And just like that, nuestras marcas favoritas de moda que crean verdaderos accesorios statement han dejado de creer en los mandamientos de la moda: rechazan las temporadas, ritmos acelerados y tendencias pasajeras… ah, y también tienen otra cosa en común: todas son latinas.
Pasión por la sustentabilidad, colaboración y orgullo por las raíces; lo latino sí es color, pero también puede ser atemporal, elegante e innovador. Nuestras técnicas milenarias son el savoir-faire y lo artesanal hace que el matrimonio impensable entre statement y atemporal sea posible. Estas son 11 marcas que continúan cambiando las reglas de la moda.
Las marcas latinas con accesorios que debes tener en la mira
En estas marcas la tradición es disidencia y la herencia es el trampolín al cambio. Como voces de culturas caóticas, tejen el futuro y nosotras queremos un cachito de eso en piezas que inician la conversación… porque si hay algo que define al latino, es que destaca entre la multitud.
Cresta (Chile)
¿Audaz o clásico? En este zapato hecho por manos chilenas, ambos. Atemporal y consciente, no se rige por los códigos convencionales: stock limitado, sin temporada ni género.
Una sola forma en ilimitadas iteraciones: suena como algo idóneamente sencillo, pero fundar la marca en plena pandemia fue sólo el comienzo de los desafíos que implica fabricar con materiales 100% nacionales en un país con la industria en baby steps. Marcela Cresta continúa abriendo camino y (tal vez) pronto esa línea totalmente cruelty free a la que le trae ganas. Reservado para el día que dejes salir tu lado bold y punk: “No quiero que nadie quede afuera”, y nosotras tampoco.
Paola Vilas (Brasil)
No hay espacio suficiente para describir lo que Paola Vilas causa en mí, desde 2016. Schiaparelli reencarnó en una artista multidisciplinar que bendice al mundo con diseño de interiores, decoración y, sobre todo, arte usable.
Ver su colección de Rio is a Women te hará cuestionar el concepto que tienes de joyería. Senos de aretes o manos de plata que abrazan el cuello… sentirás el poder femenino en tus venas. El carácter juguetón, provocativo y místico retarán tu ojo. Y no te sientas culpable si quieres enmarcar tu compra.
Cruda (Costa Rica)
Para una flor de concreto: “Cruda es intensa, valiente, honesta, entiende y aprecia las diferencias”. No es para los tímidos que le juegan a la segura. De hecho, va en contra de la normalidad: consumo y producción masiva. Las piezas hand made son upcycled con casi 100% de materia prima reutilizada de prendas de piel de segunda mano o madera de casas derribadas y muebles desechados.
Años de investigación se necesitaron para que Pamela fundara y curara una intrincada cadena de colaboradores. “No se trata sólo de zapatos, se trata de tomar las decisiones correctas con la energía adecuada”. Para alguien fuera de la norma, Cruda es la norma. Estas piezas sí que dan pura vida.
Santos by Mónica (Puerto Rico)
La planta del nopal vive de lluvia, regenera el suelo, secuestra CO2 y puede ser la declaración más vanguardista en forma de un accesorio que nos hace preguntarnos “¿qué impacto genera nuestro clóset?” De producción local, atemporal, sostenible y accesible: así define la marca Mónica, para quien su experiencia en la industria fue una wake up call urgente.
Con la convicción de que la moda es “una herramienta de educación y cambio positivo”, la firma, con sede en NY, crea —en cantidades limitadas— esa leather bag impecable que todas necesitamos, pero hecha de biomaterial con 80% menos agua en su producción que el cuero normal, biodegradable y duradera. Además, por cada pieza elaborada, se planta un árbol.
Misci (Brasil)
Airon Martin creció en territorio amazónico con su madre, abuela y tías: las mujeres que le concedieron su superpoder para crear. Pero antes de que hiciera realidad los vestidos que dibujaba, intentó “encajar”pasando por Derecho y Medicina para probarse a sí mismo que sólo había un destino para él.
Tras diseñar muebles —pero ropa en secreto— finalmente en São Paulo 2018 surge Misci, de Miscigenação (“mestizaje”) como un homenaje a sus raíces, plasmando poéticamente la diversidad brasileña y todas sus complejidades. Con enfoque en la calidad, así como procesos éticos y sustentables (con materias primas y producción en gran medida nacionales), sus prendas y muebles son una gozada; pero, ¿podemos hablar de sus mules?
Aurelia (México)
Hoy María Félix seguiría usando Cartier, y desde 2017, Aurelia. Todo tiene sentido al saber que la charrería y el linaje matriarca es la fuente de inspiración para las tres hermanas tapatías de la Torre Suárez.
Primero fue Ladrillo, bolsas de maderas recicladas y reforestadas con correas charro, inspiradas en Aurelia de Asturias, la bisabuela de Andrea, Paula y Magdalena. Desde entonces, la marca ha rendido homenaje a las mujeres de su familia, sus raíces mexicanas y españolas a través de cinturones, correas de algodón y otros accesorios que pasan por al menos veinte manos de artesanos especializados en carpintería y charrería en CDMX y Jalisco, quienes producen desde sus talleres y hogares.
Luiny (Puerto Rico)
Bienvenida al jardín donde cada delicia es un coctel de colores y texturas. Un statement que canaliza el proceso creativo orgánico y el orgullo puertorriqueño inspirado en los viajes y el estilo de vida de la autodidacta Luiny Riviera, quien crea mini esculturas en su departamento de Ridgewood (Queens).
“Madre de dos gatos, amante y solitaria”, pasó de maestra a artista cuando descubrió upcycling de joyería para crear piezas con materiales reciclados (50% de metal reciclado) y de comercio justo que nos vuelven locas.
Sensi Studio (Ecuador)
Tu esencial para hacer entrada triunfal al calor es un auténtico Panamá hat que —aunque no lo creas— es de Ecuado, el país de origen de Stephany: la diseñadora que regresó a su hogar para reencontrarse con tradiciones que iban desapareciendo. Su visita a la zona Andina sembró el sueño de revivir la herencia de tejido y cestería milenaria.
Como laboratorio de diseño que crea sombreros, bolsas y otros accesorios made to order; desde obtener y teñir la paja de las regiones costeras hasta el delicado tejido de tres días, Sensi Studio se enfoca en la preservación del medio ambiente, trabajando desde cerca con sus artesanos: los verdaderos artistas.
Gala is Love (México)
Su Jaguar Ceremonial Necklace es el tipo de pieza que me gustaría heredar: con fuerza, protección y majestuosidad del animal sagrado azteca y maya. Para mí de eso se trata la joyería: vínculo emocional y simbolismo, y Michelle Galindo coincide.
En 2003, un cuarzo y su pasión por lo único comenzaron la carta de amor que me obsesionaría de México al redescubrirlo con plata, oro y piedras preciosas trabajadas por maestros artesanos de alta joyería en su atelier de CDMX. Gala is Love (to life and women), porque se inspira en mujeres sensibles, fuertes y “su definición individual de amor: personal, universal, incondicional, esencial, puro y crudo”. Hazte un favor y sigue su perfil de Instagram aka “un licuado de inspo”.
Lapima (Brasil)
Diseños inspirados en la arquitectura, biomas y artes de Brasil: otra prueba del país que encabeza la ola de marcas emergentes para main characters, como la pareja empresarial fundadora Gisela y Gustavo Assis, que ha llevado su marca independiente y 100% artesanal a nuevas alturas.
Mientras otras firmas de lujo producen en las mismas fábricas, Lapima ha capacitado a artesanos (mujeres y hombres) para elaborar los accesorios desde casa, asegurando que cada detalle se transfiera al acetato de celulosa orgánica en más de 30 pasos.
De María (México)
Mercedes (diseño) y Daniela (marketing) se reencontraron después de casi 20 años en NY para regresar a sus raíces a través de una visión con la mujer latina como musa.
Podrías ver a La Doña en sus botas porque el sello De María revive ese glamour de la época dorada del cine mexicano (en la que soñamos con Acapulco), pero lo hace con un sentido de “inclusión, feminismo interseccional, accesibilidad y cultura latina”. Aquello de antaño que amamos puede acompañarlos en el futuro, siempre y cuando sean piezas únicas y duraderas (como estas, cocreadas con artesanos locales).
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