¿Qué pasaría si pudieras regresar en el tiempo y vivir una celebración del dios del vino en la Antigua Grecia o las Saturnales de los romanos? Los bacanales, Midsommar o el Samhain de los celtas… aquellos eventos hoy parecen cuentos que sólo existen en libros y películas o, más bien, eso pensábamos hasta que llegó Food Rituals: una serie de eventos basados en rituales de diferentes culturas de la que todos están hablando.
Desde crear vajillas para eventos como en The Tarot Table (donde invitaron a 22 mujeres y cada plato tenía el nombre de uno de los 22 arcanos; una taróloga dio a cada mujer una sesión), hasta abrir los portales del más allá en una celebración con orígenes paganos que conmemora la mitad más oscura del año… como su nombre revela, Food Rituals regresa el sentido de ritual a la comida, basado en ritos y creencias que han existido alrededor del mundo.
“En ellos estudiamos cada celebración, con todos sus pasos, simbolismo, comida; escribimos una especie de obra de teatro inmersivo, que al mismo tiempo es una fiesta o una cena de la que uno se va un poco más conectado con las creencias de muchas civilizaciones que parecían ser muy lejanas”, nos comparte Antonella Tignanelli, una de las socias fundadoras.
Como chef, directora creativa e investigadora de alimentos, Antonella siempre se interesó más por el factor de intercambio cultural y de herencia familiar que la perfección o la ambición de ser una gran chef. Hoy, junto a su socia Sandie Hamon, nos hace replantearnos el significado de la comida y su conexión con lo sagrado.
Sí, la comida es sagrada
Hoy aún la ofrecemos a los dioses y compartirla representa unión en todas las religiones: desde partir el pan de la eucaristía hasta la jalá en el judaísmo como símbolo de presencia divina en Shabat. Para los hindús romper coco es romper con el ego e invocar nuevos comienzos; sufganiá para Hannukah, tofu para la deidad de fertilidad en el sintoísmo, las ciruelas de la inmortalidad en el taoísmo, el baklava en el ramadán, el vino es para el sacramento, y probablemente cada febrero, disfrutas ese manjar con frutas secas y un niño adentro.
Y porque la comida cuenta una historia mucho antes de probarla, desde Da Vinci con La Última Cena hasta Warhol con su sopa Campbell’s, los grandes testimonios son prueba que no se trata sólo de alimentos. Realmente, vivimos para los momentos alrededor de la mesa: no existe evento significativo donde la comida no sea un centerpiece.
Si quieres conocer una cultura, conoce cómo son las personas en su cocina
El mexicano siempre alegre y ruidoso, el japonés concentrado y perfeccionista, los italianos, puristas. La comida habla de quiénes somos: las recetas que se pasan en familia, los emplatados, la cantidad de lugares en la mesa; manos, palillos o tenedores; valores e historia; sí, “eres lo que comes”.
¿Recuerdas tu primer acercamiento con ella? Para Antonella son los festines que cocinaba su abuela. “Desde los 6 años, durante más o menos una década ella me hizo mirarla, memorizando sus movimientos y sus recetas”. El momento determinante fue cuando terminó sus estudios, y se dedicó a viajar por el mundo. “En esos viajes intentaba siempre organizar alguna clase con alguien local, o meterme en una tribu a compartir una comida con ellos. Luego de muchos viajes, un día en Grecia pensé que debería haber una conexión entre la mitología y los alimentos. Tomé esa dirección y descubrí que en todos los rituales de las diferentes culturas y tiempos, la comida cumplía un rol fundamental y muy simbólico”.
Lo que Antonella ha descubierto con Food Rituals
Más allá de descubrir un portafolio infinito de diversidades, Antonella me confiesa lo extraordinariamente inherente en la comida: “Lo lindo de estudiar estas cosas a fondo es que te hace percibir una igualdad en el hombre, en todos los tiempos. Todas las preguntas son las mismas, y todas las respuestas también. Sean personificadas por el Dios de la tormenta o el mesías, los relatos tienen un núcleo en común y vienen a dar explicación sobre partes de la experiencia humana que no podemos entender desde la ciencia, por eso es importante mantener vivas estas creencias y estos relatos”.
Y como Aristóteles decía que para conocer algo debes convertirte en eso, Food Rituals son fiestas temáticas bien entendidas: desde vestimenta hasta pedir permiso a los ancestros para recrear rituales, sobre todo cuando son temas oscuros como La Danza de la Muerte.
“Descubrí, por ejemplo, que el Voodoo es una religión. Los rituales que más me impactan son en los que se implican sacrificios humanos o canibalismo. Pero lo más interesante es entender que estas cosas en su contexto temporal y cultural significaban algo muy diverso, es absurdo juzgarlos desde nuestra mentalidad contemporánea y occidental. Lo mismo sucede con cultos o religiones, la historia que divide a la gente y hace pensar que cada religión o culto funciona como un ente separado del otro… muchas veces provoca conflictos”.
¿Cómo podemos consumir alimentos de forma sagrada en casa?
Curiosamente, es en la mesa donde nos encontramos: un vino que destapa la conversación incómoda o un platillo caliente como la mejor muestra de tregua y cariño. Incluso, la comida es un lenguaje de amor que hoy se ha sensualizado (y no me refiero al #foodporn). Compartido, puedes olerlo, saborearlo, verlo y sentirlo… pero aún así, hasta en el acto más íntimo, caemos en la trampa de vivirlo en piloto automático.
Dejar las pantallas y distracciones para alimentar esa relación contigo mismo para ubicarte en el momento: tus decisiones de comida también son una muestra de amor propio. Para Antonella esto también tiene que ver con lo sagrado. “Para mí se trata de sabiduría y respeto. Para consumir los alimentos de una forma ‘sagrada’ hay que saber sobre ellos y honrar su consumo. A través de los rituales es que uno hace ese tipo de pausas para entender y darle importancia. Si de vez en cuando vivimos este tipo de rituales en donde nos concientizamos de todos estos significados ocultos, nos volvemos más sabios y usamos la comida para nuestro beneficio en vez de ser solamente una fuente de placer a corto plazo o una herramienta de nutrición”.
¿Cómo podemos ponerlo en práctica? “Saber de dónde viene lo que consumimos (por lo menos una gran parte), lo que significó ese alimento en la historia, tomarnos el tiempo de cocinar y compartir, si se puede también sembrar y cosechar… esto ayuda a que tenga mucho más valor cuando comemos algo y a veces hasta puede convertirse en nuestra medicina”.
¿Hacia dónde va el mundo de la gastronomía?
A punto de abrir la nueva sucursal de Masa Vins en Madrid enfocada en vinos (con 250 botellas diferentes de Europa del Este, productoras mujeres y otras minorías), comida muy fresca con poca intervención “pero mucha creatividad y sabores inesperados”; Antonella tiene un visión muy clara del mundo de la gastronomía. “Creo que está yendo hacia un lugar de más cercanía y simplicidad que es bueno. Me alegra saber que estamos en dirección de humildad y de respeto por los productos y las formas de cosechar y preparar de antaño, que son más respetuosas”.
Así que, respondiendo a nuestra pregunta inicial, quizás sí hay esperanza de restaurar y revivir los ritos que alguna vez nos unieron con el universo a través de un bocado… quizás resucitemos la comida sagrada entre banalidades. Y ojalá, algún día, podamos ser parte de un Food Rituals, “Queremos hacer uno en tren, en el que cada vagón sea una historia y estés completamente inmerso, obviamente también con muchos momentos sin guion y mucha libertad”… stay tunned.
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