El impacto de la libertad de estilo de los Gen Z en la industria
Moda

El impacto de la libertad de estilo de los Gen Z en la industria

Salirse de los estándares normados de estilo y vestimenta, ha sido sinónimo de rebeldía y desobediencia a lo largo de la historia. Todos hemos tenido una tía que desafió a sus papás y a la sociedad cuando se ponía su chamarra y pantalón de piel durante su etapa “punk”, la misma que se escapaba por la ventana para poder ir de antro y que amaba escuchar sus bandas favoritas a todo volumen. Hoy, los más rebeldes son los Gen Z y su particular estilo está marcando tendencia en la moda.

Esas situaciones donde esconderse y no poder expresarte con tu estilo se normalizaba, son cada vez más escasas, si bien existen muchos núcleos familiares más jóvenes actualmente y por ende más empatía a la hora de percibir los gustos de todos, la verdadera razón por la cual la libertad de estilo es más evidente hoy, es el acceso a tendencias, historia de la moda e información comercial que plataformas como TikTok le brindan a las nuevas generaciones, esto ha desarrollado un movimiento de nuevos consumidores que se mantienen fieles a sus gustos personales y que no siguen patrones o normativas de vestimenta establecidas por la sociedad. 

Ya sea que seas un baby boomer que acaba de enterarse de la nueva generación o un millennial en una batalla constante con sus pares más jóvenes, una cosa es segura: el estilo de la Gen Z está dando de que hablar en el mundo de la moda y no hay forma de ignorarlos. Esto es aún más evidente en redes sociales, donde los usuarios de la Generación Z (generalmente nacidos a fines de 1990 o a principios de la década del 2000, hasta principios del 2010) están tomando una posición en lo que respecta al estilo. En particular, los “Zoomers”, como a algunos les gusta llamarlos, han cancelado tendencias que llevaban años de existir, la más evidente, los jeans ajustados (skinny jeans), para consternación y desdén absoluto de los Millennials y aquellos que tuvieron que sufrir jeans de piernas anchas y pantalones acampanados de tiro bajo en su propia juventud.

Gen Z es ahora la generación con más población, a partir de 2020 cada vez existen menos baby boomers y menos millennials, así qué tal vez sea prudente escuchar a los jóvenes, ya que también estudios han demostrado, que son financieramente más estables, frugales, conscientes de la salud y positivos para su entorno y salud mental que cualquier otra generación anterior. El impacto del estilo de vida y libertad es innegable de la Gen Z, y la fórmula que han construido y mejorado en los últimos 3 años es parte del eje comercial de la mayoría de marcas. Parte de esta “fórmula de estilo” incluye biker shorts (mayas cortas deportivas de ciclista) de los 80, bolsas baguette de todo tipo, zapatos de plataforma de principios de los 90, cuellos redondos de los 60 e incluso collares de perlas de los años 20 con gafas de ciclista de los 80. 

Esta estética definida pero evolutiva, ha dado paso al nacimiento de nuevas marcas independientes, al crecimiento de tiendas de segunda mano y también ha obligado a las marcas de lujo y fast fashion a adentrarse en sus archivos para poder mantener el ritmo, de una generación que cada vez tiene menos miedo de aceptarse, de apreciar su anatomía y de explorar elementos de estilo que se acoplen a la imagen que quieren manifestar. Proyectos internacionales como Heaven de Marc Jacobs, Braindead, Diesel y Blumarine con su regreso, Antonio Vattev y latinoamericanos como Cruda Cruda, Valeria Anastasia, ANT y Almami han destacado en las búsquedas de algunas de las tribus presentes en esta generación. 

 Puede que sean jóvenes, pero sus looks combinan elementos del pasado a diario, desde mom jeans (pantalones de mamá), micro blusas en transparencias, botas vaqueras de los 80 (literal existentes desde esa década) hasta gafas de sol de los 2000, su estilo ruidoso, cargado, provocativo y arriesgado ha tomado el liderazgo de redes sociales y comercial que mueve gran parte de la industria en este momento. Si bien no todas las generaciones lo han tomado bien, su libertad ha dado paso a una apertura que no existía y que genera un ambiente seguro para que todos experimentemos con nuestro estilo sin someternos a restricciones infundadas. 

A partir de ellos, lo “inusual es cool y lo impactante es aceptable” o al menos así se han encargado de proyectarlo.

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