Desde que se mudaron oficialmente a Los Ángeles en medio de la pandemia de coronavirus, Harry y Meghan Markle han estado haciendo su parte para ayudar a la comunidad. Por aparente sugerencia de la madre de Markle, Doria Ragland (residente de Los Ángeles), la pareja ha estado entregando comidas a los necesitados.
El viernes, volvieron a hacerlo, vistos por varios paparazzi tomados de la mano cuando salieron de sus autos. Meghan llevaba una camisa negra de manga larga, pantalones verdes y zapatillas blancas, mientras que Harry usaba un polo gris. Por supuesto, ambas caras estaban cubiertas con máscaras según la recomendación de los CDC.
El lunes por la mañana, la pareja envió una carta diciendo que iban a cortar los lazos con varios tabloides británicos diciendo que “la confianza que todos depositamos en esta industria tan necesaria se ha degradado”. También dijeron que la decisión no es evitar las críticas y que esto no se aplicaría a todos los medios.
Dicho esto, la vida en Los Ángeles, donde los paparazzi son la norma y la cultura de las celebridades reina suprema, podría ser una transición difícil para ellos y queda por ver cómo manejarán las oportunidades de prensa en el futuro.
Artículo Original: InStyle.com
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