Lily-Rose Depp y otros nepo-babies que sí heredaron talento
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Lily-Rose Depp y otros nepo-babies que sí heredaron talento

Hailey Bieber y una camiseta en la que se lee “nepo baby”, un cover de The New York Magazine lleno de nepo-babies en su cuna con el título: “tiene los ojos de su mamá… y su agente” y un par de statements de Lily-Rose Depp (protagonista de The Idol) en contra del tema. El nepotismo no es nada nuevo, de hecho ha regido gran parte de la sociedad a lo largo de la historia de la humanidad —ya sea dentro o fuera de la política—, pero el termino ha sonado más que nunca en la cultura pop durante los últimos dos años, y ahora es una palabra fundamental en el vocabulario de los Gen Z.

La nueva serie de The Idol ( y su prematuro final) tiene a Lily-Rose Depp en la boca de todos y es que como era de esperarse, después de que la conversación de los nepo-babies en Hollywood creciera, obviamente se asoció su protagónico a sus papás. En noviembre, se le señaló por el privilegio que conlleva ser hija de Johnny Depp y Vanessa Paradis, a lo que respondió: “Al Internet le importa mucho más quienes son tus papás que a las personas haciendo los castings. La gente va a tener ideas preconcebidas sobre ti o sobre cómo llegaste allí, pero definitivamente puedo decir que nada te va a conseguir el papel, menos ser el adecuado para el papel”.

Lily- Rose Depp, The Idol y más drama sobre nepobabies

En palabras de la actriz, “puede que el nepotismo te abra la puerta, pero solo tienes el pie en la puerta”, y es que sí, lograr mantenerlo ya es un tema aparte y eso requiere talento. La serie de The Idol dejó al Internet completamente polarizado con las opiniones. Mientras que su estreno en Cannes reportó una larga standing ovation de críticos e invitados, cuatro capítulos bastaron para que The Weeknd se convirtiera en el mayor villano de la televisión moderna y HBO decidiera cortar un capítulo más de la serie.

Lilly-Rose Depp nepo-babies
vía @lilyrose_depp

Pero después de ver esta serie con tintes de Euphoria, pero con un sabor de boca muy diferente y sentimientos encontrados por la dinámica víctima-deprepador, muchas de estas emociones se las debemos a que Ms. Depp nos confirmó sus declaraciones: llegar hasta ahí requiere de talento y ella es una excelente Jocelyn, al grado de que al prematuro final nos hizo dudar absolutamente todo lo que habíamos visto en el resto de la serie. ¿Suerte o talento? ¿Víctima o villano?

En una industria llena de reboots donde la nostalgia es el mayor asset, los apellidos se vuelven propiedad intelectual que puede llegar a asegurar el éxito de cualquier producción. ¿Qué pasaría si en un par de años la hija de Sarah Jessica Parker protagonizara un reboot de Sex and the City o The Carrie Diaries? Si llegara a tener un parecido casi idéntico como el de Uma Thurman y Maya Hawke y el coaching de la mismísima estrella para encarnar el personaje sería el mayor de los éxitos. Sin hablar del enorme PR que atraería a la producción el headliner en todos los medios de: “La hija de SJP es la nueva y mejorada Carrie Bradshaw”.

El nepotismo vende, porque la nostalgia vende. El origen de Lily-Rose Depp, más allá de garantizarle el éxito gracias a estar ligado a su impecable red de contactos, está arraigado al éxito de sus papás y la carrera que han forjado, pero en especial la forma en la que su carrera ha impactado en la audiencia, siendo tan memorable como para ser continuado ahora por sus hijos y mejorar la narrativa.

No se trata de Lily-Rose Depp siendo uno más de los nepo-babies que logra caminar un runway gracias a que su mamá trabajó previamente con la marca, sino de vender la narrativa de: ” La hija de la modelo que protagonizó la campaña pasada de Chanel es ahora la que cierra el desfile”. Se trata de crear una historia, hacer ruido, atraer a la audiencia a través de un chisme más de popculture que le asegurará a las marcas que estarán hablando de ellas, tanto como el nepo-baby que protagonice su campaña.

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