¿Un lunar sospechoso? Corres al dermatólogo. ¿Te duele una muela? Seguro ya hiciste cita en el dentista. Es hora de aceptar que todas las emociones son válidas y que hablar de salud mental es una prioridad. Entrevistamos a la psicóloga Nathalia Molina, quien nos dijo cómo empezar a ir a terapia.
“El paso del tiempo demanda cambios”, es una frase que encontrarás en el Instagram de Nathalia, a quien hace un tiempo descubrí mientras buscaba un nuevo podcast. Con un cuadro en rojo que decía Ve a terapia, me puse a oír en loop cada uno de los episodios de la primera temporada, donde además había invitados que hablaban de la salud mental en cada uno de los audios.
Tal vez hace años era todo un secreto ir a terapia o nos daba miedo mostrarnos vulnerables, aunque ahora sabemos que siempre trae beneficios a tu vida y que no tienes que esperar a que suceda “algo” para acudir, pues un especialista puede ayudarte a dirigir tu angustia:
“Todas las personas tenemos un punto de quiebre y no debemos llegar a él para pedir ayuda. La mente suele controlar todas las áreas de nuestra vida, tanto el cómo interactuamos y la manera en la que nos hablamos o percibimos la vida, nuestros cuerpos, nuestro entorno. La importancia de la salud mental es ponerle atención para pulirla, no dejarnos caer hasta llegar a una crisis. Ir a un chequeo mental regularmente, no hacerlo hasta que algo salió muy mal”, comparte Nathalia.
¿Cuándo es momento de ir a terapia?
Eliminar el estigma es básico, está increíble platicar con tus amigas de tus problemas pero ir al psicólogo debe ser una de las primeras opciones, siempre es más barato el mantenimiento que la reparación, esto aplica para todos los ámbitos de nuestra vida.
¿Cómo saber qué es hora de ir a terapia? No hay “hora”, es en cualquier momento; si viviste algo importante o no le has puesto demasiada atención a tu vida, tienes una decisión difícil, vas a ser mamá… sentir que puedes trabajar algo, es un punto de partida.
Las opciones son diferentes y cada terapia se enfoca en una manera distinta. Por ejemplo, si buscas hablar de algún problema del pasado, el psicoanálisis es una buena opción porque incluye cuestionamientos e instrospección, o si tienes un problema en específico que quieras resolver, la terapia cognitiva conductual puede ayudarte, pues se basa más en soluciones.
Nathalia nos recomienda que cada quien se informe, pues antes de ir con un especialista es importante revisar los tipos de terapia y qué o cómo trabajan, esto literal lo puedes hacer por Google. Busca la frecuencia, las técnicas y cómo se abordan. Si crees que la ayuda es para alguien en tu entorno, sé empaticx, sugiere la terapia sin hacerlo de manera invasiva (“deberías ir al psicólogo”: tache), cualquier persona que veamos en necesidad, es el candidato ideal para acudir.
La percepción de nuestra salud mental ha cambiado bastante después de la pandemia, le hemos dado mayor visibilidad pero seguimos con un estigma que señala la vulnerabilidad como algo negativo, nos topamos con muchos retos y vimos la importancia de relacionarnos con contactos externos, recuerda que tomarte un tiempo para ti es básico.
La pandemia nos abrió los ojos para entender que las personas sufren y las cuestiones emocionales están latentes. Los tabúes más comunes hacia la salud mental son tantos que van desde el “estás loco” hasta “al psicólogo van los que se quieren suicidar”, o el miedo de contarle al terapeuta tus problemas porque crees que puedes afectar tu rutina, las resistencias (como le llaman los psicólogos) son comunes, pero recuerda que cambiar tus vínculos es algo positivo aunque sea doloroso, si es que te están afec- tando.
Ir a terapia te hará ser más feliz con el tiempo, aunque al principio habrá algunos retos. Si quieres complementar la terapia o no estás listo para ir todavía, empieza con hacer algo en movimiento, dale un tiempo a tu cuerpo, escucha tus pensamientos, suelta el celular un ratito y voltea a ver qué estás haciendo.
Nathalia recomienda el contacto constante con las personas que amamos y no tener miedo de estar contigo. Busca libros, apps, podcasts… La experta recomienda algunos como ¿Qué haría Freud?, y por supuesto escuchar podcasts como Celia y psicología, Se regalan dudas y el suyo: Ve a terapia, donde habla de esas emociones que a veces olvidamos priorizar, sentir en voz alta y expresarnos desde el alma.
3 claves para encontrar a tu terapeuta
- Puedes pedir recomendaciones o incluso buscar por Internet, pero no olvides revisar su cédula profesional
- Checa los tipos de psicoterapia y elige uno con el que te sientas cómoda. Dale tiempo al proceso, déjate llevar y disfrútalo, pero si sientes que no haces clic con tu terapeuta, no pasa nada con decidir cambiar.
- Elige qué te funciona mejor. Ahora puedes tener sesiones por Zoom, teléfono o ir a un consultorio. Siéntete cómodx y recuerda que mostrar tus emociones no te hace débil.
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