Sí, regalar es un arte y para esta edición, seis influencers mexicanos nos contaron cómo su special someone les saca una sonrisa cada vez que vuelven a ver y recordar la representación física de todo el amor que se tienen.
Solo las personas que de verdad tienen la habilidad de escuchar con atención saben cómo convertir lo más sencillo en magia. Y, aunque sabemos que los mejores regalos no están en lo material, algunas personas han logrado(de forma muy acertada) plasmar todo lo que significamos para ellos a través de objetos.
Los regalos que marcaron a estos influencers mexicanos
Fer Millán: Bartolo
“Mientras cenábamos en la playa vi un gato persa naranja caminar y recuerdo haber dicho que moría por uno en color negro. Seis meses después, Nat, mi mejor amiga, llegó a mi casa con un regalo de cumpleaños en una caja. Muy educadamente lo dejé en la sala para abrirlo después y seguí platicando muy natural. Nat se puso un poco nerviosa y me pidió que lo abriera, pero yo quería esperar a que termináramos de cenar. Fue tanta la insistencia que finalmente lo abrí (¡y qué bueno!) por-que era mi Bartolo. Es súper cariñoso y su espacio favorito, como el mío, es mi clóset. Siempre nos vas a encontrar juntos ahí”.
Jorge Patiño: Norteño
“El día que Norteño llegó a nuestras vidas fue uno de los más felices. Obviamente se llama así por North, la hija de Kim Kardashian. Tenemos otra gata llamada Tormentita, por Stormi. Viajamos mucho y nos poníamos tristes de que Tormentita pasara tanto tiempo sola, así que mi pareja Juanpa arregló todo para que tuviera un nuevo hermano. Cuando lo fuimos a buscar, yo no lo podía creer: él me había dicho muchas veces que no podíamos tener otro gato y me sorprendió. Yo soy el viejito de los gatos, de hecho es mi tercero. Los primeros dos no querían pasar mucho tiempo con nosotros, pero Norteño no se nos despega un segundo. Hoy somos una pequeña familia”.
María Bottle: cuaderno
“Una exnovia me dio un regalo hermoso. Yo amo dibujar y pintar, y ella escribir. Nuestra conexión tan rápida se dio gracias a la pasión que compartíamos por el arte. Decoró la portada de un cuaderno con brillos, cuentas y lo llenó de poemas, siempre dejando una hoja en blanco entre cada uno para que des pués de leerlos yo pudiera interpretarlos en un dibujo, dependiendo lo que sintiera. Para mí fue algo muy dinámico y lleno de amor que hasta hoy sigue siendo muy valioso. Fun fact: después de que cortamos escribió en Twitter que “quería sus poemas de regreso”, pero para mí fue hermoso y lo voy a guardar siempre”.
Juanpa Gordoa: un viaje
“Todo empezó gracias a otro regalo. Jorge es fan de Dua Lipa, así que le compré un boleto para verla en Los Ángeles. Cuando nos conocimos (mucho antes de ser novios), platicábamos de lo mucho que queríamos hacer un roadtrip de L.A. a Las Vegas pasando por el desierto. Siempre era nuestro tema de conversación y veíamos mil series donde aparecía esa carretera en específico, porque de verdad era nuestro sueño recorrerla, sin imaginarnos que un día sí lo íbamos a lograr. Jorge terminó complementando su regalo con otro para mí: un viaje a Las Vegas que se cumplió tal cual como lo imaginamos. Ese fue el primero juntos como pareja”.
Dany Rodríguez: un libro
“Este regalo es el más significativo para mí, desde hace tiempo estoy interesada en ha-cer que mi vida se vea como en un film: uso cámaras instantáneas o de video y todos los clips que voy teniendo los subo a una página con el propósito de que mis recuer-dos se queden guardados.
Mi mejor amiga tuvo la idea de regalarme un cuaderno para que tuviera un lugar donde pegar mis fotos instantáneas y pudiera explicar lo que pasó ese día o simplemente el contexto de la pic. Para mí es de las cosas que más valor tienen porque me pongo a pensar que en algunos años voy a poder ver mis recuerdos y hasta mis hijos van a ver cómo fue mi vida y pensar en esa idea es algo que me encanta y me da nostalgia. Me lo regaló pensando que valía la pena tener fisicamente recuerdos”.
Alejandro Puente: violín
Disfruto dar regalos y pienso en los momentos más felices de mi vida con mis seres amados como lo mejor que he recibido. Pero hay uno material que me marcó: cuando tenía 15 años, mis papás atravesaban una situación económica difícil. No sé cómo le hicieron pero ahorraron para comprarme un nuevo violín que me acompañó en muchas horas de práctica, exámenes de música, conciertos y momentos en los que solo tocaba para mí. Gracias a él pude darme cuenta de que no quería ser violinista, pero me ayudó a encontrar mi camino y lo que lo hace más especial es lo que representa: un ejemplo más del sinfín de veces que mis papás apoyaron mi crecimiento como artista. Sin limitantes”.
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