Estas son las 10 mujeres talentosas que debes conocer
Badass Woman

Estas son las 10 mujeres talentosas que debes conocer

En el cine, la gastronomía, el arte o hasta las carreras de coches, desde diferentes industrias, celebramos a las mujeres talentosas que nos inspiran y debes conocer. Platicamos con ellas y esto es lo que nos contaron.

Una chef que decidió tomar el cuchillo de cocina aunque su cultura y familia no lo permitieran, una piloto de F1 que transforma el mundo de las carreras a toda velocidad o una directora que habla sobre la realidad cruda y violenta de México en una cinta protagonizada por las mujeres que buscan a sus hijas desaparecidas en la vida real. Sí, donde hay desafíos, ahí están ellas: creadoras, competidoras, líderes. Ya sea convirtiendo el dolor en arte, celebrando la diversidad o siendo sus propias musas, nos demuestran que nuestra pasión más grande puede ser la mejor oportunidad para cambiar al mundo.

Mujeres mexicanas talentosas que debes conocer

Seoju Park

La fotografía empezó como una forma de capturar momentos que la acercaran a su familia e identidad coreano-mexicana, ambos pilares en su visión creativa. Explorando los in betweens complejos de la identidad a través de la lente, cualquier proyecto debe hacerle sentido desde un nivel personal. “Para mí la luz es un lenguaje que me acerca muchísimo a mí misma”, algo con lo que puedo experimentar con la fotógrafía fija de Bardo, “uno de los momentos más cargados en mi vida: vi cosas impresionantes, no dormí casi seis meses… solo estuve muy presente”.

El libro de Bardo, donde recibió total libertad creativa de parte de Iñárritu, es solo la punta del iceberg de cómo lo genuino trasciende: “Cuando viene desde una intención tan humana, no hay opción que no conecte (…) siento que uno solo puede impactar al otro cuando realmente empiezas con un impacto contigo mismo”. Algo que resuena con su otro proyecto de la mano de Mama Park: dos restaurantes coreanos que nacieron del amor por el kimchi. “A mí me interesa crear desde el ser mujer, inmigrante, asiática y mexicana. Se trata de cómo nos puede afectar, pero también en cómo nos ayuda. Crear desde esa sensibilidad y poder femenino es algo totalmente diferente”.

Fernanda Caballero

Para esta artista, cualquier pincelada es una reacción intuitiva a la danza, yoga o meditación. En su nuevo estudio (donde acaba de cambiarse para regresar a la CDMX), el arte siempre va de la mano de una experiencia introspectiva (a través de movimiento corporal) para que cada lienzo en blanco sea como la primera vez que se paró frente a un bastidor a los 4 años. Es así como crear resuena con la filosofía del buddhismo-zen sobre adoptar una beginner’s mind. “Cuando creo que ya sé algo, regreso a cuestionar de dónde viene esa ‘verdad’ o creencia. Me he hecho muy amiga del second thought. No a manera de juicio, más bien como exploración amistosa conmigo misma”.

Con mente y corazón,“ generando piel gruesa”, así es como ella aprende que los momentos determinantes surgen cuando uno sigue su propia intuición sobre el ruido de afuera, afrontando los desafíos de abrirse camino en un sistema que sigue siendo patriarcal. ¿El mayor aprendizaje? “Nada se compara a las horas dedicadas a tu trabajo ni a lo que se cosecha al responsabilizarte de absolutamente todo lo que eres, lo que haces y lo que dices”.

Natalia Beristáin

Desde hace 10 años, Natalia pensó en su más reciente proyecto, Ruido (2022), una cinta que trata sobre la desaparición de mujeres en México. Para una creativa que creció rodeada del teatro y las artes, apostarle al cine resultó ser la mejor intuición. Ese sentimiento instintivo permanece como su brújula para abrazar el proceso evolutivo: “Estoy bien tomando decisiones y estoy bien, equivocándome con ellas. Prefiero equivocarme a querer detenerme a pensar si funcionará o me criticarán, aprendí que eso no tiene ningún peso más que el de paralizarte”. Como su primera película desde una postura política muy clara, de la mano de Julieta (su madre) y el periodista Diego Enrique Osorno, colaboró con colectivas y buscadoras alrededor del país: “Se fue como construyendo a lo largo de mucho tiempo con las propias reflexiones a las que yo he ido llegando a través de los años, desde mi maternidad, de los movimientos que han sucedido tanto en México como en Latinoamérica”.

Pero Ruido va más allá que una interpretación cuidadosa y sensible: “Era poner mi quehacer como acompañamiento para estas personas, y entonces, si ellas ya están ahí y lo que me importa son sus historias y sus voces y sus rostros, pues de pronto fue muy evidente que lo que yo quería era convocarlas a ellas y tuve la enorme fortuna de que se sintieran convocadas”. Así la dualidad de ser mujer en México se ha vuelto más clara para Natalia: “Pienso en una imagen de resistencia brutal de sororidad. Siento que el futuro de este paísestá en manos de las mujeres, por no hablar del mundo y de las personas que se reconocen como mujeres, y también al mismo tiempo me aterra. Tengo una hija pequeña y nunca en mi vida había pensado que no quería vivir aquí. Ser mujer también en este país y es violentísimo”.

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Miriam Moriyama

De las únicas sushiwomans en el mundo. Miriam ha roto con el esquema tradicional japonés de que las mujeres no pueden hacer sushi porque “la temperatura de las manos daña el pescado”. Desde que cocinó su primer arroz a los 12 años, su visión ha evolucionado con el estudio de tendencias, técnicas y recetas nuevas. Al mando de dos restaurantes emblemáticos de la CDMX, donde el chile tatemado hace su presencia, esta chef continúa rompiendo paradigmas con disciplina, constancia, y sobre todo, aprendiendo algo todos los días.

¿El mejor consejo que le han dado? “No es un consejo, pero el que mi papá me haya dicho que las mujeres no hacen sushi, me dio coraje. Entonces mi respuesta fue: ‘Voy a ser la primer mujer en hacer sushi’, y acá estoy”.

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Michelle Couttolenc

“Una receta donde se experimenta con distintos ingredientes o una paleta de colores donde se combinan las tonalidades”: así es como la primera mexicana ganadora del premio Óscar a Mejor Sonido describe lo que sucede en la sala de mezcla. “Acercar un sonido para que te sientas más parte de la historia y que te envuelva” es algo que Michelle ha buscado en más de las 100 películas en las que ha colaborado, plasmando la emoción que ella siente cada vez que entra a una sala de cine.

“A través del sonido se cuentan muchas historias”, y a veces puede hasta ser el personaje principal, como en El sonido del metal (2020). ¿Otro de sus proyectos favoritos? El Laberinto del Fauno (2006). Tener paciencia y siempre intentar algo nuevo son los mejores aprendizajes para lograr el éxito tras prueba y error. Hoy, ser parte del Sound Branch Executive Committee implica para ella “la responsabilidad de representar tanto a las mujeres como al país”.

Lucero Novaro

“Es una mentira que la gente quiera ver en las pantallas aquello que es necesariamente distinto, lejano y ‘mejor’ a sus propias vidas. Me interesa explorar lo que nos une como humanos, que para mí son las emociones, y las transitamos desde lugares y maneras muy distintas”, son las palabras de una directora y guionista que busca la conexión como elemento esencial en cualquier proyecto (en la creación, así como en el resultado final). Como una BAW (“una mujer aguerrida que lucha contra el status quo”), siendo mamá soltera y mujer queer; cambiar la ficción incómodamente aspiracional por realidades trascendentes, poniendo el corazón en cada proyecto cinematográfico, conlleva una responsabilidad enorme con sacrificios, pero también es un privilegio:

“Para abrir puertas –o como me gusta decir, romper ventanas–, para las que vienen, sobre todo, las que no tienen los privilegios que nosotras sí. El mundo es de todos y creo fervientemente que el cine y la televisión deberían ser congruentes con eso”. Y no, una película no tiene que tener un letrero que diga activismo para serlo: “El simple hecho de contar historias diversas de personas que se identifican como mujeres, desde nosotras y para nosotras, es hacer cine feminista”.

Alexander Suástegui

La comida es su lenguaje, el cual viene acompañado de espontaneidad y creatividad. Explorando las posibilidades de la gastronomía a través de recuerdos y experiencias, esta chef ha recorrido las cocinas de diversos restaurantes reconocidos. Hoy, ella sabe mejor que nadie lo que tiene que cambiar en una industria muy polémica: “Siempre tuve muy claro qué tipo de líder no quería ser. Me ha costado trabajo empatar mi filosofía de trabajo con la realidad. Es el camino más difícil pero el más certero para mí; hacer las cosas diferentes y con un propósito que beneficie a todo el equipo es todo un reto. Pero creo en la construcción de ambientes de trabajo sanos y que inciten al crecimiento individual”.

Como una líder creadora de Costela y Los Guirirs, ella busca aprender constantemente, asumiendo la responsabilidad de responder a favor de la igualdad de género: “Nada debería de impedirnos luchar por nuestros sueños, encontrar tu vocación en la cocina puede sonar complicado pero siempre hay maneras, proyectos y personas en el camino que nos pueden ayudar a realizarnos. Mi consejo sería nunca parar y siempre pensar que una mala experiencia o lugar no significa toda la industria”.

Paulina Gaitán

Una policía en busca de un asesino serial, una mujer que renta su vientre, una chica que busca a su hermana perdida por feminicidio o una maquillista que intenta sobresalir. Si hay algo que estos personajes tienen en común es que todos han sido una ventana hacia una nueva realidad para Paulina: “Lo que busco son personajes que trasciendan, que tengan un arco dramático y me reten como actriz para aprender de ellos”. Desde los 7 años, su visión artística se ha transformado a partir de la empatía necesaria para transportarse a otras épocas, hablar otros idiomas y entender otras culturas; y por supuesto, asumiendo la responsabilidad actoral de desarrollar no solo personajes buenos y aspiracionales (“en la ficción todo se vale, y entiéndase que es ficción”).

Sabiendo que las emociones son universales, reconoce que “todos los seres humanos somos capaces de lo mismo pero nuestro entorno nos define”. Fuera de la pantalla se recuerda a sí misma que “crecer duele; si requiere esfuerzo y cuesta trabajo, te hará crecer, no huyas de esas situaciones”. Algo que la hace abrazar cada reto en su carrera profesional con un enfoque en el presente: “Cada proyecto actual tiene que ser el mejor que haya hecho”.

No son mexicanas, pero también amamos su trabajo…

Carmen Jordá

A toda velocidad, después de escuchar “Titanium”, de David Guetta, antes de subirse a su monoplaza, la piloto que se convirtió en la undécima mujer en la historia en formar parte de un equipo de Fórmula 1 (por parte de Lotus) se enfrenta al reto más grande de su carrera: “El demostrarme a mí misma que nada es imposible”. Aprendiendo del poder invencible de la mente, la clave para triunfar en un deporte “pensado para los hombres” es creer en una misma, nunca darse por vencida, “entenderlos a ellos y ser más fuerte”. Y es que el sentimiento de estar al volante en cualquier carrera es incomparable: “Quizás es lo que más me gusta en el mundo. La adrenalina, la velocidad y la competición. Desde que tenía 11 años me di cuenta de que eso era lo que quería en mi vida”. Y, efectivamente, desde entonces, el automovilismo se ha convertido en su vida.

Eso sí, el acompañante eterno de la adrenalina también es el peligro, y así como hay triunfos, hay momentos que dejan cicatrices imborrables. “Cuando vivía en Estados Unidos y competía en Indy, un amigo piloto se murió en una carrera. Ahí me hizo ver las cosas diferentes y planteármelas de otra manera”. Como una pasión retadora en todos los sentidos, también permanece una responsabilidad evidente: “Por supuesto, llevo mucho tiempo en el automovilismo y me gustaría que en unos años no haya tantas barreras como las hubo para mí por ser chica, y que existan las mismas oportunidades tanto como para pilotos hombres, como para pilotos mujeres”. Y sí, replanteando nuevos límtes para construir un mundo equitativo para las atletas, poco a poco su trayectoria es una prueba más de cómo el deporte “desarrolla tu persona en muchos ámbitos y puede transformar nuestro mundo a uno mejor, sin duda alguna”.

Ana Paula Bartolucci

Con apenas 32 años, Ana Paula ya ha roto fronteras, convirtiéndose en el miembro más joven del equipo de investigación y desarrollo de Nuevos Productos, y la primera mujer enóloga en trabajar en CHANDON Argentina. Entró a la empresa hace cinco años en un proceso de selección muy largo que duró seis meses, pero donde descubrió que lo más importante es mostrarse como uno es. Y justamente ese es el consejo que le daría a todas las mujeres:

“Ser auténtica e ir con seguridad, ahí es como se van abriendo las puertas solas”. Y seguramente tú como nosotras relacionas la industria más con hombres, y a pesar de esto ella nunca lo sintió ni lo sufrió, aunque sí desea que cada vez haya más mujeres en el rubro. Pero el año pasado no solo creó el Chandon Garden Spritz, además se convirtió en madre y con ello el volver a querer ser curiosa. Encontrar equilibrio y balance entre la maternidad y el trabajo es algo difícil. “A veces es medio injusto porque somos las mismas mujeres las que nos juzgamos, hay que respetar lo que cada uno quiere y puede, y creo que la clave es fluir. Hoy es lo que nos toca a las nuevas madres trabajadoras”.

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