“Las mujeres trans vivimos una vulnerabilidad constante en todos los contextos”, nos dice Kenya Cuevas. Y ella lo sabe porque ha vivido en constante criminalización y lucha no solo por sus derechos, sino por los de muchas otras mujeres trans y trabajadoras sexuales.
Después de años de realizar este trabajo de manera informal, fundó la Casa de Muñecas Tiresias, para apoyar a diferentes grupos vulnerables, como personas migrantes, con adicciones, con VIH o ex privadas de la libertad.
Además, creó la Casa Hogar Paola Buenrostro, en la que mujeres trans y migrantes pueden terminar sus estudios, capacitarse en diferentes oficios y recibir atención para sus adicciones: “funcionamos también como familia y red de apoyo”.
Kenya ha logrado todo esto porque identifica las carencias del sistema actual y sabe que muchas personas no reciben la atención ni el respeto que necesitan. Su trabajo, se trata de acompañar con dignidad a quienes no tienen a quién acudir y comenzó desde que, con sus compañeras trabajadoras sexuales, hacía labor de prevención y detección de VIH.
Años después, presenció el asesinato de su compañera Paola Buenrostro y comenzó a buscar justicia para ella: “Me enfrenté a un sistema violatorio de Derechos Humanos y discriminatorio. Yo me sentí muy mal porque no hubo justicia, porque me invisibilizaron”, nos cuenta.
A través de su activismo, Kenya busca “dar una visibilidad distinta a las mujeres trans. Agradezco que tengo muchos reconocimientos, pero con cada uno es como si me echaran una losa más de responsabilidad”.
Kenya Cuevas es parte de la nueva campaña de Blued
Ella es parte de la campaña “Celebra Tu Identidad”, de Blued, la red social gay #1 en el mundo, que también hizo una donación a su organización.
Blued la eligió para formar parte de un grupo de 4 organizaciones que son reconocidas por su trabajo para “mejorar las condiciones de vida y dar mayor visibilidad a comunidades LGBTQIA+ bajo-representadas”.
“Todas las donaciones se incorporan a la metodología para el presupuesto anual. Tenemos muchas necesidades, pero con toda esta planeación se logran cubrir”, nos cuenta Kenya. Poco a poco, desde su fundación en 2018, ha logrado que Casa de Muñecas funcione con orden y claridad en las finanzas, algo que para ella era impensable hace unos años.
“En algún momento alguien me dijo que creara una organización, pero yo no sabía leer ni escribir, pero me tuve que animar por tantas vueltas que me dieron en todas las instituciones”, dice Kenya.
Si tú quieres ser parte también de la labor que hacen Kenya y su organización, hay muchas formas en las que puedes ayudar:
“Si tienes alguna habilidad que pudieras enseñar, puedes acercarte para dar un taller. También hay un área de voluntariado, con un compromiso de un año. Y se puede donar en especie despensa, aseo personal, papelería, medicamentos no caducos y ropa en muy buen estado”, nos explica la activista.
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