El microblading es una técnica estética originaria de Asia, en la que se pigmentan semi-permanentemente los vellos de la ceja, uno por uno. Esto con el objetivo de ahorrarnos tiempo en nuestra rutina de belleza diaria y en muchos otros casos para reconstruir su forma y densidad.
Se empezó a popularizar en nuestro país alrededor de 2016, pero el verdadero boom fue entre 2017 y 2018. Y ahora que muchas de nosotras conocimos y probamos este tratamiento, nos preguntamos, ¿todavía sigue de moda?
Si eres de las que siempre están a la vanguardia en temas de belleza y amas probar todo antes de que todo mundo lo use, entonces seguro fuiste de las primeras “valientes” en entregarte a esta revolucionaria técnica. Eso significa que tus cejas cambiaron hace más de un año y medio.
Desde entonces, debes haber pasado por aproximadamente cuatro o cinco retoques, si es que el resultado te gustó desde la primera sesión. Si no, estas sesiones bajo las navajas ya quedaron en el olvido.
La realidad es que el microblading ya pasó de ser una tendencia para convertirse en una necesidad. Especialmente para quienes les ha ayudado a definir mejor la forma de su ceja,
Quienes apenas se atrevieron a probar esta técnica (en los últimos seis meses) es porque lo pensaron mucho antes de tomar la decisión. Se decidieron a hacerlo después de escuchar y ver el testimonio de sus amigas y familiares. Ya no por ser moda.
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