividad
La desmotivación es común en estos casos, sobre todo cuando ya se presentan los demás síntomas, al no haber interés en las tareas, tener malestares físicos y lidiar con la ansiedad la motivación baja dando como resultado poco rendimiento que puede desencadenar la depresión.
¿Cómo evitar el Síndrome de Burnout?
La manera más sencilla de evitar el síndrome de Burnout es poniéndote como prioridad, si la escuela o el trabajo están causando que te abrumes en exceso o presentes uno de los síntomas que se han mencionado lo mejor es dejarlo ir, ningún puesto vale tu salud mental.
Otra cosa que puede ayudarte a prevenir o tratar esta condición es asistir a terapia, así podrás desarrollar herramientas para combatir el estrés dentro de ciertos ambientes.
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