*Googlea a la NASA ASAP*
Salgamos un poco de la burbuja en la que vivimos, la pandemia que atravesamos mundialmente y pensemos en lo inmenso que es el Universo. Sí bien, estamos acompañados de no sé cuántos billones de estrellas, solo en nuestra galaxia, y si le sumamos todas las de otros sistemas solares sería casi imposible de contabilizar, y aunque nosotros estamos en un paro obligado para controlar un virus, la vida en el más allá sigue.
Hoy hablaremos del nuevo exoplaneta (quiere decir que este planeta no pertenece a nuestro sistema solar, está a 300 años luz de distancia) que la NASA ha descubierto y que tiene MUCHAS similitudes con el planeta Tierra.
Esta no es la primera vez que se hace un hallazgo de este tipo, sin embargo, de los 2.681 exoplanetas vistos por el telescopio espacial Kepler de la NASA entre 2009 y 2018, este es el más similar en tamaño y potencialmente temperatura a nuestro propio planeta.
El planeta ha sido bautizado Kepler-1649c y algunas de sus características son:
- Es 1,06 veces más grande que la Tierra
- Recibe aproximadamente el 75% de la cantidad de luz que la Tierra recibe del sol. Esto quiere decir que la temperatura de la superficie del exoplaneta podría ser muy parecida a la de la Tierra.
- El planeta se encuentra dentro de la zona habitable de su estrella, existiendo a la distancia correcta donde puede existir agua líquida en la superficie, o sea podría soportar la vida.
¿La diferencia? Kepler-1649c orbita alrededor de una estrella enana roja, mucho más pequeña y más fría que nuestro sol, lo que podría quitar un poco de esperanza sobre la posibilidad de que el exoplaneta soporte algún tipo de vida.
“Este intrigante y distante mundo nos da una esperanza aún mayor de que una segunda Tierra se encuentre entre las estrellas, esperando ser encontrada“, dijo Thomas Zurbuchen, administrador asociado de la Dirección de Misión Científica de la NASA en Washington. “Los datos recopilados por misiones como Kepler y nuestro Satélite de estudio de tránsito de exoplanetas (TESS) continuarán produciendo descubrimientos sorprendentes a medida que la comunidad científica refina sus habilidades para buscar planetas prometedores año tras año”.
“Mientras más datos obtenemos, más signos vemos que apuntan a la noción de que los exoplanetas potencialmente habitables y del tamaño de la Tierra son comunes alrededor de este tipo de estrellas”, dijo Vanderburg. “Con enanas rojas en casi todas partes alrededor de nuestra galaxia, y estos planetas pequeños, potencialmente habitables y rocosos a su alrededor, la posibilidad de que una de ellas no sea muy diferente a nuestra Tierra parece un poco más brillante”.
Sin más información por el momento, solo queda esperar los estudios que investigan este exoplaneta y pensar que en un mundo muy, muy lejano existe vida, de alguna forma.
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