Con la invasión del Metaverso, la obsesión con las nuevas Inteligencias Artificiales y ChatGPT, era solo cuestión de tiempo para que estos nuevos avances impactaran a la moda también. Más allá de vestir avatares en nuestro diseñador favorito, las marcas empiezan a cuestionarse cómo es que nuestra forma de vestir IRL evolucionará a la par de todas estas tecnologías; y Odic, tiene una idea muy clara de cómo la joyería se mimetizará con nuestro cuerpo.
Después de un encuentro de miradas desde un extremo de la sala, Sara Moncayo y Pablo Saint Germain sintieron esa conexión instantánea, donde al primer vistazo sabes que esa persona está a punto de impactar tu vida. Fue así como después de verse por primera vez en una fiesta, pasaron de desconocidos a business partners, y al tener una misma percepción de la belleza en común crearon ODIC: ( Objetos de Interés Corporal): una oda a la belleza de la anatomía humana.
Charles Darwin describió la evolución como un proceso que continúa independientemente de la razón. Para los creadores de ODIC, la forma en la que interactuamos con la moda sigue el mismo principio y se transforma a la par de nosotros: un reflejo de nuestra personalidad que nace de forma casi natural.
Es un reflejo directo de una inclinación profunda por explorar el cuerpo y sus vertientes para mostrar la belleza en su expresión más natural: “No se trata de algo estético, sino de todo aquello que te evoca una emoción”. Tomando como inspiración la curvatura y los puntos de inflexión del rostro, sus intrigantes creaciones buscan hacer una experiencia sensorial mucho más allá de lo físico.
“El cuerpo es una máquina en constante evolución. Nos obsesionamos con él y lo estudiamos para entender dónde podíamos añadir objetos que nos permitieran descubrir un nuevo tipo de lenguaje no verbal”; y con esto en mente, esperan que la manera en la que nos comunicamos a través de la moda también se transforme con el paso de los años: “La moda es hija de su tiempo, es un archivo de sentimientos tanto sociales como políticos”.
Pero más allá de ser un reflejo del presente, ODIC se presenta como un glimpse de los días por venir; una mirada futurista llena de optimismo que comprende la forma en la que la moda se convierte (literalmente) en una parte de nosotros mientras más interactuamos con ella:
“Siempre hemos tenido una visión conjunta: transferir el énfasis de la persona a los objetos que creamos. Es decir, nos gusta deshacernos de la idea de que somos los autores de los objetos, sino que estos adquieren la personalidad de quién los utiliza”.
¿Cómo es la joyería del futuro según Odic?
Recordando sus inicios y tratando de revivir ese primer encuentro, El Objeto 1 consiste en un par de aplicaciones de plata reciclada que enmarcan la intersección de la nariz y los ojos y recrean la sensación de la magia de hacer eye con- tact. Mientras que el Objeto 2 cuestiona el futuro del maquillaje en una versión más permanente en forma de eyeliner de plata. Lo mejor siempre queda para el final, y obviamente no podemos dejar de hablar de sus earcuffs statement: pequeñas esferas que se entrelazan con piercings y abrazan de forma perfecta al oído, como si fueran parte del mismo.
The sky is the limit, pero aun hay partes del cuerpo por explorar y conquistar en Odic, y con un nuevo proyecto entre manos, el spotlight para su siguiente propuesta de joyería se centrará obviamente en anillos.
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