Febrero es el mes de nuestro Badass Women Issue, el número en el que celebramos a mujeres que están haciendo la diferencia desde sus industrias. María Argüelles nos cuenta de su trabajo.
El tejido llegó a la vida de María como un hobby, una amiga de su mamá le enseñó y desde allí jamás soltó los ganchos. Perfeccionarlo le permitió fundar en el año 2017 Raya Pinta, una puerta que jamás había pensado antes que ayudaría a muchas mujeres a reencontrarse a través de esta actividad terapéutica y artesanal.
Licenciada en Psicología, Argüelles siempre mostró interés por trabajar con poblaciones vulnerables y cuando descubrió en el tejido una manera de crear un negocio, empezó a explorar más. Desde cero, gracias a un post en Instagram de un bikini que ella misma se hizo y con la ayuda de su papá, pudo estructurar su marca, Raya Pinta, y comenzó a trabajar, primero, “llamé a una psicóloga que trabajaba con jóvenes con síndrome de down y discapacidad intelectual; los capacité seis meses pero no se logró, sin embargo no podía darme por vencida, el proyecto ya estaba creciendo mucho por sí solo”, comentó en la entrevista.
“Probé también con adolescentes en conflicto con la ley, pero tampoco funcionó. Así que en mi universidad me dieron el acceso a través de una fundación llamada Reinserta para acercarme a las mujeres en prisión. Y cuando por fin entré a la cárcel, puse un flyer anunciando mi taller de tejido y vinieron muchísimas mujeres. Durante un año y medio, formé un grupo increíble de tejedoras, era muy bonito. La cárcel para mi era un lugar padre; conocí a estas mujeres y sus historias. Luego vino la pandemia y hubo mucha incertidumbre y pedí una disolución con la fundación”, comparte María, “Cuando mis tejedoras salieron libres, varias me llamaron porque querían seguir trabajando. Entonces pivotée el proyecto. Ahora trabajamos con mujeres en reinserción social y hasta la fecha seguimos tejiendo juntas”.
Con varias pruebas y errores, Raya Pinta despunta como una empresa de enfoque social que brinda oportunidad a mujeres ex convictas a encontrar nuevamente su camino. “Me contactó Impulso Laboral que es una entidad gubernamental que busca empresas que den trabajo a gente que salió de prisión y ellos hacen el contacto y los perfilan. Yo soy una de esas empresas”, afirma María orgullosamente sobre este nuevo rumbo de la marca.
Como psicológa le ha ayudado también a tener una visión distinta, afirmando que, “La mayoría de estas mujeres no pueden conservar trabajos porque han vivido cosas muy fuertes y mi carrera me ha permitido distinguir cuando las excusas son flojera y mentira y cuando son consecuencia de un trauma”. La labor de María con Raya Pinta ha cambiado vidas, “Una vez una de nuestras tejedoras me dijo ‘yo renací en Raya Pinta’ y para mí esa es la satisfacción más grande”.
Emprender un proyecto no es fácil y que haya personas que dependan de ti, menos. María comparte, “Personalmente, tener mi negocio me ha ayudado a convertirme en una adulta funcional, crecer y a ser independiente. En cuanto a las tejedoras sí creo que al tener una independencia económica ha hecho toda la diferencia en su regreso a la sociedad; la mayoría de las mujeres en prisión son abandonadas por sus familias. Por otro lado, que puedan aportarse a sí mismas o a sus familias, es para mí muy gratificante y empoderador para ellas”.
Una badass woman para ti es: “Ser chingona y al mismo tiempo tener empatía y responsabilidad afectiva”.
Un consejo que le darías a otra mujer: “Las mujeres que son muy exitosas son percibidas como bitches o frías cuando en realidad hace lo mismo que un hombre solo que a él lo perciben como el chingón, por eso es importante poner límites y conseguir lo que quieres sin pisotear a nadie”.
Conoce al grupo de Badass Women 2022 aquí.
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