7 biohacks para fortalecer tu sistema inmunológico
Estilo de vida

7 biohacks para fortalecer tu sistema inmunológico

En los últimos años hemos aprendido la importancia de fortalecer el sistema inmunológico y cómo algunos cambios en nuestra rutina, también llamados biohacks, pueden hacer una enorme diferencia en nuestra salud. 

El estilo de vida que tenemos actualmente nos juega en contra muchas veces. Es común que siempre estemos a la carrera, llenos de estrés, o que permanezcamos horas sentados sin actividad física. 

Una publicación del 2017 en la prestigiosa revista Cell Metabolism explica cómo el sistema inmunológico no sólo es la mejor defensa contra amenazas externas como microbios patógenos, sino que además, afirma que un sistema inmunológico fuerte es clave para mantener el buen funcionamiento general de todo nuestro cuerpo.

Qué son los biohacks

En realidad, el término de Biohack es un estilo de vida que surgió a mediados de la década de 2000 en Estados Unidos y significa el hackeo biológico: un método para las personas que buscaban sentirse mejor consigo mismas y ser mejores en su vida cotidiana. 

Varios expertos en la materia lo han descrito como un conjunto de acciones que una persona lleva a cabo a través de diferentes técnicas y herramientas, para optimizar su cuerpo, su mente y su vida. O sea que es cualquier cosa que haces para, por ejemplo, dormir mejor, prevenir enfermedades o mejorar tu salud mental.

Dave Asprey, mejor conocido como el padre de los biohacks recomienda iniciar con un proceso en tu alimentación, cambiando a uno saludable, consumiendo agua y haciendo ejercicios, como una manera de iniciar en este mundo.

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Así puedes fortalecer tu sistema inmunológico

  1. Descanso de calidad. 

Tener buena higiene del sueño te permite asegurar un descanso más efectivo. Establece un horario regular para dormir y despertarte; elimina la mayor cantidad de luz posible y evita el uso del celular en la cama. 

También puedes evitar la cafeína y los alimentos pesados; usar ropa cómoda y establecer una temperatura agradable para la habitación. Esto hará que tu cuerpo empiece a producir melatonina, hormona indispensable para inducir el sueño.

  1. Nutrición correcta. 

Una buena alimentación pone énfasis en una nutrición rica en proteínas, grasas saludables, vitaminas, minerales, fibra y antioxidantes. 

En cuanto a los carbohidratos, procura que provengan de fuentes integrales y lo menos procesadas posibles. Evita el consumo abundante de carbohidratos refinados como harinas y azúcares añadidos. 

  1. Hidratación. 

La mayor proporción de nuestro cuerpo es agua, por lo tanto, la hidratación es necesaria para poder funcionar en óptimas condiciones. 

La cantidad recomendable es al menos dos litros de líquido al día que pueden incluir: agua natural, agua mineral, té, y cualquier otra bebida que contenga minerales y/o electrolitos. 

  1. ¡Actívate! 

La actividad física mejora tu salud drásticamente, ayuda a mantener un peso saludable y te permite manejar el estrés. La liberación de endorfinas que nos produce el ejercicio nos da una sensación de bienestar y nos hace sentir con más energía y de mejor humor. 

Encuentra el ejercicio de tu preferencia, no importa qué sea o dónde lo hagas, pero realízalo por lo menos 30 minutos al día, cinco veces a la semana.

  1. Controla el estrés. 

El ritmo acelerado de vida que ahora llevamos nos mantiene en estado de alerta y de estrés. 

Practicar actividades como la meditación, la respiración consciente, o incluso escribir un diario, pueden ayudarte a mantener el estrés a raya y cuidar tu sistema inmune. 

  1. Evita contagios

Las enfermedades infecciosas transmiten bacterias, virus, hongos o parásitos a través del contacto con alguien o algo infectado. 

Para evitar la transmisión, te recomendamos lavarte las manos constantemente; quedarte en casa cuando estés enfermo; no compartir elementos personales y preparar alimentos de forma segura. 

  1. Apóyate en algo extra. 

Gracias al enorme avance científico, sabemos que si ponemos énfasis en el consumo de ciertos nutrientes o activos de los alimentos, podemos lograr un efecto más allá del nutrimental. Por ejemplo, consumir algún suplemento centrado en vitamina C o D, ácidos grasos omega 3, antioxidantes, entre otros, puede contribuir estratégicamente a fortalecer el sistema inmunológico. 

Recuerda que, para mantenernos saludables y fortalecer nuestro sistema inmunológico, es esencial hacer pequeños cambios constantes para convertirlos en hábitos, los cuales nos aportarán vitalidad, bienestar y una mejor salud que nos ayudará a reducir el riesgo de muchas enfermedades y a estar más protegidos. 

Por: Carolina Moreno, Gerente Global de Comunicaciones en Immunotec. Comunicadora social y periodista, apasionada de la venta directa, el bienestar y la búsqueda constante de vivir mejor. Actualmente vive y trabaja en México. Antes de escribir, actuó como bailarina profesional.

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