La verdadera historia de Gary Johnson, el asesino de Hit Man
Entretenimiento

La verdadera historia de Gary Johnson, el asesino de Hit Man

Si, aunque Hit Man parezca completamente surreal en realidad el personaje de Glen Powell está basado en una persona real llamado Gary Johnson, el verdadero agente encubierto que Powell interpreta en Hit Man, la nueva película de Netflix.

La historia real de la película Hit Man

Hit Man se basa en la vida real de Gary Johnson, una figura que se convirtió en “el sicario profesional más buscado de Houston”. La historia única de Johnson fue vista por primera vez en un artículo del Texas Monthly de 2001 escrito por Skip Hollandsworth. Inicialmente un profesor universitario con la intención de estudiar un doctorado en psicología, la vida de Johnson dio un giro inesperado cuando no fue admitido en el programa de la Universidad de Houston. En cambio, consiguió un trabajo como investigador para la fiscalía del condado de Harris. Varios años después fue reclutado para trabajar encubierto como un falso sicario a sueldo.

Foto de Netflix

El engaño real de la historia de Hit Man

El papel de Johnson como un sicario undercover involucra engaños elaborados en los que él, disfrazado y con un micrófono oculto, se reunía con individuos que buscaban contratar a un sicario. Su trabajo era encontrarse con estos posibles clientes para incriminarse en una grabación. Con el tiempo, Johnson llego a participar en más de 70 arrestos, ganándose una reputación como “el Laurence Olivier” de las investigaciones de asesinato, según Hollandsworth.

“Gary es un gran actor que se podía convertir en lo que sea que necesite ser en cualquier situación en la que se encuentre”, dijo Michael Hinton, un fiscal del condado de Harris que supervisó a Johnson.

De artículo a pantalla

Linklater, que ya había adaptado otra historia de Hollandsworth en la película Bernie, siempre estuvo intrigado con la historia de Johnson. Sin embargo, no encontraba la forma de traducir la narrativa en una película hasta que Glen Powell, quien había colaborado con Linklater en Everybody Wants Some!!, le dio la idea ideal segun Vanity Fair. La sugerencia de Powell se centraba en un momento “fuera de carácter” descrito en el artículo de Hollandsworth. Este incidente involucró a Johnson descubriendo a una posible cliente que era una mujer maltratada, demasiado aterrada para dejar a su novio abusivo. En lugar de tender una trampa, Johnson la ayudó a conectarse con servicios sociales y a escapar de su situación de manera segura.

Foto de Netflix

Este acto de compasión se convirtió en el núcleo emocional alrededor del cual Linklater y Powell hicieron el guión. Desarrollando la historia a partir de lo que podría suceder si la mujer, ahora llamada Maddy e interpretada por Adria Arjona, se comunicara con Johnson después. 

El personaje complejo que es Gary Johnson

En la vida real Gary Johnson es tan compleja como su persona encubierta. Descrito como un solitario, estuvo casado tres veces pero prefería la soledad tranquila. Su segunda esposa, Sunny, comentó sobre su capacidad para transformarse en un asesino convincente cuando era necesario.

Muchos elementos de la vida de Johnson se incorporaron a la película, como sus gatos llamados Id y Ego y su frase icónica, “Todo pastel es buen pastel”, usada para confirmar la intención de un cliente. Los abogados de sus clientes muchas veces acusaban a Johnson por manipular conversaciones para atrapar a sus clientes, pero Johnson veía su papel de manera diferente. “Lo que realmente estoy haciendo es ayudar a las personas en sus habilidades de comunicación”, le dijo a Hollandsworth. “Revelarme sus deseos más profundos”.

La versión más auténtica de Johnson 

El compromiso de Linklater con la autenticidad fue evidente en su proceso de investigación. Hollandsworth le dio miles de transcripciones de entrevistas y material de vigilancia, para enseñarle cómo eran exactamente las interacciones de Johnson con sus clientes. Este material enseñaba la forma tan casual en que la gente discutía la contratación de un asesino, como si fuera cualquier otro servicio.

Foto de Netflix

Sin importar lo difícil que podría llegar a ser su trabajo, Johnson seguía siendo una figura enigmática. Linklater lo describió como “el tipo más tranquilo imaginable” y notó su naturaleza reservada durante sus conversaciones. Lamentablemente, cuando la película estaba a punto de ser lanzada, Johnson falleció, dejando atrás un legado capturado tanto en su trabajo como en la película.

Al final de Hit Man vemos a Gary Johnson en un homenaje de fotos del verdadero hombre y aclarando que, a diferencia de su contraparte cinematográfica, Johnson nunca mató a nadie. 

Explora más en: Instyle.mx