La microcorriente es una forma de terapia que usa electricidad que ya ha estado presente en la medicina terapéutica desde hace casi 40 años y actualmente la puedes usar desde la comodidad de tu casa a través de diversos dispositivos.
Si estás buscando una manera de rejuvenecer tu piel sigue leyendo porque la microcorriente es la respuesta. No importa si tu piel es jóven o madura, siempre es importante que la trates de buena manera y que busques tratamientos no invasivos que te ayuden a darle un glow extra.
La historia de la microcorriente
La microcorriente es una forma de terapia de electroestimulación que utiliza corrientes eléctricas de baja intensidad para estimular diferentes partes del cuerpo. Se usa para tratar diferentes afecciones. Si alguna vez te has lastimado y te han puesto electrodos sobre tu lesión, esa es una forma de microcorriente.
Su historia se remonta a hace más de 100 años, en 1900, cuando los investigadores médicos comenzaron a interesarse en los efectos positivos de las corrientes eléctricas bajas en el cuerpo humano. En la década de los 70 ganó popularidad cuando comenzó a usarse para tratar la parálisis facial. Durante estos años, el Dr. Wing se dedicó a investigar cómo es que el uso de la microcorriente podía ayudar a curar fracturas óseas y regenerar tejidos.
A partir de los años 80 la FDA (Administración de Alimentos y Medicamentos de los Estados Unidos) aprobó la microcorriente y desde ahí se implementó como uno de los conceptos básicos de la medicina terapéutica (rehabilitación física, medicina del deporte y medicina estética).
Entonces, ¿qué hace exactamente la microcorriente?
A través de ondas eléctricas muy bajas, casi imperceptibles promueve la curación, ayuda a reducir la inflamación, alivia el dolor y mejora la función muscular.
Usar microcorriente en tu cara es como llevar tus músculos faciales al gym. Cuando hablamos usamos muchísimos músculos pero solo utilizando algunos dispositivos o herramientas (como los rodillos de jade o gua-sha) logramos estimularlos.
Actúa sobre la superficie de tu piel pero sus beneficios penetran hasta la epidermis. Con la edad, las fibras de colágeno y elastina de la epidermis se debilitan. En consecuencia tu piel se cuelga, pierde elasticidad y tiene mucha menos luminosidad.
¿Cómo se siente la microcorriente y cómo usarla?
Son como pequeños pulsos en tu piel. Cada uno de los toquecitos que sientes cuando la aplicas sobre tu cara penetra hasta los músculos faciales y ayuda a tonificarlos. Tú no te das cuenta a simple vista pero tu piel se está rejuveneciendo desde el interior. Puede que al principio sientas que la sensación es incómoda pero es segura y te tienes que acostumbrar poco a poco.
Para usarla existen diferentes dispositivos como el Skindion o Foreo Bear. Es muy importante que siempre busques dispositivos que estén 100% aprobados por la FDA, que no sean piratas o provengan de páginas web no tan confiables. Si usas un dispositivo de mala calidad puede lastimar a tu piel y hasta puede llegar a quemarte.
Generalmente para usar microcorriente debes aplicar en tu cara un gel o serum conductor de base. Estos geles tienen iones que ayudan a transmitir la corriente y cuentan con ácido hialurónico para hidratar tu piel. Si usas tu dispositivo directo sobre tu piel no sentirás esos toquecitos y por lo tanto, no hará efecto.
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