Príncipes salvajes, la nueva película de Netflix llega para confirmar que las apariencias engañan y que las malas acciones pueden tener graves consecuencias. Juan Pablo Fuentes, uno de los protagonistas de esta producción, nos habla de su experiencia interpretando a Xavier y nos comparte cómo fue sumergirse en la piel de este personaje, los desafíos emocionales y físicos del rodaje, y la importancia de contar historias que reflejen las duras realidades de la vida.
Juan Pablo Fuentes habla de Príncipes salvajes: una mirada cruda y auténtica a la realidad
¡Juan Pablo, qué emoción verte en Príncipes Salvajes! ¿Qué fue lo primero que pensaste cuando leíste el guion?
Miedo y un vacío en el estómago, parecido a lo que siento al acabar de ver una película de terror. Me interesó mucho desde el principio ser parte de esta propuesta arriesgada y verdadera. También me dejó dándole vueltas una y otra vez imaginándome, haciendo las escenas y nervioso tratando de intuir por dónde iba a construir a Xavier.
En el tráiler podemos ver una atmósfera muy intensa y llena de misterio. ¿Cómo describirías la temática principal de Príncipes Salvajes y qué crees que la hace diferente de otras producciones del género?
La temática principal para mí es lo injusta y cruda que puede ser la realidad y cómo la falta de atención, límites, buenos tutores y padres que te abracen y den amor, pueden convertir amenazas para la sociedad, en este caso vemos la historia desde unos personajes que pertenecen a la clase alta y los alcances que estos jóvenes delincuentes tienen para hacer lo que se les da la gana en busca de sentir y llenar ese vacío existencial, siempre protegidos por una burbuja de poder, pero esto puede pasar en cualquier estatus social, de diferente forma claramente.
Tu personaje parece estar envuelto en situaciones bastante complicadas y emocionantes, ¿qué nos puedes contar sobre él y cómo se relaciona con la trama central de la serie?
Xavier es un adolescente completamente desorientado en su moral y perdido en sus deseos, está perdido y desubicado, él está en busca de sentir algo que llene este vacío existencial sin importarle las consecuencias porque no hay dinero que no lo arregle, pasa por encima de la vida de los demás con tal de lograr sus objetivos y deseos. Ni siquiera lo piensa ni le interesa lo que no tenga que ver con él. Lo vemos lidiando con una manera turbia de obtener estas emociones como es la excitación por el mentir, lo incorrecto y el peligro, rozando lo patológico.
Sabemos que las grabaciones de películas como esta pueden ser intensas. ¿Cuál fue el mayor desafío que enfrentaste durante la filmación de Príncipes Salvajes?
Es más corta en este caso que las series, por ejemplo, pero de todas formas si fueron muy intensos los días de rodaje porque nos dio una clase de influenza y gripa la primera semana a muchos y eso complicaba aún más las cosas. El principal desafío fue reconocer en mí este Xavier que sí existe de alguna manera, y darle la oportunidad y decirle a mis impulsos y deseos oscuros que son bienvenidos y no los evitaré esta vez.
La película parece tener un gran enfoque en las relaciones humanas y los secretos. ¿Hubo alguna escena o momento en específico que te impactó o que encontraste particularmente retador como actor?
Todas las escenas de la película fueron retadoras para mí, claramente unas más que otras por cuestiones técnicas o emocionales, mi escena favorita es el asalto a la casa de Xavi con Gerardo, ya que no tiene cortes, es intensa y un poco larga, para mí esa escena explica todo el tono de la película y es la más importante porque vemos a los personajes por primera vez sin máscara.
La química entre el elenco es crucial para el éxito. ¿Cómo fue trabajar con tus compañeros de reparto. ¿Hay algún momento divertido detrás de cámaras que nos puedas compartir?
La química con los personajes a mí como actor se me hace lo más importante de este trabajo, porque la historia no se cuenta con una sola persona, afortunadamente colaboré con actores extraordinarios y muy talentosos, también muy intensos como yo, por lo que era un placer cada plática y debate de la historia. Hay una escena en la que Fernando Cattori, Ximena Lamadrid y yo vamos en el coche discutiendo y aventando billetes a las 4 de la mañana por Reforma. Esta fue una escena muy complicada porque había una grúa y la cámara la teníamos en el cofre del coche que Fernando iba manejando; tuvimos que cortar porque yo no traía mi chamarra de continuidad y eso me dio mucha pena.
Por último, ¿qué mensaje o sentimiento esperas que los espectadores se lleven después de ver Príncipes Salvajes?
Espero que disfruten de la incomodidad y que genere un diálogo sobre el viaje de la historia. Que platiquemos sobre esta realidad que existe y no podemos ignorar.
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