Las reglas de la moda sostenible (y cómo las rompemos)
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Las reglas de la moda sostenible (y cómo las rompemos)

El camino hacia la moda sostenible parece estar lleno de do’s and don’ts, de deber ser y de mucha culpa y vergüenza, pero no tiene por qué ser así. Después de años buscando un clóset más responsable, estamos aquí para decirte que se vale romper las reglas y que un intento imperfecto es válido.

Si estás leyendo esto probablemente eres una adicta a la moda que se ha topado una y otra vez con la imposibilidad de hacer un guardarropa cápsula con solo unas piezas de colores neutros compradas a marcas locales y hechas con fibras naturales en un esquema de economía circular. Para quienes seguimos las tendencias y vemos a la ropa como una manera de expresar nuestra personalidad e intereses, esta manera de ser consumidoras responsables puede ser demasiado estrecha, y termina con mucha frustración por no poder vivir de acuerdo con nuestros valores. Porque sí, definitivamente esta es una industria con un impacto ambiental y social enorme en todos los puntos de la cadena de suministro, desde el uso y contaminación de agua al teñir textiles hasta su desecho en vertederos, pasando por la expulsión de microplásticos en el ciclo de lavado y la contribución al trabajo infantil. Es nuestra responsabilidad entonces encontrar maneras de cambiar nuestros hábitos que tengan sentido a largo plazo.

Como sabe cualquiera que haya intentado de la noche a la mañana dar un giro de 180 grados a su dieta o a su rutina de ejercicio, cambiar drásticamente es casi imposible, pero dar algunos pasos informados puede llevar a una verdadera transformación por dentro y por fuera. De acuerdo con estudios, toma varias semanas crear un hábito y todavía más tiempo que se vuelva second nature actuar de cierta manera. La clave está en no dejar de intentar y también en estar muy seguras de las razones por las que queremos generar el cambio. No importa cuántos datos te demos acerca de las bondades del second hand shopping o de la importancia de usar lo que tienes en tu clóset antes de comprar: tiene que ser una determinación que salga de ti, y una gran manera para hacerlo es conectarlo con tus creencias y tu manera de vivir en el día a día. Quizá los enormes vertederos llenos de textiles que ya no serán reciclados son demasiado abstractos para ti, pero ver el impacto que tienen tus compras en una pequeña marca local se siente más cercano. O tal vez nunca vas a ser alguien que dedique horas a encontrar una sola pieza perfecta en un tianguis, pero sí puedes hacer un clothes swap con tus amigas con estilo increíble. Encuentra tu motivación y recuérdala siempre que dudes sobre cómo o qué comprar. 

Y para que veas que no todo son reglas estrictas, aquí te vamos a contar cuáles son algunas leyes del consumo responsable que se vale no cumplir (en ciertas ocasiones).

Por qué sí rompemos estas reglas de la moda sostenible

La regla: jamás comprarás en tiendas de moda rápida

La excesiva producción y consumo de prendas de moda rápida nos hace pensar que siempre hay una nueva tendencia por probar, una adición a nuestro clóset que nos “cambiará la vida” o una bolsa de compra que nos resolverá un mal día, y esa es una mentalidad que debemos dejar atrás. Sin embargo, si ya sabes que amas los jeans de cierta marca o una colaboración con tu diseñador favorito es tan perfecta que la ves en tus sueños, o simplemente hay un básico que no encuentras en ninguna otra parte, hacer una compra no elimina todos tus otros esfuerzos. De hecho, hay piezas de tiendas consideradas fast fashion que tienen una gran calidad y pueden durar años. Recuerda: es tu mindset el que necesita dar un giro.

La regla: comprarás ropa “para toda tu vida”

Quien sea que inventó esta regla nunca había oído hablar de las fluctuaciones de peso o de la evolución del personal style. Aunque nos encanta escuchar que una abuelita sigue usando una bufanda que compró en su luna de miel, la realidad es que a veces tenemos que decirle adiós a prendas que alguna vez amamos o que seguimos amando pero ya no se adaptan a nuestra vida actual. Una mejor manera de pensarlo es adquirir piezas que duren toda una vida, aunque no sea la nuestra: piezas que podamos regalar, vender o intercambiar y que sepamos que son de materiales de calidad y fueron muy bien cuidadas mientras estuvieron en nuestras manos.

La regla: donarás la ropa que ya no uses

Donar la ropa que ya no queremos o ya no usamos suena increíble, pero la realidad es que solo un muy pequeño porcentaje de lo que donamos acaba teniendo una vida nueva. Cuando hay tragedias como desastres naturales y se piden donaciones, con frecuencia sucede que las personas donan cosas inútiles para los damnificados como zapatos de tacón, disfraces o prendas en terrible estado. Por eso hay que fijarnos muy bien de cómo y a quién le donamos, además de pensar en alternativas como las ya mencionadas swap parties. Si son piezas muy especiales, también se vale “archivarlas”, porque seguramente volverán a estar en tendencia en unos años. La donación puede ser una excelente alternativa, pero no es un pretexto para seguir comprando decenas de piezas nuevas cada temporada. 

reglas de la moda sostenible
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Más que seguir reglas, este es un juego de creatividad y personalización. Comienza por pensar en cómo es tu clóset, cuáles son tus hábitos de compras y cuáles son esas prendas que han resultado ser un must en tu vida. Si eres una persona que simplemente jamás lavará a mano blusas vintage de seda, no intentes convertirse en la reina de los delicates second hand, mejor busca esas piezas súper sturdy que necesitan poco amor para darte mucho rendimiento. Date un año con metas realistas y verás que sí es posible hacer un cambio que tenga sentido con tu estilo de vida. 

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