Sentirte tan lejos de la rutina siempre sabe bien y mejor aún cuando el hotel que te espera es un verdadero oasis dentro de otro, porque no solo tenemos una de las ubicaciones más perfectas para disfrutar del Caribe, también tenemos un espacio de descanso que cohabita con la naturaleza.
Hablamos del hotel Rosewood Mayakoba, un resort que si tuviera que describir en dos palabras (sin dudar) serían: mexicano chic. Cuenta con 129 suites de lujo, múltiples propuestas gastronómicas y amenidades únicas para asegurarte un descanso como nunca antes has vivido este destino.
Y cuando digo que nunca antes has vivido este destino así te prometo que no exagero, la experiencia Mayakoba inicia desde el momento que llegas (literalmente) en cuanto haces tu check-in. Fui trasladada a mi habitación en un bote por los canales del hotel hasta llegar a la suite, donde ya me estaba esperando el personal para recibirme y darme un mini tour.
Puedo asegurar que el sonido del mar, las palmeras, el aire y ese feeling tropical que se impregna hasta en la piel mientras estamos en la Riviera Maya, tienen sin duda un efecto instantáneo en mí. En esta ocasión vivirlo desde Rosewood fue prácticamente “sentirse como en casa aún estando lejos” (claramente me encantaría que mi casa tuviera el SENSE Spa, la oferta gastronómica de sus restaurantes y desde mi ventana se vieran esos atardeceres – pero entienden mi punto).
Desconectarse y relajarse eran mis dos objetivos principales y fue tan sencillo lograrlos desde mi habitación, hasta mi paso por la laguna, las hectáreas de selvas, sus tranquilos canales y por supuesto, la playa de arena blanca que lo rodea.
¿Sus imperdibles? Los distintos restaurantes que encontrarás dentro del hotel y alrededores, en los demás hoteles del complejo Mayakoba como son Andaz, Banyan Tree y Fairmont.
Y “last but not least” definitivamente tienes que conocer el Van Dutch 55 un yate que te lleva a los mejores spots de playa para que puedas realizar snorkel, nadar o simplemente tomar el sol.
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