Si no has visto El decamerón, la nueva serie de Netflix, te estás perdiendo de una experiencia llena de humor negro, historias de amor (y de lust) y personajes loquísimos. Uno de ellos es Neifile, una mujer católica que lucha contra sus deseos, interpretada por Lou Gala.
Platicamos con la actriz francesa, que tiene ya una impresionante carrera en Europa pero que con esta serie tiene su primer protagónico en Hollywood (antes tuvo un papel pequeño en la serie de Max Julia, sobre la vida de Julia Child).
Lo que nos platicó Lou Gala acerca de su carrera
¿Cuáles son las diferencias entre trabajar en Francia y en Hollywood?
¡Lo primero son las horas de trabajo! Julia fue mi primera experiencia en una serie de Estados Unidos y les conté que en Francia son 8 horas de trabajo y tenemos un descanso para comer en el que te tomas tu tiempo y hasta puedes tomar una copa de vino o un poco de chocolate oscuro, para los actores era loquísimo pensar que se trabajaba así.
En Hollywood es otro ritmo, mucho más intenso, pero me gusta porque te puedes quedar en personaje, realmente estás metida en el trabajo.
¿Qué nos puedes contar sobre El decamerón?
Las tres referencias para el show fueron Amadeus (Milos Forman, 1985), The Princess Diaries (Garry Marshall, 2001) y The Favourite (Yorgos Lanthimos, 2018) y es interesante porque son dos películas muy diferentes pero son un buen mix de elementos que me parecieron fascinantes.
Cuando nos contaron acerca de los personajes nos dijeron que no tuviéramos miedo de ser raros, de hacer elecciones extrañas y eso fue muy satisfactorio, no tuve que ser muy tiesa o educada sino proyectar una gran libertad.
¿Y qué nos puedes decir de tu personaje Neifile?
Lo que amo de ella es que inicia siendo muy cerrada y con muchas restricciones autoimpuestas, pero tiene una gran evolución muy grande conforme pasa tiempo en la villa y eso me pareció hermoso. Al principio todos la tratan casi como una niña y creen que es muy dependiente de su esposo, pero eventualmente la vemos seguir su propio camino y sus deseos.
Filmamos en Roma, muy cerca del Vaticano y eso me hizo fácil conectar con su fe y su religión, rodeada de tantas hermosas iglesias no es difícil construir un personaje que tiene una conexión con su espiritualidad.
Y la filmación fue en Cinecittà Studio, ¿no?, ¿cómo fue trabajar en este estudio donde se han hecho películas tan icónicas?
Fue realmente un sueño, porque ya era increíble vivir en Roma por unos meses y poder visitar museos y otros lugares hermosas, y aún más filmar en Cinecittà y especialmente en el estudio 5, donde trabajó Fellini. No puedes dejar de pensar en todos los directores italianos que trabajaron ahí, es como estar con fantasmas y me sentí muy privilegiada.
El libro El decamerón, en el que se basa la serie, aborda una pandemia no muy distinta a la de Covid, y los paralelos son muy notorios en la serie
Cuando empezamos a filmar teníamos que usar cubrebocas y protegernos mucho, todavía sentías miedo en el aire.
Kathleen Jordan, nuestra showrunner, quería explorar la etapa del aislamiento que vivimos en el Covid y ponerla en otro periodo. La serie explora el comportamiento de la gente con privilegios en momentos así pero también quiere homenajear a quienes fallecieron. Es una comedia pero una comedia oscura que también hace mucha crítica social.
Los vestuarios son realmente increíbles, ¿cómo te sentiste al usarlos?
Creo que hay que darle mucho crédito a las diseñadoras de vestuario, Gabriella Pescucci y Uliva Pizzetti. Imagínate, Gabrielle ganó un Oscar por The Age of Innocence de Scorsese, estaba muy emocionada porque me encanta su trabajo.
Y claro, son vestuarios magníficos, pero además son muy útiles para hacer mi trabajo. La historia de mi personaje se cuenta también a través de sus tocados, que comienzan siendo azules y conforme su vida se hace más colorida también van cambiando.
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